A continuación reproducimos el artículo publicado en el periódico digital El Huffinton Post explicando las nuevas medidas aprobadas en la Universidad Complutense de Madrid y que, entre otras cosas, abren la puerta a la privatización de la gran parte de los servicios de la universidad:
Los terribles niveles de corrupción en los que hemos vivido, y en gran medida seguimos viviendo, se derivan de la política clientelar de las instituciones públicas. La búsqueda de beneficios a corto plazo y muy a menudo del lucro personal abrió las puertas para las comisiones bajo manga y a la maraña de intereses privados que convierten lo público en una excusa para alimentar cuentas bancarias individuales. Podríamos soñar con que, si volviéramos atrás, todo esto se haría de otro modo o que con gobernantes mejor preparados esto no habría ocurrido.
La Universidad Complutense de Madrid acaba de ratificar su venta a la empresa privada. El término "venta" no es una exageración, sino que más bien se queda corto ante lo que supone el reciente texto aprobado por el Consejo de Gobierno de la UCM, en línea continuista con una cada vez más peligrosa tradición. Se permite la entrada, mediante pago, de intereses privados en la práctica totalidad de la vida universitaria. Así, las empresas pueden decidir directamente sobre los Planes de Estudio, crear titulaciones, dirigir y plantear proyectos de investigación, contratar profesores, obtener cátedras, organizar congresos, etcétera. Y todo ello aprovechándose de las estructuras administrativas y materiales de la universidad, esas que pagamos entre todos.