¡Afíliate y lucha!

El Sindicato de Estudiantes: una organización revolucionaria y anticapitalista

La lucha por una educación pública de calidad ha sido siempre una de las principales reivindicaciones de la izquierda, del movimiento obrero y la juventud. La razón es que bajo el sistema capitalista, este derecho sólo ha estado siempre garantizado para las familias con  recursos económicos, dejando en la estacada a la gran mayoría. Precisamente luchas históricas como la del 86/87 dirigidas por nuestra organización lograron grandes conquistas para la clase trabajadora, como la gratuidad de la educación secundaria, la construcción de más de 60.000 plazas públicas en los institutos de los barrios obreros, becas  para que los hijos de los trabajadores pudieran acceder a la universidad o el reconocimiento del derecho a huelga de las y los estudiantes.

Aunque la lucha y la movilización han logrado enormes avances, lo cierto es que nuestro derecho a la educación se ha vuelto a convertir en un objetivo a batir para los grandes capitalistas y sus representantes políticos. Los ataques de la derecha a la educación pública, las privatizaciones, el desvío de fondos públicos para la educación privada-concertada (en manos de la jerarquía de la Iglesia católica en su mayor parte), la imposición de tasas en la FP o el aumento de las tasas a niveles imposibles en la Universidad pública han tenido consecuencias dramáticas. El PP, Cs y Vox a nivel estatal pero también la derecha vasca y catalana han hecho todo lo posible por volver a hacer de la educación un privilegio sólo al alcance de quien tiene dinero mientras dejaban nuestros centros de estudio en condiciones deplorables, sin recursos materiales ni humanos.

Desde el Sindicato de Estudiantes (SE) defendemos una educación pública, gratuita, laica, científica y de calidad y lo hacemos porque esa es la única garantía para hacer del derecho a la educación un derecho real para todos y todas. Quienes no tenemos grandes fortunas, empresas ni puestos  directivos que heredar, defendemos los derechos que nuestros padres y abuelos conquistaron para que nosotros y nosotras pudiéramos tener una vida digna: la educación pública es uno de ellos, ya que es la única garantía de poder acceder a la educación independientemente de la familia y las condiciones materiales en las que hayamos nacido y poder aspirar a un futuro mejor.

La ofensiva vivida en la última década contra la educación pública se une a la ofensiva general contra la clase trabajadora: la precariedad, la explotación, el machismo, el racismo, la destrucción del planeta o la represión a nuestros derechos democráticos más básicos son algunas de las lacras a las que este sistema nos somete. No por casualidad la pandemia de la COVID-19 se ha cebado de forma dramática contra la juventud. Quienes ya sufríamos los bajos salarios y trabajos temporales, la falta de una vivienda asequible, de un ocio sano, la degradación de nuestros barrios… ahora hemos sido empujados a un abismo de despidos, ERTEs o las colas del hambre. Al mismo tiempo, se ha puesto al descubierto con crudeza la situación de emergencia social que vive la educación pública. Aulas masificadas, falta de profesorado y personal médico y administrativo en los centros, clases online que han agravado la brecha social existente en el sistema educativo… No podemos aceptar que nuestro derecho a la educación pública esté totalmente cuestionado. 

Este sistema sólo nos ofrece miseria, recortes y pobreza. Por eso desde el Sindicato de Estudiantes nos declaramos una organización revolucionaria y anticapitalista que lucha contra todas las formas de opresión que nos impone este sistema podrido y lo hacemos a través de la movilización en las calles y organizándonos centro a centro.

Por qué es necesario formar el SE en tu centro de estudios y cómo hacerlo

Los grandes empresarios y empresarias, magnates y banqueros que sólo buscan engordar aún más sus cuentas millonarias en base a la explotación y la degradación de las condiciones de vida de la clase trabajadora, se organizan para imponer sus intereses cueste lo que cueste. No sólo tienen sus partidos, sino también instituciones y organismos que usan para ese mismo fin: la Troika, la Unión Europea, la CEOE son sólo algunos ejemplos.

Para poder conquistar nuestros derechos, los y las estudiantes, también debemos estar organizados. Es ahí donde radica nuestra fuerza. Somos muchos más y nuestra clase – la clase obrera– es la que hace que todo funcione. Así, organizados y unidos en defensa de la educación pública logramos echar atrás las reválidas franquistas de Wert; es también como movilizamos a la juventud de forma masiva contra la violencia machista cada 8 de marzo, como logramos echar atrás la infame sentencia de la Manada de Pamplona; como llenamos las calles contra la represión franquista y el derecho a decidir para el pueblo de Catalunya o como señalamos la responsabilidad de las grandes multinacionales en la destrucción del planeta en las huelgas climáticas.

Es por esto que es tan importante que nos organicemos, en nuestras ciudades, barrios y también en cada instituto o facultad. Por eso os proponemos a todos y todas las que estáis de acuerdo con la ideas que defendemos que os organicéis también con el Sindicato de Estudiantes y lo forméis en cada centro de estudios.

A día de hoy el Sindicato de Estudiantes es la organización estudiantil más representativa a nivel estatal y así lo reconoce el propio Ministerio de Educación. Pero como muchos de vosotros y vosotras sabéis, cada vez que organizamos una huelga, una movilización o una asamblea nos encontramos con multitud de problemas. Muchos directores y directoras reaccionarios tratan de cercenar nuestro derecho a huelga o incluso  nuestra libertad de expresión.

Para evitarlo y poder tener más herramientas con las que defendernos es muy importante que formemos la asociación del Sindicato de Estudiantes en cada instituto. Esto es algo muy sencillo. Sólo requiere que logremos las firmas de un porcentaje de los estudiantes del centro que estén de acuerdo con la creación de la asociación y que las presentemos en la secretaría del centro junto con otros documentos que hay que rellenar con los datos de algunos de los integrantes de la asociación. De esta forma se hace legal la existencia del Sindicato de Estudiantes en el centro y podemos –con la ley en la mano– exigir que nos faciliten un espacio donde reunirnos u organizar reuniones y asambleas y también que tengan más problemas si tratan de impedir que ejerzamos cualquiera de nuestros derechos.

Por estas razones os animamos a todas y todos a que creéis el Sindicato de Estudiantes en vuestro centro y así podamos estar coordinados para movilizarnos con más fuerza.

Os dejamos aquí abajo una guía donde podéis encontrar todos los pasos a seguir y los papeles que tenéis que rellenar para hacerlo. Si tienes cualquier duda, contáctanos a través de nuestro mail o redes y nos pondremos en contacto contigo inmediatamente.

¡La lucha es el único camino!

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