¡Basta de represión!

El pasado 5 de diciembre doce raperos del grupo “La Insurgencia” fueron condenados por la Audiencia Nacional a dos años y un día de cárcel. Su “delito”: sus letras de protesta. La excusa de la justicia es el ya famoso “enaltecimiento del terrorismo” en sus canciones de rap. Según esta justicia injusta, en sus canciones promulgaban la violencia terrorista. Incluso la Fiscalía llegó a compararlos con yihadistas, diciendo que "los acusados tienen una religión que es la lucha sindical obrera". En un alarde de franquismo puro y duro, la Fiscalía y el aparato del Estado vuelven a mostrar su verdadera cara comparando el terrorismo yihadista con la lucha obrera y sindical ¡Qué vergüenza!

La creciente represión y autoritarismo en Hong Kong ha impactado al mundo. El año pasado, y especialmente desde que Carrie Lam llegó a la Presidencia de Hong Kong en Julio de 2017, Honk Kong ha sufrido un tsunami de represión con el encarcelamiento de 16 activistas del movimiento en defensa de la democracia incluyendo los principales dirigentes del “Movimiento de los Paraguas” que tuvo lugar en 2014, y el cese de 6 diputados de la Asamblea de Hong Kong. La perspectiva de nuevos juicios y posiblemente sentencias de cárcel aún más duras implica que la dura lucha de Hong Kong en defensa de sus derechos democráticos está siendo aplastada en beneficio de la dictadura China, que al mismo tiempo está impulsando una ola represiva en China sin precedentes desde la represión del movimiento democrático de Tiananmén en 1989. 

El debate sobre la emancipación y la liberación de la mujer trabajadora se ha vuelto a poner encima de la mesa al calor de los movimientos de mujeres de los últimos tiempos. Esto no hace otra cosa que reflejar la época en la que vivimos en los que las mujeres nos hemos puesto en primera línea de lucha y la discusión sobre todo lo que nos afecta como tales también. En este contexto hemos podido apreciar las posiciones que, desde la izquierda, defienden la prostitución como un trabajo más. Desde el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas tenemos una clara opinión al respecto, la prostitución no es un “trabajo” como otro cualquiera, sino una forma de violencia extrema contra las mujeres.

¿Solucionaría le legalización de la prostitución las condiciones de vida de las prostitutas?

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¡Libres y Combativas estuvimos presentes en más de 15 ciudades!

El sábado 25 de noviembre se celebró a lo largo y ancho de todo el mundo el día contra la violencia machista. En el Estado español decenas de miles de mujeres, jóvenes y trabajadoras, salimos a las calles en más de 50 manifestaciones para decir “¡Basta ya!” a una violencia estructural e institucional contra nosotras, amparada por el gobierno del PP y una judicatura machista y patriarcal. Basta ya de hipocresía, de lamentaciones y palabras vacías sobre pactos de Estado que permiten recortes brutales a los programas de ayuda a las víctimas, que las denuncias queden archivadas, que seamos las mujeres las que sufrimos directamente una austeridad que pagamos con nuestra precariedad, nuestros bajos salarios, nuestra dependencia económica. ¡Basta ya de todo ese sistema que se cobra decenas de vidas de mujeres cada año en todo el Estado, mientras el gobierno del PP mira hacia otro lado y propicia con sus políticas esta carnicería!

No son muertes, son asesinatos

En lo que llevamos de año son ya 89 las víctimas de violencia machista, 45 de ellas asesinadas por sus parejas o exparejas y otras 44 asesinadas por hombres con los que no mantenían una relación sentimental o niños a manos de sus padres. Ante esta sangrante realidad, la respuesta que encontramos por parte del gobierno o del aparato del Estado es la de “concienciar” a las mujeres de la necesidad de denunciar. Pero ¿cuál es la respuesta del Estado y la Justicia ante estas denuncias?

La televisión es uno de los lugares en los que la labor para normalizar y justificar el tratamiento machista contra las mujeres es más sangrante. Este verano tuvimos que soportar cómo el programa Espejo Público de Antena 3 entrevistaba en más de una ocasión a Francesco Arcuri, el exmarido de Juana Rivas, denunciado y condenado por pegarla, para que pudiera mostrar su lado más humano, presentarse como un padre desesperado por no poder ver a sus hijos con la excusa de dar “su versión” del maltrato mientras a ella se la juzgaba, no sólo en los tribunales sino de plató en plató por negarse a entregar a sus hijos a un maltratador.

La 1 de TVE sigue la estela de Espejo Público

Hace unos días Carlos Herrera organizó un debate en su programa de TVE sobre acoso sexual en el trabajo. Aunque no deja de sorprender los invitados a esta mesa, entre los que se encontraban Santiago Segura o Cayetana Guillén Cuervo, el punto clave fue Salvador Sostres. Este último además de columnista de ABC, es conocido por sus artículos y declaraciones machistas, como afirmar que “el talento es algo connatural al hombre como la belleza a la mujer” o su participación habitual en programas como El Gato al Agua. A pesar de su conocida opinión sobre la violencia machista, la televisión pública, le preparó una silla en su plató para que hiciera apología de la misma.

¡Nos queremos vivas, libres y combativas!

¡Ni una menos!

Este sábado 25 de noviembre es el día internacional contra la violencia machista y ya hay convocadas decenas de manifestaciones en todo el Estado. La experiencia de las manifestaciones del pasado 8 de marzo por el día de la mujer trabajadora y las manifestaciones contra la justicia machista por el juicio contra “La Manada” demostraron la enorme fuerza que tenemos las jóvenes y trabajadoras cuando salimos juntas a luchar por nuestros derechos. Por eso este sábado llamamos a asistir masivamente a las manifestaciones para luchar contra la lacra de la violencia machista.

¡Todas a las manifestaciones!

Hace unos días comenzaba el juicio a cinco miembros de “la manada”, acusados de violar en grupo a una joven de 18 años en San Fermines. La campaña de criminalización de la víctima durante estos días en los medios de comunicación ha sido salvaje y el lavado de cara de los acusados presentándolos como auténticas víctimas de esta situación ha sido aun más escandaloso.

Sin embargo, la respuesta de la movilización no se ha hecho esperar. Ante la indignación de cientos de miles de personas, se convocaron movilizaciones en muchas ciudades de todo el Estado que fueron un éxito rotundo. En Madrid, se convocó una concentración frente al Ministerio de Justicia. Miles de personas acudieron a protestar contra lo que está siendo un auténtico juicio público de la víctima, cuestionando la veracidad de sus palabras e incluso culpándola por lo sucedido. En el caso de Madrid, las calles aledañas al Ministerio de Justicia se colapsaron hasta tal punto, que los trenes que pasaban por la estación de Noviciado tuvieron que dejar de parar. La calle se inundó de gritos de jóvenes y trabajadoras que exigían justicia para la víctima de la violación, un castigo ejemplar para La Manada y protestaban por la impunidad sistemática que existe en tantos casos en los que las mujeres víctimas de la violencia machista pasamos a ser las culpables y se nos humilla y cuestiona públicamente.

El PP y la impunidad de las bandas fascistas

Este mes se cumplen 10 años del asesinato del joven Carlos Palomino. Tenía 16 años y se dirigía a una manifestación cuando el militar fascista Josué Estébanez le apuñalo a sangre fría en un vagón de metro. Carlos murió a las pocas horas siendo atendido por los equipos de emergencias que no pudieron hacer nada para salvarle. Su asesino fue condenado a 26 años de prisión. Sin embargo, esta condena se produjo gracias a la oleada de indignación y movilizaciones que tuvieron lugar durante esos meses, como la huelga general estudiantil que convocamos desde el Sindicato de Estudiantes.

En los últimos años las agresiones fascistas han aumentado. Según el Informe Raxen realizado por el Movimiento contra la Intoleracia, cada año se producen en torno a 4.000 agresiones fascistas, racistas y homófobas. En los últimos años las víctimas mortales de estas agresiones han sido 74. Entre ellos: inmigrantes, personas sin techo, activistas antifascistas homosexuales o simplemente jóvenes que tuvieron la mala suerte de cruzarse con ellos por el camino.