Manifestacíon contra el ATC en Guadalajara el próximo 27 de Febrero a las 18 horas. (Desde el parque Juan Bosco, junto a la cárcel, hasta la Plaza Santo Domingo
Desde el Sindicato de Estudiantes de Guadalajara apoyamos la manifestación convocada por la Plataforma Anticementerio Nuclear de Guadalajara para el próximo sábado en contra de la instalación del ATC en la provincia de Guadalajara
Uno de los problemas de mas difícil solución de la energía nuclear es
la gestión de los residuos provenientes de las centrales nucleares,
pues actualmente no hay ninguna forma de tratamiento segura de estos
desechos cuya peligrosidad puede durar hasta los 100.000 años. Su
alojamiento en el ATC previsto, ni resuelve los riesgos que implica su
transporte, ni la vulnerabilidad de un cementerio nuclear en
superficie, condenando la seguridad de generaciones futuras por muchos
años. Además esta no es una solución para los residuos, ya que por un
lado este ATC tiene una duración estimada de 60 años y por otro lado si
se continúa produciendo electricidad a partir de las centrales
nucleares en un futuro próximo serán necesarias nuevas instalaciones
del mismo tipo, convirtiendo zonas enteras del Estado Español en
basureros nucleares.
¿Es segura la energía nuclear?
Durante el reciente “boom” económico el debate sobre la energía nuclear se reabrió ante la demanda creciente. Sus partidarios han intentado convencernos con argumentos como el de que no generan gases de efecto invernadero (CO2) con lo cual son mas “limpias” que otros combustibles como el carbón o el petróleo y no contribuyen al cambio climático, aunque la verdad es que si se producen este tipo de emisiones a la atmósfera por la energía térmica o mecánica empleada para el enriquecimiento del uranio.
Otro de los motivos que se invocan para su uso es que la tecnología actual impide los accidentes nucleares, cuando lo cierto es que la empresas eléctricas arrinconan la aplicación de muchas medidas de seguridad necesarias en las plantas productoras de energía atómica, en pos de la máxima rentabilidad como pudimos observar en el accidente de la central nuclear de Ascó (Tarragona) el 26 de noviembre de 2007 cuando un error en la configuración de los conductos de ventilación del edificio de combustible de la Central Nuclear de Ascó provocó que se liberaran partículas radioactivas al exterior. Además de esto, el incidente no fue notificado al Consejo de Seguridad Nuclear hasta abril de 2008, lo que provocó que el director de la central fuera destituido, acusado, además, de falsear los datos del incidente.
Ni en Guadalajara, ni en ningún lugar
La instalación del ATC se nos presenta como un problema “provincial” o mas bien “regional”, al no ser ya la provincia de Guadalajara la única “candidata” a su instalación por haber surgido otro competidor para su establecimiento en la región en la localidad de Villar de Cañas(Cuenca). José M ª Barreda, presidente de Castilla-La Mancha y el PSOE regional se oponen a la instalación del cementerio nuclear, haciendo hincapié en que no sea “aquí”. Pero esta oposición ha de ser general. La solidaridad castellano-manchega con otras comunidades de la que tanto alardea Barreda ahora ha de hacerse efectiva extendiendo la negativa a todo el Estado Español. Los trabajadores y la juventud, sus partidos y sindicatos, las organizaciones de agricultores, de ecologistas..., han de presionar al PSOE para obligarle a desechar el proyecto de construcción del ATC y optar por destinar recursos para conseguir una alternativa segura para el alojamiento de los residuos radiactivos, manteniéndolos mientras tanto en los almacenes temporales de las propias centrales nucleares, a la vez que se organiza un plan para el progresivo desmantelamiento de las centrales nucleares y su sustitución por energías renovables
La demagogia de la derecha
Durante las primeras movilizaciones contra el ATC en Guadalajara el PP de la provincia ha apoyado las protestas de forma absolutamente demagógica. Parece que en el caso de la mivilización del 27 el PP se ha quitado la careta y de hecho se ha opuesto a la misma como manifestó el secretario general del PP de Castilla-La Mancha, y número 2 de esta formación, Vicente Tirado, cuando el 23 de febrero dijo en unas declaraciones que su partido "no estará representado en la movilización del próximo sábado porque nunca vamos a estar en una manifestación antinuclear". Igualmente otros dirigentes del PP se han mostrado claramente a favor de la energía nuclear.
Por una alternativa a la energía nuclear
Para los marxistas el empleo de la energía nuclear bajo el sistema capitalista, en el que impera la ley del máximo beneficio conlleva, con sus múltiples accidentes, un enorme riesgo para la naturaleza y la vida humana. Los trabajadores hemos de incluir en nuestras reivindicaciones el cierre progresivo de la instalaciones nucleares existentes-con lo que dejarían de generar residuos- exigiendo su sustitución por centrales de energías renovables.
¿Es segura la energía nuclear?
Durante el reciente “boom” económico el debate sobre la energía nuclear se reabrió ante la demanda creciente. Sus partidarios han intentado convencernos con argumentos como el de que no generan gases de efecto invernadero (CO2) con lo cual son mas “limpias” que otros combustibles como el carbón o el petróleo y no contribuyen al cambio climático, aunque la verdad es que si se producen este tipo de emisiones a la atmósfera por la energía térmica o mecánica empleada para el enriquecimiento del uranio.
Otro de los motivos que se invocan para su uso es que la tecnología actual impide los accidentes nucleares, cuando lo cierto es que la empresas eléctricas arrinconan la aplicación de muchas medidas de seguridad necesarias en las plantas productoras de energía atómica, en pos de la máxima rentabilidad como pudimos observar en el accidente de la central nuclear de Ascó (Tarragona) el 26 de noviembre de 2007 cuando un error en la configuración de los conductos de ventilación del edificio de combustible de la Central Nuclear de Ascó provocó que se liberaran partículas radioactivas al exterior. Además de esto, el incidente no fue notificado al Consejo de Seguridad Nuclear hasta abril de 2008, lo que provocó que el director de la central fuera destituido, acusado, además, de falsear los datos del incidente.
Ni en Guadalajara, ni en ningún lugar
La instalación del ATC se nos presenta como un problema “provincial” o mas bien “regional”, al no ser ya la provincia de Guadalajara la única “candidata” a su instalación por haber surgido otro competidor para su establecimiento en la región en la localidad de Villar de Cañas(Cuenca). José M ª Barreda, presidente de Castilla-La Mancha y el PSOE regional se oponen a la instalación del cementerio nuclear, haciendo hincapié en que no sea “aquí”. Pero esta oposición ha de ser general. La solidaridad castellano-manchega con otras comunidades de la que tanto alardea Barreda ahora ha de hacerse efectiva extendiendo la negativa a todo el Estado Español. Los trabajadores y la juventud, sus partidos y sindicatos, las organizaciones de agricultores, de ecologistas..., han de presionar al PSOE para obligarle a desechar el proyecto de construcción del ATC y optar por destinar recursos para conseguir una alternativa segura para el alojamiento de los residuos radiactivos, manteniéndolos mientras tanto en los almacenes temporales de las propias centrales nucleares, a la vez que se organiza un plan para el progresivo desmantelamiento de las centrales nucleares y su sustitución por energías renovables
La demagogia de la derecha
Durante las primeras movilizaciones contra el ATC en Guadalajara el PP de la provincia ha apoyado las protestas de forma absolutamente demagógica. Parece que en el caso de la mivilización del 27 el PP se ha quitado la careta y de hecho se ha opuesto a la misma como manifestó el secretario general del PP de Castilla-La Mancha, y número 2 de esta formación, Vicente Tirado, cuando el 23 de febrero dijo en unas declaraciones que su partido "no estará representado en la movilización del próximo sábado porque nunca vamos a estar en una manifestación antinuclear". Igualmente otros dirigentes del PP se han mostrado claramente a favor de la energía nuclear.
Por una alternativa a la energía nuclear
Para los marxistas el empleo de la energía nuclear bajo el sistema capitalista, en el que impera la ley del máximo beneficio conlleva, con sus múltiples accidentes, un enorme riesgo para la naturaleza y la vida humana. Los trabajadores hemos de incluir en nuestras reivindicaciones el cierre progresivo de la instalaciones nucleares existentes-con lo que dejarían de generar residuos- exigiendo su sustitución por centrales de energías renovables.