Desde hace ya bastantes meses tanto el Partido Popular como sus voceros mediáticos de la derecha vienen hablando de forma machacona sobre una supuesta salida de la crisis que sería además producto de las políticas de recortes laborales y sociales efectuados por los gobiernos de la derecha en los últimos años. Sin embargo estos discursos chocan con una realidad muy diferente como pone de manifiesto la reciente publicación por parte de Oxfam Intermón del informe sobre desigualdad “Una economía al servicio del 1%”. Lo que dicho estudio señala es que ciertamente si alguien ha salido de la crisis son aquellos que en verdad nunca la sufrieron, un puñado de acaudalados capitalistas cuyas riquezas aumentan cada vez más en tanto para el resto de la población las dificultades económicas, cuando no directamente la pobreza y la miseria, se han convertido en el pan de cada día.
Los datos son aplastantes y no dejan lugar a dudas, en el Estado Español el 5% más rico de la población, 2,3 millones de personas, tiene más riqueza en sus manos que el 90% más pobre, 42 millones de personas, tendencia que no ha dejado de crecer desde el estallido de la crisis en el año 2007, en tanto que las 20 mayores fortunas del país tienen más patrimonio que los 14 millones que viven en riesgo de pobreza y exclusión social. Y no sólo es que los grandes capitalistas ganen cada vez más sino que además pagan cada vez menos. De hecho de cada 10 euros recaudados por Hacienda uno lo ponen los empresarios y los nueve restantes salen de los salarios de unos trabajadores cada vez peor pagados. La recaudación del Impuesto de Sociedades -el que pagan las empresas- ha disminuido un 58% desde el 2007, y 17 de las 35 empresas cotizadas en el IBEX no pagan nada por este concepto, al tiempo que los impuestos que más afectan a los trabajadores, como el IVA, no hacen más que crecer. Sube también de forma abrupta la evasión fiscal, el dinero que los grandes capitalistas mandaron a paraísos fiscales el año pasado subió un 2000%. Como indica el informe sólo con lo evadido a las Islas Caimán se podría asegurar la atención de 42.000 dependientes.
¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
Los capitalistas y grandes empresarios siempre han tenido claro que la única salida válida de la crisis era aquella donde los costes de la misma se cargaran sobre las espaldas de los trabajadores al tiempo que se pudieran crear las condiciones necesarias para que ellos pudieran seguir incrementando sus beneficios. Todas las medidas realizadas por el Partido Popular en los últimos años han ido en ese sentido, empezando por la reforma laboral cuyo único objetivo era abaratar los despidos y bajar los salarios hasta límites casi de subsistencia o incluso por debajo de la misma. Una reforma que destruye cada vez más trabajo de calidad y lo sustituye por otro precario y mal pagado donde cada vez abundan en mayor medida los contratos de pocos días o incluso de algunas horas, a pesar de lo cual la cifra de desempleo sigue manteniéndose por encima de los cuatro millones de personas y eso cuando cada vez más parados dejan de buscar trabajo por pura desesperación y otros muchos tienen que emigrar al extranjero en busca de mejor fortuna: este es el milagro económico que pretende vendernos el PP. Estos mismos objetivos son los que están detrás de la aprobación de la LOMCE, una ley franquista que busca expulsar a los hijos de los trabajadores de la educación y convertirlos en mano de obra barata y flexible al servicio de las necesidades de los empresarios, dejando la educación de calidad sólo para aquellos que puedan pagársela. No sólo se aumenta la desigualdad sino que se busca crear las condiciones para que esta se perpetúe en el tiempo.
Los rescates bancarios, que al final pagamos las familias trabajadoras con nuestro dinero para salvar bancos que después siguen desahuciando a las familias obreras, al igual que los recortes sanitarios en dependencia y otros servicios sociales, no son más que otras formas de aumentar los beneficios de las grandes fortunas en detrimento de la mayoría de la población. Así se busca además desmantelar y dejar sin recursos a los servicios públicos para después justificar su futura privatización, incluyendo las pensiones de nuestros mayores que se mantienen permanentemente congeladas a pesar que sus cuantías son muchas veces miserables y no alcanzan los mínimos para mantener una vida digna. Más aún cuando es algo cada vez más extendido que de esas pensiones no sólo viven los abuelos sino también sus hijos y sus nietos.
¡Sí hay dinero, lo tienen los banqueros!
La desigualdad no es sólo una lacra que afecte al estado español sino que se extiende cada vez por todo el planeta donde un 1% de la población mundial tiene tantos recursos como el 99% restante. Esto no es ni mucho menos casual sino consecuencia de la propia dinámica de un sistema capitalista incapaz ya de jugar ningún papel progresista y que sólo se guía por los intereses de las grandes fortunas Es falsa la idea de que no hay dinero o de que hay que hacer sacrificios, en realidad nunca ha habido tanto dinero y nunca se ha creado tanta riqueza, el problema es que esta es apropiada por una minoría y negada a la gran mayoría como bien señala el informe de Oxfam.
En los últimos años hemos asistido a un impresionante incremento de la movilización social, una y otra vez los jóvenes y trabajadores hemos salido a la calle en defensa de una sanidad y una educación pública y de nuestros derechos sociales y laborales. Desde esa fuerza que da la movilización y que ha permitido un avance tremendo de la izquierda en las últimas elecciones generales, debemos de exigir al nuevo gobierno un cambio absoluto de políticas que reviertan esta situación de desigualdad y que ponga toda la riqueza al servicio del conjunto de la sociedad. En caso contrario, si ese gobierno no es capaz de afrontar esa necesidad de cambio, los jóvenes y los trabajadores volveremos a la lucha y a ocupar las calles y si cabe incluso todavía con más fuerza.