A 5 años de la tragedia del Madrid Arena y coincidiendo con el juicio, desde el Sindicato de Estudiantes volvemos a publicar los comunicados y declaraciones en apoyo a las víctimas y sus familiares así como la exigencia de la condena para los empresarios culpables de la muerte de las cinco jóvenes y los miles de heridos y los cargos del PP en el Ayuntamiento de Madrid que consintieron esta trageida.
El Sindicato de Estudiantes pide responsalidades penales por el Madrid Arena en Telecinco
La tragedia del Madrid Arena se cobra su quinta víctima. ¡Rocío, Cristina, Katia, Belén y María Teresa, no os olvidamos! ¡Justicia para ellas y para sus familiares!¡Castigo para los empresarios responsables de esta tragedia y para los políticos que lo han consentido! ¡Nunca más!
Desde el Sindicato de Estudiantes queremos transmitir todo nuestro pesar, consternación y solidaridad a los padres, hermanos, familiares y amigos de Rocío Oña, Cristina Arce, Katia Esteban, María Teresa Alonso y Belén Langdong. Somos muy conscientes del tremendo sufrimiento que están pasando en estas horas, y de la injusticia tan cruel que significa la perdida de estas cuatro personas tan queridas. Así mismo también queremos trasladar nuestro apoyo incondicional a los jóvenes heridos, una de ellas en estado crítico, y a todos los que tuvieron que padecer momentos de angustia terribles.
María Teresa de 20 años, Rocio, Cristina y Katia de 18 años, y Belén de tan solo 17, han fallecido en una fiesta, a consecuencia de la desaprensión, la falta de escrúpulos y la búsqueda del lucro fácil y rápido de unos empresarios que están acostumbrados a tratar a los jóvenes como carne de cañón.
En la celebración de la noche de Hallowen, el recinto Madrid Arena, propiedad del Ayuntamiento, se convirtió en una trampa para miles de jóvenes que buscaban pasar unas horas de diversión. Incumpliendo y engañando en las estimaciones que los propios organizadores habían trasladado al ayuntamiento (plantearon que asistirían 7.000), más de 20.000 jóvenes, según muchos testimonios publicados en la prensa desde hace días y ahora confirmados por el atestado policial, pagaron por una entrada entre 22 y 25 euros y se les agolpó en un espació dónde no cabían más de 10.000.
La empresa organizadora del concierto, Diviertt S.L. hizo un negocio redondo. Pero ese lucro, que tantos apretones de manos y sonrisas habrá provocado, ha costado la muerte de cuatro jóvenes. Este negocio jugoso además, y esto es algo muy importante que no podemos obviar, ha sido amparado por el ayuntamiento del PP y por la alcaldesa Ana Botella, responsable de haber firmado un contrato con una empresa conocida por constantes fraudes e irregularidades, que cuenta con numerosos expedientes por infracciones y que además, para mayor escándalo, tiene deudas con la seguridad social, lo que imposibilita a las administraciones públicas firmar contratos con ella.
En estos días vamos conociendo la verdad de lo que sucedió en el Madrid Arena. Sabemos que la empresa de seguridad contratada, supuestamente para velar por que no hubiera ningún incidente, es de un conocido ultraderechista; sabemos que los porteros no estaban dados de alta en la seguridad social, que cobraban 6 euros la hora y que no tenían ninguna cualificación para el trabajo encomendado. Sabemos también que la tragedia pudo haber sido mucho más brutal sólo con ver las dramáticas imágenes de los videos, las fotos, y escuchar por boca de muchos de los asistentes los momentos tremendos que se vivieron.
Estas muertes tienen responsables: el afán de lucro de individuos que obtienen todos los permisos y facilidades del gobierno del PP en Madrid, para hacer negocio a costa de los jóvenes. Y cuando esto es evidente, nos preguntamos ¿Porqué no hay ningún detenido todavía? ¿Porqué no han dimitido ya la alcaldesa Ana Botella o su vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, que mantenía tratos estrechos con el dueño de la empresa que organizó la fiesta? Esto no tiene ningún sentido. Pretenden tapar lo que realmente ocurrió y escurrir el bulto. ¡Una auténtica vergüenza que no podemos consentir!
En estos días hemos visto la actitud del Ayuntamiento de Madrid dirigido por Ana Botella, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, o la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Quieren evadir sus responsabilidades políticas, y aparentar que no tienen nada que ver con esta tragedia. Incluso la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, una vez que se ha conocido el atestado policial que ratifica lo que los testimonios ya habían planteado, anuncia que denunciará a la empresa. La misma alcaldesa que guardó silencio cuando se sabía que Madrid Arena no tenía licencia para funcionar, pero organizaba eventos de lo que obtenían jugosos beneficios un grupo reducido de empresarios amigos del PP; que hizo la vista gorda ante los numerosos expedientes que incidían en lo peligroso de su diseño, en los materiales inflamables con los que había sido construido; o que no abrió la boca cuando el ayuntamiento firmó un contrato con una empresa que tenía deudas con la administración. Si Ana Botella tuviera un poco de vergüenza, lo que tendría que hacer es dimitir inmediatamente.
El PP tiene una gran responsabilidad en lo ocurrido. Ellos nos hablan de austeridad, por que no hay otra alternativa nos dicen, pero practican una doble moral, como se ha podido ver en el viaje a un hotel de lujo en Lisboa que la alcaldesa mantuvo en los días que se produjo esta tragedia. Nos hablan de la cultura del esfuerzo, pero legislan y entregan miles de millones de euros a los especuladores y a los banqueros, mientras destruyen la sanidad y la educación públicas y permiten que se desahucie a miles de familias de sus viviendas. Nos hablan de rectitud en las costumbres, pero permiten este tipo de ocio embrutecedor para que unos empresarios sin escrúpulos hagan su agosto a costa de la juventud.
Estas mismas personas son las que no tienen el menor reparo a lanzar un día si y otro también insultos a los jóvenes que se manifiestan y luchan por sus derechos y su futuro. Son los mismos que hace pocos días planteaban que los jóvenes de bachillerato, de FP, de enseñanza secundaria, no deberíamos tener derecho a huelga, después de las protestas que hemos protagonizado en defensa de la enseñanza pública.
Estos mismos responsables del PP, que acostumbran a tratar a la juventud de vagos, de indolentes, poco menos que de delincuentes cuando hacemos botellón, por que los bares y discotecas tienen precios prohibitivos para la inmensa mayoría de nosotros, no han puesto ningún obstáculo a que miles y miles de jóvenes podamos ser tratados de forma inhumana, estafados por empresarios del “ocio nocturno” y que, a consecuencia de esta actitud, pongamos en riesgo nuestra vida. Ahora hablan de no ceder espacios municipales para las macro fiestas, pero eso no evitará que el ocio al que nos condenan ellos y su sistema siga siendo igual de embrutecedor, y que nuestros barrios, esos sitios dónde vivimos la mayoría de los jóvenes, sigan careciendo de equipamientos culturales dignos, de cines y salas de conciertos accesibles para todos, de bibliotecas, de polideportivos públicos y gratuitos. Todo eso nos lo seguirán negando, porque la diversión, el ocio y la cultura se han convertido en un fabuloso negocio.
Los jóvenes del Sindicato de Estudiantes estamos con Rocío, Cristina, Katia y Belén, con sus familiares y amigos, y lamentamos profundamente sus muertes. Nos ponemos a disposición de todos ellos para lo que necesiten, para todo lo que podamos hacer y ayudarles, incluyendo impulsar las acciones judiciales que ellos consideren. Y también creemos que además de llorar a estas tres jóvenes que han perdido la vida de esta forma tan cruel e injusta, debemos luchar y reclamar justicia para que algo semejante no ocurra nunca más.
¡Juicio y castigo para los empresarios culpables de estas muertes!
¡Dimisión inmediata de Ana Botella y del vicealcalde de Madrid, y depuración de todas sus responsabilidades políticas y penales!
¡En defensa de los derechos de la juventud. Por un ocio y una cultura accesible, democrática y gratuita!
¡Por un puesto de trabajo digno al acabar de estudiar!
¡Rocío, Cristina, Katia y Belén, no os olvidamos! Comunicado del Sindicato de Estudiantes leído en la concentración del 8 de noviembre en la Puerta del Sol
¡Justicia para ellas y para sus familiares!
¡Castigo para los empresarios responsables de esta tragedia y para los políticos que lo han consentido!
¡Nunca más!
Desde el Sindicato de Estudiantes queremos transmitir todo nuestro pesar, consternación y solidaridad a los padres, hermanos, familiares y amigos de Rocío Oña, Cristina Arce, Katia Esteban y Belén Langdong. Somos muy conscientes del tremendo sufrimiento que están pasando en estas horas, y de la injusticia tan cruel que significa la perdida de estas cuatro personas tan queridas. Así mismo también queremos trasladar nuestro apoyo incondicional a los jóvenes heridos, una de ellas en estado crítico, y a todos los que tuvieron que padecer momentos de angustia terribles.
Rocio, Cristina y Katia de 18 años, y Belén de tan solo 17, han fallecido en una fiesta, a consecuencia de la desaprensión, la falta de escrúpulos y la búsqueda del lucro fácil y rápido de unos empresarios que están acostumbrados a tratar a los jóvenes como carne de cañón.
En la celebración de la noche de Hallowen, el recinto Madrid Arena, propiedad del Ayuntamiento, se convirtió en una trampa para miles de jóvenes que buscaban pasar unas horas de diversión. Incumpliendo y engañando en las estimaciones que los propios organizadores habían trasladado al ayuntamiento (plantearon que asistirían 7.000), más de 20.000 jóvenes, según muchos testimonios publicados en la prensa desde hace días y ahora confirmados por el atestado policial, pagaron por una entrada entre 22 y 25 euros y se les agolpó en un espació dónde no cabían más de 10.000.
La empresa organizadora del concierto, Diviertt S.L. hizo un negocio redondo. Pero ese lucro, que tantos apretones de manos y sonrisas habrá provocado, ha costado la muerte de cuatro jóvenes. Este negocio jugoso además, y esto es algo muy importante que no podemos obviar, ha sido amparado por el ayuntamiento del PP y por la alcaldesa Ana Botella, responsable de haber firmado un contrato con una empresa conocida por constantes fraudes e irregularidades, que cuenta con numerosos expedientes por infracciones y que además, para mayor escándalo, tiene deudas con la seguridad social, lo que imposibilita a las administraciones públicas firmar contratos con ella.
En estos días vamos conociendo la verdad de lo que sucedió en el Madrid Arena. Sabemos que la empresa de seguridad contratada, supuestamente para velar por que no hubiera ningún incidente, es de un conocido ultraderechista; sabemos que los porteros no estaban dados de alta en la seguridad social, que cobraban 6 euros la hora y que no tenían ninguna cualificación para el trabajo encomendado. Sabemos también que la tragedia pudo haber sido mucho más brutal sólo con ver las dramáticas imágenes de los videos, las fotos, y escuchar por boca de muchos de los asistentes los momentos tremendos que se vivieron.
Estas muertes tienen responsables: el afán de lucro de individuos que obtienen todos los permisos y facilidades del gobierno del PP en Madrid, para hacer negocio a costa de los jóvenes. Y cuando esto es evidente, nos preguntamos ¿Porqué no hay ningún detenido todavía? ¿Porqué no han dimitido ya la alcaldesa Ana Botella o su vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, que mantenía tratos estrechos con el dueño de la empresa que organizó la fiesta? Esto no tiene ningún sentido. Pretenden tapar lo que realmente ocurrió y escurrir el bulto. ¡Una auténtica vergüenza que no podemos consentir!
En estos días hemos visto la actitud del Ayuntamiento de Madrid dirigido por Ana Botella, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, o la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Quieren evadir sus responsabilidades políticas, y aparentar que no tienen nada que ver con esta tragedia. Incluso la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, una vez que se ha conocido el atestado policial que ratifica lo que los testimonios ya habían planteado, anuncia que denunciará a la empresa. La misma alcaldesa que guardó silencio cuando se sabía que Madrid Arena no tenía licencia para funcionar, pero organizaba eventos de lo que obtenían jugosos beneficios un grupo reducido de empresarios amigos del PP; que hizo la vista gorda ante los numerosos expedientes que incidían en lo peligroso de su diseño, en los materiales inflamables con los que había sido construido; o que no abrió la boca cuando el ayuntamiento firmó un contrato con una empresa que tenía deudas con la administración. Si Ana Botella tuviera un poco de vergüenza, lo que tendría que hacer es dimitir inmediatamente.
El PP tiene una gran responsabilidad en lo ocurrido. Ellos nos hablan de austeridad, por que no hay otra alternativa nos dicen, pero practican una doble moral, como se ha podido ver en el viaje a un hotel de lujo en Lisboa que la alcaldesa mantuvo en los días que se produjo esta tragedia. Nos hablan de la cultura del esfuerzo, pero legislan y entregan miles de millones de euros a los especuladores y a los banqueros, mientras destruyen la sanidad y la educación públicas y permiten que se desahucie a miles de familias de sus viviendas. Nos hablan de rectitud en las costumbres, pero permiten este tipo de ocio embrutecedor para que unos empresarios sin escrúpulos hagan su agosto a costa de la juventud.
Estas mismas personas son las que no tienen el menor reparo a lanzar un día si y otro también insultos a los jóvenes que se manifiestan y luchan por sus derechos y su futuro. Son los mismos que hace pocos días planteaban que los jóvenes de bachillerato, de FP, de enseñanza secundaria, no deberíamos tener derecho a huelga, después de las protestas que hemos protagonizado en defensa de la enseñanza pública.
Estos mismos responsables del PP, que acostumbran a tratar a la juventud de vagos, de indolentes, poco menos que de delincuentes cuando hacemos botellón, por que los bares y discotecas tienen precios prohibitivos para la inmensa mayoría de nosotros, no han puesto ningún obstáculo a que miles y miles de jóvenes podamos ser tratados de forma inhumana, estafados por empresarios del “ocio nocturno” y que, a consecuencia de esta actitud, pongamos en riesgo nuestra vida. Ahora hablan de no ceder espacios municipales para las macro fiestas, pero eso no evitará que el ocio al que nos condenan ellos y su sistema siga siendo igual de embrutecedor, y que nuestros barrios, esos sitios dónde vivimos la mayoría de los jóvenes, sigan careciendo de equipamientos culturales dignos, de cines y salas de conciertos accesibles para todos, de bibliotecas, de polideportivos públicos y gratuitos. Todo eso nos lo seguirán negando, porque la diversión, el ocio y la cultura se han convertido en un fabuloso negocio.
Los jóvenes del Sindicato de Estudiantes estamos con Rocío, Cristina, Katia y Belén, con sus familiares y amigos, y lamentamos profundamente sus muertes. Nos ponemos a disposición de todos ellos para lo que necesiten, para todo lo que podamos hacer y ayudarles, incluyendo impulsar las acciones judiciales que ellos consideren. Y también creemos que además de llorar a estas tres jóvenes que han perdido la vida de esta forma tan cruel e injusta, debemos luchar y reclamar justicia para que algo semejante no ocurra nunca más.
¡Juicio y castigo para los empresarios culpables de estas muertes!
¡Dimisión inmediata de Ana Botella y del vicealcalde de Madrid, y depuración de todas sus responsabilidades políticas y penales!
¡En defensa de los derechos de la juventud. Por un ocio y una cultura accesible, democrática y gratuita!
¡Por un puesto de trabajo digno al acabar de estudiar!