¡Bienvenidos!

En las últimas semanas las imágenes del sufrimiento y la desesperación en vuestros rostros, tras el largo y tortuoso camino que habéis realizado para huir de la destrucción y la miseria, nos han golpeado y conmocionado. También nos hemos indignado, y llenado de rabia, al ver como la policía os ha golpeado, y como los gobiernos de la Europa “civilizada” os hacinan en condiciones inhumanas en plazas, estaciones de tren o espacios rodeados de alambradas, sin comida ni agua, sin asistencia médica, sin un cobijo digno. Esta cruel realidad nos recuerda la historia de nuestras propias familias, cuando muchos de nuestros abuelos huían de la dictadura franquista hacia el exilio, en barcos abarrotados o en colas interminables con niños, con hambre, con frío, condenados a permanecer en campos cercados donde miles morían.

 

Conocemos muy bien a los responsables de esta barbarie. Son Rajoy, Merkel, Cameron y el resto de dirigentes europeos que apoyan y financian las guerras que destruyen vuestros hogares, vuestros hospitales y escuelas, vuestras ciudades y vuestras vidas. Los mismos que llevan años destruyendo la educación, la sanidad y los derechos sociales más esenciales en nuestros países, que desahucian a miles de familias de sus viviendas, que nos condenan al desempleo y nos obligan a emigrar en busca de un presente y un futuro del que nos privan aquí. Son gobiernos al servicio de los grandes capitales, de los grandes bancos y de las grandes multinacionales, de las industrias de armamento, dispuestos a provocar todo este inmenso dolor si con ello acrecientan sus beneficios. Hipócritamente lloran lágrimas de cocodrilo cuando les enfoca alguna televisión, pero son ellos los que han creado la pesadilla de vuestro dolor.

Ellos son el obstáculo que se interpone en vuestro camino hacia una vida digna. El capitalismo levanta muros, alambradas, cierra fronteras, atiza la xenofobia, el racismo y el miedos. Pero todo esto no tiene nada que ver con nosotros, con la inmensa mayoría de la juventud y de los trabajadores, de los oprimidos de Europa. Nosotros os damos la bienvenida, os damos nuestra mano y nuestro corazón, y os decimos que contáis con nuestra solidaridad incondicional.

En el Estado español sabemos muy bien que opina el gobierno del PP de vosotros y de nosotros. La vallas llenas de cuchillas con las que se recibe a los que cruzan el Estrecho en busca de una oportunidad, los miles de muertos sepultados bajo las aguas del Mediterráneo, las redadas racistas, los centros de internamiento, la explotación más brutal, nos lo recuerda todos los días. Por eso estamos hartos de escuchar la demagogia de un gobierno que habla de “cupos”, de que aquí no cabemos todos, de que entre los miles de refugiados se infiltran “yihadistas” ¡Basta ya! Aquí sólo sobran la xenofobia y el racismo, las leyes inhumanas y represivas alentadas por este gobierno y por todos los gobiernos al servicio de los intereses capitalistas e imperialistas. Tenemos muy claro que nuestros problemas no vienen de fuera, ni los provocan los emigrantes en patera o los refugiados que se juegan la vida llegando a las fronteras de Europa.

Desde el Sindicato de Estudiantes defendemos una vida digna para todos los que huís del horror, como la defendemos para todos los jóvenes y los trabajadores del mundo. Que todos los recursos que se malgastan para salvar bancos se dediquen a acoger a los refugiados, y garantizar el pan, el techo, la vivienda, la sanidad y la educación para todos los que habitamos Europa. Hay medios suficientes y la sociedad se puede organizar de otro modo, con justicia social, sin explotación, ni violencia. Os damos la bienvenida y os decimos: contáis con nosotros y con nuestra solidaridad inquebrantable, y gracias a vosotros redoblaremos las fuerzas en la lucha por transformar la sociedad y acabar con el capitalismo.

¡Ni cupos ni recortes!
¡Fuera el gobierno de los desahucios, las guerras y el horror!
Refugees Welcome!