Hace una semana, a principios del mes de marzo, las trabajadoras de la limpieza de la Universidad de Málaga (UMA) iniciaron una huelga indefinida en defensa de unos salarios dignos y para acabar con las desigualdades salariales, exigiendo la equipación de las trabajadoras a la categoría de Auxiliar de Limpieza de la universidad.
Los servicios de la limpieza en la UMA se dividieron en el año 2017 en tres lotes diferentes, uno encargado del campus de El Ejido, otro del campus de Teatinos (el más grande) y un último lote que se encarga de la ampliación de Teatinos. Esto hace que las más de 400 trabajadoras no pertenezcan a una misma plantilla, sino a tres diferentes y que, además, fruto de la externalización y privatización del servicio pertenezcan a tres empresas distintas. Esta división ha profundizado en el empeoramiento cada vez mayor de las condiciones de trabajo, así como servir de herramienta para la división de las plantillas, buscando mermar su capacidad de movilización.
Beneficios millonarios para las empresas, precariedad y explotación para las trabajadoras
Todo esto ocurre mientras las empresas adjudicatarias (Fissa Finalidad Social, OHL-Ingesan y Clece) se embolsan partidas millonarias por prestar estos servicios. Entre estas tres empresas se han llevado más de 17 millones de euros por la prestación de este servicio, lo que contrasta con la precariedad de las trabajadoras de sus plantillas. Por su parte, la dirección de la UMA, con el Rectorado al frente, está jugando el papel de guardián de los beneficios millonarios de las empresas subcontratadas, y dejando en la estacada a las trabajadoras en su lucha. Incluso la propia dirección de la Universidad ha interpuesto una denuncia contra las trabajadoras.
Es una vergüenza que se privatice un servicio tan esencial y que, posteriormente, se intente amedrentar mediante maniobras legales a todos aquellos que luchan en defensa de unas condiciones de trabajo dignas. Haciendo gala de cinismo y demagogia, el Rectorado, junto con los medios de comunicación, no sólo han planteado que esta huelga es “un asco” por la basura que se acumula en la Universidad, sino que ha llegado a plantear una supuesta relación entre la extensión del coronavirus en las facultades y la huelga de limpieza. Es insultante que los mismos que aplaudieron los recortes en el personal sanitario o que no movieron ni un dedo cuando se despedían a miles de profesores, o quienes defienden una universidad para la elite, ahora culpen a trabajadoras en lucha por unas condiciones de trabajo dignas del crecimiento de una grave crisis sanitaria. ¡Los responsables del Coronavirus son quienes durante años han recortado y privatizado la sanidad pública!
La lucha es el único camino
Desde el Sindicato de Estudiantes, Izquierda Revolucionaria y Libres y Combativas enviamos todo nuestro apoyo y solidaridad con esta huelga y todas las acciones que están protagonizando, como los encierros, concentraciones y demás movilizaciones. La única forma de doblegar los intereses de las empresas, de lograr un convenio colectivo único y la contratación directa de los trabajadores por parte de la empresa, es con la lucha y la movilización de las trabajadoras afectadas. Las y los estudiantes estaremos a vuestro lado. ¡Ni un paso atrás!