Los pasados días 7 y 8 de abril irrumpió en el barrio del Cabanyal un pequeño ejército dirigido por Rita Barberá.
Este ejército formado por la policía municipal, el cuerpo de policía
nacional y varias excavadoras, tenía la misión de comenzar el derribo
del barrio pero, después de enfrentarse a la fuerte voluntad de los
vecinos y simpatizantes de esta lucha, sólo pudieron derribar unas
casas, mientras que la fuerte muralla construida con la voluntad de
estos ni siquiera se balanceó, a pesar de la brutalidad policial que
sufrieron.
Desde el Sindicato de Estudiantes denunciamos la salvaje represión a la
que han sido sometidos los vecinos y la gente que junto a ellos, de una
forma absolutamente pacífica, haciendo sentadas, han defendido sus
derechos de no ser expropiados y tirados de su barrio como si fueran
basura. Una vez más, los cuerpos de represión del Estado han demostrado,
con una claridad innegable, cual es su papel, obedecer y defender los
intereses de los ricos y los empresarios violando los derechos
democráticos de los vecinos, lejos, años luz de su tan repetido como
falso 'papel social' de proteger y servir al pueblo. También denunciamos
la escandalosa manipulación informativa de Canal 9, estos ofrecieron la
tergiversada visión de una batalla campal que comenzaron los vecinos y
simpatizantes en una ola de violencia y que, por ello, "la policía se vio
obligada a intervenir de manera tan violenta".
Los vecinos llevan años soportando miserias que provienen desde el Ayuntamiento como, dejadez de solares vacíos, introducción de tráfico de drogas y de gente problemática, además de la criminalización del sector más combativo, entre otras argucias. Nos solidarizamos por completo con las reivindicaciones de los vecinos del barrio, que piden una rehabilitación urgente de éste para vivir en condiciones dignas, rehabilitación sin derribo donde los vecinos participen activamente y donde prevalezcan sus intereses. Todo lo contrario al modelo de rehabilitación del Ayuntamiento, que busca quitarles sus medios de vida y conseguir el máximo beneficio económico para sus bolsillos y los de sus amigos capitalistas.
La lucha organizada y masiva en la calle, como ocurrió el 31 de enero en el barrio o como también, las masivas manifestaciones en la ciudad de Valencia a lo largo del año 2009, en defensa de la educación y las manifestaciones contra la corrupción, son la verdadera amenaza para el gobierno municipal. La única salida, tanto para combatir los planes de derribar, como para las otras carencias que tanto aquejan a la sociedad valenciana: 1300 barracones en IES y falta de cientos de plazas para profesores, recortes brutales en la sanidad pública y de los gastos sociales, tasas de paro, incluyendo el paro juvenil, jamás vistas, etc. Es el momento para que las organizaciones de izquierdas y los sindicatos tomen una actitud combativa y movilicen el grueso de la sociedad, es decir, los trabajadores, unificando todas las demás reivindicaciones del pueblo valenciano y uniéndolas a un plan de movilizaciones para acabar con la política nefasta de la derecha y mejorar las condiciones de vida de todos, el Sindicato de Estudiantes se compromete en esta lucha.
Los vecinos llevan años soportando miserias que provienen desde el Ayuntamiento como, dejadez de solares vacíos, introducción de tráfico de drogas y de gente problemática, además de la criminalización del sector más combativo, entre otras argucias. Nos solidarizamos por completo con las reivindicaciones de los vecinos del barrio, que piden una rehabilitación urgente de éste para vivir en condiciones dignas, rehabilitación sin derribo donde los vecinos participen activamente y donde prevalezcan sus intereses. Todo lo contrario al modelo de rehabilitación del Ayuntamiento, que busca quitarles sus medios de vida y conseguir el máximo beneficio económico para sus bolsillos y los de sus amigos capitalistas.
La lucha organizada y masiva en la calle, como ocurrió el 31 de enero en el barrio o como también, las masivas manifestaciones en la ciudad de Valencia a lo largo del año 2009, en defensa de la educación y las manifestaciones contra la corrupción, son la verdadera amenaza para el gobierno municipal. La única salida, tanto para combatir los planes de derribar, como para las otras carencias que tanto aquejan a la sociedad valenciana: 1300 barracones en IES y falta de cientos de plazas para profesores, recortes brutales en la sanidad pública y de los gastos sociales, tasas de paro, incluyendo el paro juvenil, jamás vistas, etc. Es el momento para que las organizaciones de izquierdas y los sindicatos tomen una actitud combativa y movilicen el grueso de la sociedad, es decir, los trabajadores, unificando todas las demás reivindicaciones del pueblo valenciano y uniéndolas a un plan de movilizaciones para acabar con la política nefasta de la derecha y mejorar las condiciones de vida de todos, el Sindicato de Estudiantes se compromete en esta lucha.