¡Hasta septiembre no volvemos a las aulas!

El pasado 26 de mayo, el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, hacía público un llamamiento dirigido al Gobierno central para que autorice la vuelta a clase a los y las estudiantes de 2º de bachillerato a partir del 1 de junio.

La solicitud informal, con tres días laborables vista, es toda una declaración de intenciones, que se ha visto reafirmada tras la Resolución respecto al fin del curso, publicada un día después. A Díaz Ayuso le da absolutamente igual que la Comunidad de Madrid haya sido la zona cero de la pandemia con cerca de 12.000 muertos por COVID19. Para la derecha nuestras vidas, las medidas de seguridad en nuestros centros de estudio o que recibamos una educación de calidad es lo de menos: cueste lo que cueste hay que reactivar la economía para que sus amigos de la patronal sigan amasando beneficios y para ello, hay que enviar a los hijos e hijas de los trabajadores de vuelta a clase para que sus padres y madres no pidan permisos retribuidos. Así lo confirmaba la propia Ayuso: “Yo también me hubiera quedado esperando, pero, es cierto que, según me he ido reuniendo con distintos sectores económicos, hay que tomar una decisión”. Está claro a quién sirven y protegen.

Los responsables del desmantelamiento de la educación pública y su demagogia

Haciendo uso de la demagogia que le caracteriza, el Partido Popular al frente de la CAM ha planteado que la medida de reabrir los centros tiene como objetivo “ayudar” a aquellos estudiantes que se han quedado fuera del sistema educativo durante la pandemia ya sea por la falta de recursos materiales y tecnológicos o la marginalidad social. ¿De qué ayuda nos habla el PP cuando son los culpables directos de la situación de emergencia social que vive la educación pública madrileña?

Seamos claros. Ayuso y Ossorio sólo están preocupados por sus negocios y por los de los empresarios de la privada-concertada. Por eso ponen una pistola en la cabeza a los y las estudiantes más golpeados por la brecha social que existe en el sistema educativo, quienes venimos de los barrios obreros y nos colocan ante una disyuntiva: si no volvéis a las aulas –además en unas condiciones de gran peligro sanitario– vais a perder cualquier oportunidad de entrar a los estudios superiores. Sabemos perfectamente que estas “clases de refuerzo” para que los alumnos de 2º de Bachillerato –por muy voluntarias que digan que sean– puedan preparar la EBAU no van dirigidas a los jóvenes que se envuelven en la bandera de España en Núñez de Balboa y que nutren los institutos de la elite. Para ellos, su acceso a la Universidad está asegurado.

La derecha es experta en derramar lágrimas de cocodrilo –como bien demostró la presidenta de la CAM en la misa por los fallecidos en La Almudena– mientras aplica las más salvajes políticas de recortes y de privatización en la educación pública. Este ha sido el legado del Partido Popular en la Comunidad de Madrid: según CCOO (1), en la CAM se produjo un recorte global del gasto educativo de 447,6 millones durante los años de la crisis económica mientras se incrementaba en 70 millones el gasto para los conciertos educativos, más de 70.000 niños y niñas de Madrid han perdido las becas comedor por los recortes en los últimos años. Durante la crisis del Coronavirus, la Consejería de Educación ha suspendido los contratos relacionados con los servicios de comedores en los centros públicos y cerraban acuerdos chanchulleros con Telepizza y Rodilla; han cancelado la atención educativa a los alumnos con necesidades especiales y han despedido a más de 15.000 educadores infantiles. Han condenado a nuestros padres a los ERTEs y los despidos, a nuestros abuelos y abuelas a una muerte segura en los centros de mayores y han enviado a la clase trabajadora a las colas del hambre.

Y tras todo esto, Díaz Ayuso –la misma que vive a cuerpo de rey en un apartamento de lujo pagado irregularmente– nos habla de “ayudar a los estudiantes”. No se puede ser más sinvergüenza.

Rescatar a la educación pública y no a los bancos

La derecha, la patronal y los capitalistas quieren que esta crisis –una vez más– la paguemos la juventud y la clase trabajadora. Pero la comunidad educativa hemos levantado nuestro rotundo rechazo a estos planes. Estudiantes, profesores, madres y madres sabemos que la única forma de garantizar una educación pública y de calidad el próximo curso es poniendo en marcha un plan de rescate para la educación pública. Si no se revierten los recortes, si no se contrata a centenares de miles de profesores –CCOO ha señalado que se deberían contratar al menos 165.000 maestros a nivel estatal para enfrentar el curso 20/21– y se toman las medidas sanitarias necesarias en nuestros institutos y facultades, será totalmente imposible que aquellos que venimos de familias trabajadores superemos esta situación. ¿Cómo si no vamos a recuperar el curso perdido por la pandemia? ¿Cómo si no vamos a poder respetar las medidas del distanciamiento social básico? Imposible.

El Partido Popular ha dejado más que claro que seguirá hacia delante con sus planes clasistas tanto en el terreno educativo como sanitario. Para frenar a la derecha y su ofensiva reaccionaria contra nuestros derechos más básicos no hay que mirar hacia otro lado, ¡hay que aplicar políticas de izquierdas en beneficio de las familias obreras y la juventud! Por eso, el Gobierno de coalición debe invertir el 7% del PIB en la educación pública de forma urgente, suspender definitivamente la EBAU –empezando por la de este año–, derogar las contrarreformas y acabar con el regalo de dinero público a la jerarquía de la Iglesia Católica y a los empresarios de la privada. Un auténtico escudo social debe garantizar una educación 100% pública, gratuita y de calidad.

Frenar a la derecha y sus políticas con la lucha y la organización

Los ejemplos de los y las estudiantes en Euskadi –donde desde Ikasle Sindikatua convocamos huelga estudiantil indefinida– o Galiza, que con su negativa de volver a las aulas en estas condiciones han hecho fracasar los planes del PNV y el PP gallego, son una gran inspiración para la juventud madrileña. La petición de Ayuso al Gobierno para que permitiera –aún en fase 1– la vuelta a clase de los estudiantes de segundo de bachillerato ha sido rechazada, pero sin lugar a dudas volverá a la carga en las próximas semanas.

Desde el Sindicato de Estudiantes dijimos que no volveríamos a clase hasta septiembre y así lo mantenemos. Que no le quepa la menor duda a Díaz Ayuso, que los estudiantes, profesores y padres y madres, lucharemos contra quienes pretenden poner en riesgo nuestra salud y nuestro futuro tanto ahora como en septiembre. ¡La lucha es el único camino!

(1) Informe de CCOO: Crisis económica y financiación educativa: evolución de la inversión (2009-2013)

http://www.te-feccoo.es/wp-content/uploads/2016/07/Informe_Crisis_economica_y_financiacion_educativa__evolucion_de_la_inversion_2009-2013-1.pdf