Entrevistamos a Aranzazu Burgos, portavoz del AMPA del CEIP Montelindo, en Bustarviejo – uno de los centros en lucha contra estas medidas antidemocráticas.

 Las familias del CEIP Montelindo han protagonizado una rebelión ejemplar contra las reformas educativas y las imposiciones autoritarias del PP. Ya en julio destacaron por su insumisión a la reválida, a la que se negaron a presentar declarándose en huelga 27 de las 30 familias que forman la comunidad educativa de este pequeño colegio. Cómo respuesta, la Comunidad de Madrid ha decidido retirar a la directora de este centro para imponer un nuevo director externo, fiel a la administración.

Nuevamente la comunidad educativa, con las familias a la cabeza, está desarrollando movilizaciones para defender el control democrático sobre el centro y su proyecto educativo: un proyecto de vanguardia pedagógica de referencia para otros centros. Pero el caso del CEIP Montelindo no es el único que ha sufrido la represión política por parte de la Consejería de Educación. Al cierre del curso la persecución política del PP contra los centros que alimentan la marea verde se ha saldado con al menos 47 directores sustituidos por directores leales al gobierno corrupto del PP. Hablamos con Arantxa Zuburgus, madre de uno de los alumnos y miembro del AMPA del CEIP Montelindo. A continuación reproducimos la entrevista:
Este curso se ha cerrado con la imposición autoritaria 47 directores elegidos a dedo por la Consejería del Partido Popular. El CEIP Montelindo ha sido uno de los afectados. Imágenes del nuevo director escoltado por la policía y la Guardia Civil a la entrada del colegio y vuestra protesta ante esta injusticia han recorrido las redes. ¿En qué situación os encontráis ahora mismo?
Ahora mismo seguimos un poco en la misma situación, luchando las familias del CEIP Montelindo para conseguir que no se nos imponga ningún director a dedo, que no se nos imponga a nadie sin tener en cuenta la opinión de la comunidad educativa. Desde las familias del centro pedimos que se nos tenga en cuenta a la comunidad educativa a la hora de decidir quién va a ser el director o directora de nuestro centro; pero eso no es así, es algo que esta impuesto desde la administración.
Os habéis encerrado hace poco verdad ¿Verdad?
Fue una de las primeras acciones que hicimos cuando supimos la noticia de que nuestra directora la habían suspendido en el tribunal y vimos lo que iba a pasar. Hicimos esta acción para visualizar el desacuerdo, que fue encerrarnos en el centro en cole en apoyo a nuestra directora.

¿Conseguirá la administración imponer a su director?

Estamos positivos. Creemos que la consejería se dará cuenta de la situación que vivimos en la Comunidad de Madrid y en los 47 centros de educación, y creo que en algún momento tiene que haber una respuesta. No lo vamos a consentir, no vamos a consentir que esto suceda. Esperamos que esto ocurra y se nos de una solución. 

Todos los afectados insisten en la motivación política de estos nombramientos. ¿Se ha penalizado a los centros identificados con la marea verde?
Nosotros sacamos un comunicado en el que hablábamos de este tema. Creemos que muchos factores son los entran en juego, obviamente algún motivo tiene que haber cuando la administración decide que quiere quitar a un director o directora de un centro. Obviamente detrás de esto tiene que haber una intencionalidad, porque sino no se comprende que hayan quitado a la directora del centro: tiene una valoración de 11 sobre 15 en su proyecto, con un informe favorable, toda la comunidad educativa está contenta con el trabajo que se venía haciendo durante este año, un centro que durante un montón de años está trabajando de esta forma. No tiene sentido que un centro en el que cada año aumentan las matriculas, en el que hay un buen clima y una buena relación de la comunidad educativa, suceda esto.
Y, cómo es conocido, las familias del centro ya se plantaron ante la revalidas ¿No es así?
Sí, hubo personas que sí que ejercieron su derecho a huelga. Los datos de seguimiento que se hicieron públicos no los dimos desde el centro, pero obviamente muchos centros ejercieron su derecho a huelga.

El colegio Miguel Hernández en Getafe, que es uno de los más señalados por las protestas que han protagonizado desde el primer momento contra la imposición a dedo de un nuevo director, han logrado su objetivo: los dos nuevos directores impuestos por la Consejería han dimitido y finalmente ha sido el candidato de la comunidad educativa del centro quién asumirá la dirección. ¿Que supone esa victoria para vosotros?

Para nosotros, aparte de ser una alegría tremenda que otro centro que ha luchado un montón consiguiera, sobre todo de cara al exterior, que se escuche a la comunidad educativa y que se escuche qué quiere el centro, para nosotros es una victoria también. Porque el Miguel Hernández somos todos y todas. El Montelindo somos todos y todas, y cualquier centro que ahora mismo este viviendo esta situación somos toda la comunidad educativa. Es un éxito claro.
Aunque la victoria en el Miguel Hernández es una gran noticia para todos los que defendemos la educación pública y democrática lo cierto es que hay aún muchos otros centros que no han solucionado su situación. ¿Pensáis que sería necesario unificar las luchas de todos los centros para conseguir lo que pedís?
Por supuesto que sí. Cuantas más seamos y más unidas estemos, muchísima más fuerza tenemos. No es una voz aislada, ni un caso particular. Esto no ha ocurrido en un centro, ha ocurrido en 47 y nos tememos que va a ocurrir en más centros y el año que viene volverá a pasar porque, tanto en el Miguel Hernández como en nuestro caso, si esto no se soluciona y escuchan nuestro rechazo a esta imposición y a este proceso antidemocrático, el año que viene muy probablemente nos tengamos que ver en la misma situación hasta que este mecanismo antidemocrático termine. Obviamente según la forma en la que ahora se deciden los nuevos directores, en la que en el tribunal que evalúa a los directores o directoras hay una mayoría de la administración - tres de la administración y dos no de la administración-, obviamente quien va a decir y quien siempre tiene la última palabra es la administración. Me temo que hasta que no consigamos cambiarlo la situación se va a repetir. De hecho en el colegio Montelindo mañana tenemos una concentración en frente a la Consejería de Educación y uno de nuestros lemas es que Bustarviejo y el colegio Montelindo somos todos y todas. Esto es una reivindicación para todos los centros.


La imposición de directores a dedo es una parte de los ataques del Partido Popular pero este fin de curso ha terminado también con cierre de aulas, fusión de centros y planes para desmantelar la Universidad Complutense. ¿Es necesaria una respuesta más contundente por parte de la comunidad educativa? ¿Pensáis que hace falta volver a las calles?


Yo creo que sí. Tal y cómo está la situación hace falta una respuesta porque estamos hablando de un derecho fundamental que es la educación. Un derecho fundamental que no debería ser una cuestión política, sino una cosa a la que todos deberíamos tener acceso, y una educación de calidad, una educación digna. Una educación pública en la que la comunidad educativa tiene voz, tiene capacidad de decidir y tiene capacidad de autogestionarse. No podemos permitir el desmantelamiento de la educación pública en favor de otros modelos.