CONTRA EL DESMANTELAMIENTO DE LA UNIVERSIDAD REY JUAN CARLOS
En los últimos dos años hemos podido ver como las políticas educativas del Partido Popular no han hecho otra cosa que degradar la calidad de la escuela pública y proponer nuevas leyes educativas que buscan devolvernos al sistema educativo que existía bajo la dictadura franquista. La recuperación de las reválidas, la financiación de las escuelas que segreguen por razón de sexo, o el convertir en evaluable nuevamente la asignatura de religión son buena prueba de este retroceso.
Los ataques a la universidad pública no son distintos, donde ya venimos sufriendo diferentes procesos de privatización de servicios, recortes en la inversión pública, subidas impagables de las tasas, recortes en las becas, despido de profesores y el cierre de titulaciones e incluso de campus enteros.
En el caso de la Universidad Rey Juan Carlos, los servicios que la universidad debería proporcionar también son realizados por empresas privadas (cafetería, reprografía, bedeles, limpieza, etc.), con la pérdida de calidad en el servicio que todos podemos comprobar diariamente; puesto que el objetivo prioritario de los dueños de estas empresas no es dar un servicio de calidad en la universidad, sino obtener los máximos beneficios económicos posibles.
A principio de curso ya vivimos en la universidad una huelga de las bedeles, que se enfrentaban a un ERE del 30% y que gracias a la movilización de las trabajadoras consiguieron frenar.
En este caso son las trabajadoras de limpieza las que sufren un nuevo ataque a sus condiciones laborales, ya que su empresa plantea un ERE del 60%, echando a la calle de esta manera a 82 de las trabajadoras. Por este motivo han decidido convocar una huelga para los días 10, 11 y 12 de junio.
En la URJC, desde hace años, se aplica una política de privatización y precarización que degrada las condiciones laborales de los trabajadores de la universidad y los profesores, que muchas veces cobran con retraso, y año tras año sufren nuevos despidos. Las consecuencias de estas medidas son la masificación de las aulas, el deterioro de las instalaciones y el empeoramiento de las condiciones en las que estudiamos. Por si esto fuera poco, en la URJC también tenemos que enfrentarnos a una política sumamente antidemocrática, en la que se impide difundir mediante carteles a los colectivos de alumnos sus ideas y actividades y en la que se convocan elecciones en verano para evitar la participación de los estudiantes.
Desde el Sindicato de Estudiantes mostramos todo nuestro apoyo a la huelga y pensamos que sólo mediante una lucha contundente se podrá defender los intereses de las trabajadoras, que son los de la universidad pública. Si las bedeles de la universidad consiguieron frenar los ataques que recibieron mediante la lucha, las trabajadoras de limpieza también pueden conseguirlo siguiendo su mismo ejemplo.
Otras luchas ejemplares como la de basuras y limpieza viaria de Madrid, la del barrio obrero de Gamonal en Burgos y la marea blanca muestran que ese es el único camino para defender de manera efectiva nuestros derechos.
Estudiantes, profesores y otros trabajadores de la universidad tenemos que unir nuestras fuerzas a la lucha de las limpiadoras, ya que este ataque nos afecta a todos, reduciendo la calidad de la universidad pública que tanto costó construir.
Rechazamos el ERE y todos los recortes a los servicios de la universidad. La alternativa que los compañeros del Sindicato de Estudiantes defendemos es que la universidad contrate directamente a los trabajadores y no use una empresa de intermediaria, que en definitiva lo único que hace es aprovecharse del trabajo y de las condiciones laborales tan duras que sus empleados tienen que soportar para sacar un beneficio extra nada productivo.
Desde el Sindicato de Estudiantes también planteamos a los sindicatos de trabajadores (CCOO, UGT, CGT…) que convoquen una huelga general en la Universidad Rey Juan Carlos para defenderla del proceso de desmantelamiento que está sufriendo, ya que este no es el primer ataque: en los últimos años se han despedido cientos de profesores, han empeorado las condiciones laborales de los trabajadores, se han cerrado 10 titulaciones en el campus de Vicálvaro y ahora la reducción de la plantilla de limpieza. Mientras tanto las tasas universitarias siguen subiendo y las becas se reducen. Estamos ante un auténtico desmantelamiento de la universidad pública, por lo que debemos extender esta lucha para defender nuestra universidad.
¡NO AL ERE! ¡NO A LA EXTERNALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS!
¡FUERA EMPRESAS DE LA UNIVERSIDAD!
¡OBREROS Y ESTUDIANTES, UNIDOS Y ADELANTE!
¡AFÍLIATE AL SINDICATO DE ESTUDIANTES Y LUCHA POR TUS DERECHOS Y UN FUTURO DIGNO!
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