El pasado 27 de Febrero se celebró en la Facultad de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid un acto sobre la lucha por los derechos de la mujer trabajadora ayer y hoy con más de 50 asistentes.
Precisamente, en el contexto actual de ataques generalizados a la clase trabajadora y en el que el Partido Popular quiere arrebatarnos todos los derechos conquistados en las calles, los derechos de la mujer trabajadora también están en el punto de mira de la derecha. La Ley del Aborto de Gallarón, que pretende eliminar el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, es un perfecto ejemplo de cómo el PP quiere satisfacer a la jerarquía de la Iglesia Católica a cualquier precio, aunque esto signifique un retroceso de décadas en cuanto a derechos democráticos se refiere.
En el acto tomó la palabra en primer lugar la compañera Kutxi, de la Comuna, Presxs del franquismo, que hizo un repaso histórico de la situación de la mujer trabajadora desde el franquismo hasta ahora. La compañera explicó cómo la incorporación de la mujer al mundo laboral se dio en un momento en el que la situación de ascenso de la economía demandaba de más mano de obra. En el caso de las mujeres se trataba de mano de obra aún más explotada y sin ningún tipo de derechos. Pero fue precisamente su incorporación al trabajo y las organizaciones obreras, el punto de partida para la lucha en defensa de sus derechos. Si algo quedó claro en la intervención de la compañera Kutxi, es que todos y cada uno de los derechos conquistados en las últimas décadas han sido el fruto de la lucha y la movilización de jóvenes y trabajadores en las calles.
Por otro lado, la compañera Ana García, Secretaria General del Estudiantes, pudo tomar la palabra para explicar cómo los ataques actuales a la mujer trabajadora forman parte de la ofensiva general contra los trabajadores: los recortes a la sanidad o la educación, la reforma laboral o la Ley Mordaza forman parte de esta oleada de ataques que pretende devolvernos a la época en la que sólo tenía derechos quien podía pagarlos
La compañera pudo explicar cómo la nueva Ley del Aborto del Ministro Gallardón perjudicará fundamentalmente a las mujeres trabajadoras: las mismas que sufren las consecuencias de todas las políticas de recortes del PP. Las familias trabajadoras son las que están siendo golpeadas por el paro, las que son desahuciadas, a las que se les niegan las ayudas para los libros de texto de sus hijos: estas familias tendrán que hacer frente al mantenimiento de sus hijos sin la menor garantía en muchos casos de que esos niños puedan crecer con las mínimas condiciones materiales para tener una vida digna. A diferencia de la mayoría, las familias con dinero sí que podrán afrontar sin problemas el mantenimiento de un hijo con todos los medios a su alcance, además de poder - tal y como se hacía en el pasado – enviar a sus hijas al extranjero para poder abortar en las mejores condiciones. Esa no será, lamentablemente, la suerte que correrán la mayoría de las mujeres que tendrán que abortar en clínicas clandestinas en condiciones que pondrán en riesgo su salud y que podrán ser castigadas por la ley por hacerlo.
En el transcurso del acto hubo muchas intervenciones por parte de los asistentes para insistir en la vergonzosa doble moral del gobierno del PP y de la jerarquía de la Iglesia que no tiene reparo en presentarse como “defensores de la vida” mientras condenan con sus políticas a millones de personas a una vida de miseria y precariedad.
En el cierre del acto los compañeros aprovecharon para hacer un llamamiento a todos los presentes a salir a las calles en la próxima huelga convocada por el Sindicato de Estudiantes para los días 26 y 27 de marzo contra las políticas educativas del PP que pretenden devolvernos a los años 50 cuando sólo los ricos tenían garantizado el derecho a la educación. Exactamente igual que en el resto de luchas sociales que vivimos en estos días, la movilización y la lucha contundente en las calles es el único camino: por tanto la defensa de los derechos de la mujer y de toda la clase trabajadora pasan por este importante requisito.
¡La lucha sirve! ¡La lucha sigue!