¡Ni un desahucio más! ¡Ninguna familia sin luz o agua!
¡Fuera PP! ¡Fuera Convergencia!

El pasado 29 de abril el gobierno del PP paralizó en el Tribunal Constitucional varios artículos de la Ley contra los desahucios y la pobreza energética aprobada por el Parlament de Catalunya. El gobierno del PP muestra de nuevo con esta medida que defenderá hasta el último momento los intereses de bancos y multinacionales. Esta ley, impulsada por la PAH, ha sido consecuencia de una movilización masiva y contundente, contando con un abrumador apoyo del conjunto de la sociedad.


43 deshaucios y 440 cortes de suministro al día…
 

Desde el inicio de la crisis se han producido en Catalunya 98.000 desahucios, estando a la cabeza junto a Andalucía en el ranking de lanzamientos en el Estado español. Tan sólo el año pasado se llevaron a cabo en Catalunya 15.557, ¡¡una media de 43 al día!! La tasa de pobreza se ha disparado, afectando ya a un 26,7% de la población catalana, con más de 300.000 personas sufriendo pobreza energética. Personas a las que empresas multimillonarias cortan el suministro sin preguntar antes siquiera si los habitantes de la vivienda están enfermos, son desempleados, mayores o niños. ¡Que falta de escrúpulos!
…mientras las eléctricas y sus directivos se forran

Esta situación contrasta con los ingentes beneficios de las eléctricas, 4,2 millones de euros (un 18% más que en 2014), y con los salarios millonarios de sus directivos. El propio Presidente de la patronal española, Joan Rosell, defensor acérrimo de bajar los salarios para ser competitivos, obtuvo una subida de sueldo de Gas Natural de un 64%, de 127 mil a 208 mil euros. Un dinero procedente de las cada vez más abultadas facturas que esquilman los bolsillos de millones de familias en todo el Estado, al tiempo que eas mismas empresas subcontrataban masivamente todos los servicios a empresas auxiliares, recortando personal y salarios de forma generalizada. ¡Nos explotan como consumidores, y como trabajadores!

¡No nos engañan! ¡El PP impugna y Convergencia no aplica!

La aplicación de la ley durante sus seis meses de vigencia ha resultado limitada, con obstáculos constantes por parte de los bancos aprovechando todo tipo de triquiñuelas legales. Pero en el caso de la Generalitat su actuación ha sido completamente nula. Ayuntamientos del cambio como el de Barcelona, que han presionado logrando la cesión de algunas viviendas por parte de los bancos y que incluso han abierto expedientes sancionadores a alguna entidad financiera, se han quejado de la completa inacción de la Generalitat. 

 Sin embargo, tras el recurso del PP a la ley y la suspensión de algunos de sus artículos, el presidente Puigdemont ha tenido el cinismo de salir en defensa de la misma, organizando cumbres y haciendo grandes declaraciones contra dicha impugnación y el derecho a una vivienda digna de todos los catalanes. Es precisamente Convergència uno de los primeros responsables por la lamentable situación que padecen millones de familias sin acceso a la vivienda, habiendo combatido con saña, con los Mossos d’Esquadra a la cabeza, a la PAH y a todos aquellos que hemos luchado para evitar los desahucios. Desde 2010 recortaron un 60% el presupuesto en Vivienda y suprimieron, inmediatamente llegaron al poder, y contando con los votos del PP, una Ley de 2007 que preveía algunas medidas sociales para evitar el drama de los desahucios. Incluso el propio Puigdemont siendo alcalde de Girona apoyó públicamente el brutal desahucio de un bloque de viviendas en Salt ocupado por la PAH que acogía a 15 familias y 21 niños. ¡Y ahora se atreve a llorar lágrimas de cocodrilo por la impugnación del PP! ¡No nos engaña!

Hay que acabar con los desahucios y la pobreza energética

 La movilización y la lucha masiva en las calles impulso cambios de gobierno en muchos ayuntamientos. Estos ayuntamientos han aumentado los recursos en la lucha contra la exclusión social y están tratando de impulsar políticas que permitan hacer frente al drama de los desahucios. Pero, tal y como ya ha indicado la PAH de Barcelona, dichas medidas no son suficientes ante la dimensión del drama social que se vive. En Barcelona continúan produciéndose una media de 8 desahucios diarios mientras la especulación inmobiliaria se ha disparado aumentando el precio de los alquileres en 2015 un 23% y mientras 28.000 personas esperan para obtener una vivienda de protección oficial. Es inaceptable que un banco como el BBVA, por citar solo uno, que dispone de más de 1000 pisos vacíos en Barcelona ciudad, sólo haya cedido al ayuntamiento 67. ¡Una auténtica burla!
Los gobiernos del cambio fueron aupados gracias al enorme poder de la movilización de en las calles, y solo podrán avanzar basándose en esa palanca, la organización e intervención activa en los asuntos públicos, es decir en el Gobierno, del conjunto de los trabajadores y la juventud. No basta con la política institucional, ni con la astucia y capacidad para negociar tanto en el ámbito institucional, como con respecto a bancos o eléctricas. El único lenguaje que entienden estos señores es el de la calle, el de la lucha consecuente para arrancarles su poder y privilegios.
El ayuntamiento Barcelona, y el resto de ayuntamientos del cambio como el de Sabadell o Badalona, deben encabezar una movilización contundente y continuada, impulsar la organización del movimiento basándose en la enorme fuerza de las PAHs y Plataformas surgidas estos años al calor de la lucha, obligando así a bancos y multinacionales no solo a cumplir esta ley, lo que sería un enorme paso adelante, sino forzar la expropiación sin indemnización de todas las viviendas vacías e impulsar la nacionalización de eléctricas y restantes empresas multinacionales que ofrecen servicios básicos. Tal y como ha demostrado la lucha de la PAH, ese es el único camino.

¡Así se han parado miles de desahucios! ¡Desobedeciendo a las puertas de muchos hogares a policía, jueces, y en definitiva al conjunto del sistema!
¡Sí se puede!