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¡No tienen vergüenza! Después de las imágenes que hemos podido ver por la televisión, y sobre todo en internet, maquillar el intento fallido de desalojo de la acampada de Barcelona a través de una brutal intervención policial como una operación de limpieza es bochornoso. No menos bochornoso que hacer un repaso de los reportajes periodísticos de las concentraciones y manifestaciones de ayer convocadas por el movimiento 15M en las distintas ciudades, y saltarse Málaga en todas las crónicas.

Lo que pasó ayer 27 de mayo en Málaga es algo que quieren ocultar a toda costa. Pero es complicado ocultar la manifestación más numerosa celebrada en esta ciudad desde el movimiento masivo contra la guerra de Iraq. Una manifestación con más de 20.000 participantes es, posiblemente, la segunda manifestación más numerosa en las dos últimas décadas. Cuando llegamos al Corte Ingles de la Avenida de Andalucía, la manifestación ocupaba los tres carriles de la calle. El recorrido planteado, giraba en el mastodóntico edificio para volver a la Plaza de la Constitución. Los manifestantes no nos podíamos creer lo que estábamos viendo, habíamos conseguido rodear por completo el edificio y la cabecera saludaba enérgicamente a los manifestantes del otro lado. “Corte Inglés, te tenemos rodeado” gritaban miles y miles de personas entusiasmadas por esa demostración de fuerza. “La culpa es, de los capitalistas” se gritaba también señalando al edificio, símbolo de las grandes empresas del Estado español.

“Todos somos Plaza Catalunya”

Algunos periódicos locales, en sus páginas webs anunciaban que la manifestación arrancaba con 300 personas. A lo largo de la tarde tuvieron que corregir, y ya hablaban de miles y miles. Cuando volvimos a entrar en la Plaza de la Constitución, lugar donde se mantiene la acampada desde el pasado día 15 de mayo, hubo que esperar 30 minutos a que entrara la cola de la manifestación para poder leer el manifiesto que se había preparado. En esta ocasión, el llamado “baile de cifras” siempre destacado por los medios de comunicación entre convocantes y autoridades es curioso. Este “baile” varia según el medio, pero no entre convocantes y manifestantes sino que nadie parece ponerse de acuerdo. “1.600 según las autoridades, 10.000 según los organizadores” reza en las dos líneas dedicadas al tema en el último párrafo de la sección de Andalucía de EL PAIS. “6.000 según las autoridades, 15.000 según los organizadores”  escriben en el periódico MALAGA HOY. “No se cuantos sois, pero sois muchos y nosotros no tenemos efectivos suficientes para cubrir esto bien” decía un policía local mirando la manifestación según entraba en la calle Hilera.

Pero no solo quieren ocultar su tamaño, también su carácter. Cuando el compañero designado por la comisión de Prensa de la Asamblea empezó a hablar, dedicó sus primeras palabras a la represión en Barcelona. ¡SI TOCAN A UNO, NOS TOCAN A TODOS! No cabía nadie más en una Plaza que se nos había  quedado pequeña, y todos empezamos a gritar con fuerza “Todos somos Plaza Catalunya”. Cuando se comenzó a leer el texto con las ocho reivindicaciones básicas del movimiento, la gente aplaudía a rabiar. Reivindicaciones contra el paro, contra los despidos, contra regalar el dinero a los banqueros haciendo pagar la crisis a los trabajadores, contra el corrupto tinglado político que facilita todo esto a través del monopolio de las decisiones entre unos pocos, a sueldo de los que nos mantienen explotados, divididos y con el miedo metido en el cuerpo. Pero ese miedo se ha roto.

Huelga, huelga, huelga general

Cuando se terminó de leer el comunicado, el compañero hizo un llamamiento a la participación en la Asamblea diaria celebrada a las 19 h. en la Plaza, en la que durante toda la semana miles de personas han participado. Después, volvió a insistir en una idea que ha tomado mucha fuerza en las asambleas desde el día 20, “todas estas protestas, deberían confluir en una gran HUELGA GENERAL que deje claro al gobierno quien manda aquí”. Toda la Plaza, coreo con voz alta y clara “HUELGA GENERAL, HUELGA GENERAL”.

Este punto es fundamental, y en la Asamblea de Málaga del movimiento 15M se ha hablado de ello hasta la saciedad, en las comisiones, en las reuniones de la Asamblea, unos con otros, en las listas de correo, en los foros… ¿Cómo seguimos con este movimiento? Desde que en la masiva reunión de la Asamblea del día 21 de mayo se aprobó incluir como reivindicación del movimiento 15M en Málaga la exigencia de la convocatoria de una nueva HUELGA GENERAL y se creó la comisión de Movimiento Obrero de la Asamblea para unificar esta movilización con los trabajadores en las empresas, hemos ido a los polígonos, centros comerciales, gasolineras, edificios públicos, al puerto, al aeropuerto y un total de unas 40 empresas de Málaga a defender nuestras propuestas. Nos jugábamos mucho, porque es totalmente vital para este movimiento sumar más sectores sociales, desde pensionistas a parados, desde autónomos a comerciantes, estudiantes e inmigrantes, pero sobre todo es vital sumar  a los sectores con más peso y fuerza en la sociedad, que una vez movilizados y convencidos darían un carácter imparable al movimiento y harían posible que nuestras reivindicaciones se consiguieran, y estos son los millones de trabajadores que hacemos que todo funcione, que producimos y sin los cuales no es posible organizar la sociedad.

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Durante esta dura semana de convocatoria, algunos compañeros  que se estaban dedicando a intentar organizar la movilización y el movimiento en algunos barrios, que contactaban con muchas sensibilidades distintas, empezaron a dudar de si era adecuado o no destacar tanto en la propaganda la consigna aprobada de la HUELGA GENERAL. Otro sector de compañeros, los dedicados a ir a las empresas, de contactar con los trabajadores, y los compañeros también encargados de extender y convocar en barrios obreros como La Palmilla o La Luz, íbamos convenciéndonos, sobre la base de la experiencia y la acogida de la consigna, de su corrección y el efecto tan positivo que estaba teniendo en la gente de cara a la masividad de la movilización del viernes.

Una acogida entusiasta entre los trabajadores

Las noticias iban llegando. Un piquete de compañeros de la Asamblea fueron a repartir al Parque Tecnológico, recinto que alberga empresas con casi 10.000 trabajadores. Empresa tras empresa, durante los tres días repartos organizados allí, nos encontrábamos lo mismo. Entusiasmo, la gente nos paraba para hablar, debatir, preguntarnos que estábamos proponiendo, incluso miembros de los comités de empresa nos fotocopiaban gratuitamente las hojas para repartirlas entre las plantillas. La sencilla hoja y el cartel editado el lunes, orientada sobre todo a sumar a los trabajadores y con la consigna de “HACIA LA HUELGA GENERAL” ha sido repartida de una forma tan masiva, que es casi imposible saber cuantas se han hecho. Desde la Asamblea hemos conseguido sacar los recursos para editar 20.000 hojas y 4.000 carteles. Esto ha sido posible porque la simpatía de miles de trabajadores es tal, que hemos podido hacer fotocopias gratuitas en muchas empresas, hemos tenido descuentos en las copisterías de hasta el 50%, y mucha gente que se acercaba a la Plaza, se llevaba un par de hojas o carteles, las fotocopiaba y volvía con un taco de 200 o 300. Pero eso solo fue una parte.

La gente se ofrecía voluntaria para repartir, pero no aceptaba llevarse muchas hojas. Solo cogía una hoja o un cartel, y con su propio dinero y esfuerzo se comprometía a repartir unos cuantos cientos en su trabajo o su barrio. Realmente no podemos saber cuántas hojas se han repartido y cuantos carteles se han pegado, pero nos despertábamos cada día con un nueva zona empapelada de carteles sin saber muy bien quien lo había hecho. Seguimos extendiendo la convocatoria. Los polígonos de La Estrella, el Viso, Guadalhorce, repartos por el centro, a los camareros, el reparto en gasolineras. Siempre el mismo resultado, “déjame unas pocas, que yo las reparto”. Hemos vivido situaciones incluso inesperadas, como cuando dos compañeros decidieron entrar en la comisaría central de Málaga, hoja en mano, a repartir a los policías que estaban trabajando allí. La sorpresa que se llevaron cuando un agente les pidió la hoja y el cartel y les dijo “déjamela, yo las fotocopio y se la meto a todos en las taquillas de los vestuarios”, esto ha sido una grata sorpresa. En más de una ocasión, un grupo de compañeros ha organizado algún reparto en alguna zona, y se ha tenido que volver con el viaje en balde porque se ha encontrado la zona empapelada y repartida masivamente, “viajes en balde así, te alegran la mañana”.

La aceptación entre los afiliados a los grandes sindicatos de clase, ha sido espectacular. Pese a la postura oficial de la dirección, de que no hay fuerza, que no se puede luchar, ese discurso desmovilizador que tanto daño está haciendo, los militantes de los sindicatos también nos han abierto las puertas y facilitado el trabajo muchísimo. Dos compañeros se metieron al Corte Ingles, preguntaron  a un encargado si podía repartir a los empleados, “Por supuesto que no” le dijo en voz alta y clara para que todos los presentes le escucharan. “Vete a la puerta de empleados ahora, que va a salir un turno entero” le dijo en voz baja casi inaudible. Al día siguiente el comité de empresa sacó un comunicado titulado “TENEMOS QUE HACER UN 15M EN EL CORTE INGLES”.

La velocidad con la que esta propaganda se ha extendido, ha hecho que haya sido la más masiva en la convocatoria de la manifestación del viernes 27. Esto generó un debate entre los compañeros. Efectivamente, hay sectores sociales entre los que la consigna no cala de la misma manera. Después de discutirlo, algunas veces incluso de forma acalorada, llegamos a la mejor conclusión posible, que cada compañero, sin contradecir lo decidido en la Asamblea, destacara en la propaganda a repartir la consigna que mejor creyera que iba a llegar a la gente con la que iba a trabajar. Al final, de forma generalizada, prácticamente todos los compañeros hemos repartido de todas las hojas y carteles que se han editado. Si sumamos todos los tipos de propaganda y multiplicamos por las copias que se han repartido de cada una, la cifra es incalculable.

El esfuerzo de todos, ha merecido la pena. La masividad de la manifestación ha demostrado que hemos conseguido llegar a la gente con todas las reivindicaciones, que hemos seguido generando una simpatía muy grande entre todos los sectores, que ninguna consigna ha sido contraproducente. Compañeros que habíamos polemizado durante la semana, nos abrazábamos orgullosos de lo que todos hemos conseguido juntos. QUE GRANDE ES ESTE MOVIMIENTO y que peligroso es para los poderosos. Si conseguimos fundirnos con los sectores sociales fundamentales, tal y como lo estamos haciendo, como ha demostrado la manifestación en Málaga, la respuesta de miles de trabajadores que acudieron a defender a los acampados de Barcelona y las concentraciones de decenas de ciudades en todo el Estado celebradas ayer, los cimientos de esta sociedad podrida que prima el beneficio de unos pocos imponiendo el sufrimiento a la mayoría van a temblar con una fuerza irresistible.