15M: Por los derechos de la juventud, contra los recortes sociales y la dictadura de los banqueros
¡Extender las movilizaciones ganando el apoyo de los trabajadores!
¡Por la Huelga general!
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Desde el día 15 de Mayo decenas de miles de jóvenes, estudiantes, trabajadores, parados y pensionistas hemos ocupado las plazas públicas y tomado las calles de numerosas ciudades en el Estado español convirtiéndonos en una referencia de lucha dentro y fuera de nuestras fronteras. En Grecia y en Francia también se han producido manifestaciones masivas, de cientos de miles en el caso griego, contra el mismo enemigo: la dictadura de los banqueros y la política de recortes sociales.
Un movimiento con un contenido de izquierdas y anticapitalista
La profundidad y extensión de la movilización ha puesto de relieve el rechazo de la mayoría al capitalismo y a un sistema político que sólo defiende los intereses de los poderosos y, lógicamente, ha generado una reacción visceral de la derecha y sus medios de comunicación que no han tardado en criminalizarnos utilizando la represión para intentar desalojarnos de las plazas. La decisión, arrojo y valentía de la juventud defendiéndose de la brutalidad policial en Plaza Catalunya y otras ciudades, ha sido la mejor forma de desenmascarar la hipocresía de CiU y del PP. Estos elementos han dejado claro de que lado están: de los “mercados”, de la banca, a favor de los recortes sociales y las privatizaciones. Partidos que siguen sin condenar los crímenes de la dictadura franquista y que están anegados de corrupción no pueden darnos ninguna lección de democracia.
En muchas de las asambleas que se han celebrado en estas semanas, al igual que en las manifestaciones y concentraciones la mayoría de los planteamientos defendidos son de izquierdas. Ha sido público y notorio la defensa de reivindicaciones contra la dictadura de los banqueros y a favor de la nacionalización de la banca; contra el desempleo masivo y los Eres; en defensa de la educación y la sanidad pública y de calidad; contra las medidas de ajuste y el trasvase de dinero público a las grandes empresas; contra el fraude del sistema político del capitalismo, dónde las decisiones fundamentales que afectan a la vida de de millones son tomadas por los grandes poderes económicos y ratificadas por los políticos que siguen sus dictados. Ese ha sido el sentir de la inmensa mayoría de los que hemos participado en las asambleas, manifestaciones y concentraciones de estos días. La crítica, como es lógico, ha sido rotunda contra el gobierno del PSOE y sus medidas contra la mayoría de la población y en exclusivo beneficio de los de siempre. Esa es la explicación de la debacle que han sufrido en las elecciones del pasado 22M y del avance de la derecha, que lejos de ser un asunto sin trascendencia supone una seria amenaza para nuestro movimiento y los derechos de la mayoría de la población.
Si este ha sido el sentir mayoritario, también hemos podido escuchar a compañeros planteando que el movimiento 15-M debe situarse al margen de la “derecha o la izquierda”, o defendiendo el “apoliticismo” de nuestra lucha. Desde el Sindicato de Estudiantes hemos combatido esta idea día tras día: ¿Cómo que nuestra lucha no es política? ¿Acaso hacer manifestaciones, concentraciones, o acampadas reivindicativas no es hacer política? Evidentemente si. Extender prejuicios contra la política, o incluso negar el derecho a que organizaciones de la izquierda intervengan lealmente en el movimiento planteando propuestas en positivo para hacer avanzar la movilización, es claramente perjudicial para conseguir nuestros objetivos.
Nuestros enemigos están organizados y tienen ideas políticas muy concretas. ¿Acaso nosotros no tenemos la obligación también de organizarnos y defender ideas que beneficien a la mayoría? Es cierto que debido al abandono que los jóvenes y los trabajadores hemos sufrido por parte de las direcciones sindicales y de los grandes partidos de la izquierda durante mucho tiempo, se ha generado un ambiente de frustración y rechazo hacia la “política oficial”. Pero no por eso debemos dejar de señalar que la responsabilidad de que nos encontremos sin casa, sin trabajo y con las pensiones en entredicho, es del sistema capitalista y de aquellos partidos y organizaciones que lo defienden. La democracia sin justicia social no es real. Si queremos democracia real necesitamos transformar la sociedad, y eso significa dotarnos de un programa de izquierdas y anticapitalista que defienda nuestros intereses y derechos.
Continuar la lucha incorporando a la clase trabajadora
Para hacer crecer el movimiento 15M y conquistar las demandas defendidas en las asambleas, necesitamos extender la lucha y ganar el apoyo de la clase obrera. La participación del movimiento obrero dará un carácter aún más masivo a nuestra movilización. Y no sólo eso. Lograr su solidaridad e implicación activa, confluyendo en una gran huelga general, es la clave para hacer realidad las aspiraciones de estas semanas.
Esta idea ha sido recogida con fuerza por la Asamblea de Málaga, que convocó el pasado 27 de mayo una manifestación en la que un eje central fue la propuesta de convocatoria de una huelga general de 24 horas. La respuesta a la llamada a esta movilización fue impresionante: más de 20.000 personas abarrotaron las calles, convirtiendo la manifestación en una de las más masivas en la historia de la ciudad. Esta orientación es la que debe adoptar la coordinación de asambleas de todo el Estado que tuvo su primera reunión el pasado 4 de Junio en Madrid. La propuesta de organizar una movilización unitaria en todo el Estado para el día 19 de junio y dar continuidad a la lucha es un paso adelante. Pero al mismo tiempo hay que exigir a las direcciones de CCOO y UGT que abandonen su postura de pactos con el gobierno y la patronal, de “paz social” y desmovilización. Tenemos que obligar a los grandes sindicatos que rectifiquen su estrategia ya, y que impulsen la organización de una gran huelga general en coordinación con el movimiento del 15-M y el conjunto de las organizaciones políticas y sindicales de la izquierda
Desde el Sindicato de Estudiantes que participamos activamente en las movilizaciones y en el movimiento 15-M, pensamos que este es el camino: ampliar y extender nuestra lucha al conjunto de la juventud y los trabajadores, paralizar la vida social y económica para parar los ataques y hacer realidad nuestras reivindicaciones. Esta es la experiencia positiva que nos transmiten nuestros compañeros en Grecia, en Portugal, en Francia y el mundo árabe.
• Retirada inmediata de todos los planes de ataque contra la juventud y las familias trabajadoras.
• No a los recortes presupuestarios en sanidad, educación y en las prestaciones sociales.
• Basta de regalar dinero público a los banqueros, empresarios y especuladores. ¡Que se nacionalice la banca para emplear los recursos de todos en obras públicas, sanidad y educación, dando empleo a millones de parados.
• No a la contrarreforma laboral y el despido barato. No al recorte de las pensiones y a la ampliación de la edad de jubilación.
• Contra el paro: subsidio de desempleo indefinido de 1.100 euros al mes hasta encontrar un puesto de trabajo. Reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales sin reducción salarial.
•¡Por una vivienda digna! Nacionalización de las grandes constructoras para crear un gran parque público de viviendas en alquiler a un precio no superior al 10% del SMI.
• Inicio de un plan económico para crear empleo (inversiones en infraestructuras, servicios sociales y otras industrias) no basado en los intereses de los capitalistas sino en los intereses de la mayoría.
• Incremento drástico de los impuestos a las grandes fortunas, a los beneficios empresariales y a la banca. Combatir el fraude fiscal y la fuga de capitales con la confiscación de los patrimonios y de las cuentas de los ricos implicados.
• Basta de represión contra la juventud.
¡Como en Portugal, Francia, Grecia y el mundo árabe!
¡Contra el capitalismo y su crisis!
¡No a la dictadura de los banqueros, no a los recortes sociales!
¡Impulsar el movimiento con nuevas acciones y manifestaciones que confluyan en una nueva huelga general!