El drama de los desahucios sigue afectando a miles de hogares de  familias trabajadoras. Según datos de la Coordinadora de Vivienda, integrada por la PAH y Stop Desahucios, en la Comunidad de Madrid se ejecutan 10.000 desahucios cada año.
 
Uno de los últimos ha sido el de Fátima y sus dos hijas de 7 y 5 años. Han sido desahuciadas de su vivienda en Parla, una ciudad de trabajadores del cinturón rojo de Madrid, por orden de Bankia, protagonista del mayor rescate bancario que nos ha costado la nada despreciable cantidad de dinero público de más de 40.000 millones de euros, de los que al menos 16.000 se consideran irrecuperables por parte del propio gobierno del PP. Fátima fue desahuciada a pesar de haber intentado, en varias ocasiones, llegar a un acuerdo con Bankia para acceder a un contrato de alquiler social, pero la entidad se negó a facilitar esa solución.
 
La dureza con la que actuó la policía nacional causando seis heridos y movilizando seis furgonetas para imponer la voluntad de Bankia contrasta con el trato recibido por los acusados de llevarla a quiebra y sus cómplices del Banco de España, que campan a sus anchas por la calle sin ningún tipo de problema ni de control judicial, a pesar de que las informaciones indican que miraron a otro lado en el desastre de la fusión de las cajas y su posterior salida a Bolsa.  
 
Fátima es victima de violencia de género por lo que la protección que tendría que haberle proporcionado el Ayuntamiento y los Servicios Sociales de Parla y la Comunidad de Madrid tendrían que haber evitado su desahucio. Sin embargo, no han movido un dedo, culpando a Fátima de su situación. Y todo esto en el marco de una campaña contra la violencia que sufren las mujeres a la que se ha sumado el PP, y que muestra cual es la auténtica cara de sus políticas y su manera de imponerlas por la fuerza. No podemos olvidar que Parla está gobernada por el PP en insultante minoría (20 concejales de izquierda contra 7 del PP), debido al consentimiento de IU-PSOE-Mover Parla-Cambiemos Parla (PODEMOS).
 
Pero el de los desahucios no es el único problema que tienen los vecinos de Parla. Según un informe de CCOO, de sus 130.000 habitantes, casi 11.400 están en paro (diciembre de 2016), 32.000 se encuentran por debajo del umbral de la pobreza y 11.000 de la pobreza extrema.  “Es la ciudad de la Comunidad de Madrid de más de 20.000 habitantes, sin contar la capital, donde más familias tienen concedida la Renta Mínima de Inserción, una prestación que pueden solicitar personas y familias sin ingresos o con ingresos muy precarios y que no pueden garantizar la cobertura de sus necesidades básicas vitales. En este momento casi 1.500  familias tienen concedida dicha prestación.” Según el INE, la renta media familiar por individuo es de 8.121€ (2013), una de las más bajas de la Comunidad de Madrid. Datos de la plataforma Urge Parla indican que hay entorno a 500 niños sin luz ni calefacción en sus viviendas.
 
Los desahucios lo sufre una clase determinada, la clase trabajadora, que ha sido fuertemente golpeada por una crisis que dura ya diez años y que cada vez se recrudece más. Fátima y sus hijas han sufrido un desahucio por no tener los recursos necesarios para hacer frente al alquiler de la vivienda, eso es lo que hace a las mujeres trabajadoras indefensas frente al maltrato y el abuso. Basta ya de lágrimas de cocodrilo de la derecha cada vez que hay un asesinato machista. Los bancos y la derecha son responsables de estas víctimas mortales y de todas aquellas que se encuentran atrapadas ante el maltrato. 
 
¡No más desahucios!
¡Basta de hipocresía de la derecha! 
¡Los recortes y los desahucios son violencia machista!
¡Nos queremos vivas, libres y combativas!