Desde el pasado 28 de marzo los trabajadores subcontratados y falsos autónomos de Telefónica en Madrid están en huelga indefinida. Una semana después, el día 7 de abril, la huelga se extendía al resto del Estado convirtiéndose en un conflicto de grandes dimensiones que ponía en jaque al gigante de las telecomunicaciones.

Las reclamaciones de los trabajadores son simples, exigen que Telefónica reconozca la responsabilidad que tiene con su personal técnico y se digne a reconocer al comité de huelga como interlocutor válido en una mesa de negociación. Aunque el conflicto arranó contra la última rebaja en el contra la última rebaja, una vez los trabajadores se vieron unidos, han decidido ir a por el convenio, para mejorar sus condiciones de vida: jornadas de 40 horas, dos días de descanso y sueldos dignos. Que los falsos autónomos sean incluidos en las plantillas de las contratas directas. Que se acabe la represión contra los huelguistas y la campaña de criminalización y por último un nuevo convenio de telecomunicaciones y mejores condiciones de seguridad laboral. 


Al mismo tiempo es necesario que se acabe con la figura del falso autónomo, una persona que a pesar de trabajar en una relación de dependencia directa para la empresa es obligado a darse de alta en régimen de autónomo. Sin convenio, sin días de vacaciones ni de asuntos propios, ni seguridad social y con la posibilidad de despido fulminante sin más. La forma de explotación perfecta para capitalistas sedientos de beneficios como los de Telefónica.

Miles de beneficios conseguidos a través de la explotación laboral de los trabajadores subcontratados

movistar 1024x576 foto610x342Telefónica ha destruido directamente 50.000 empleos desde que fue privatizada entre 1994 y 1996. Prejubilaciones, EREs como el que echó a la calle a 6.830 trabajadores entre 2011 y 2013, y también a través de externalizaciones que han precarizado las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados que ahora se han rebelado contra esta situación de explotación. Una movilización histórica de un sector precarizado que ha demostrado que sí se puede plantar cara a empresas como Telefónica, pese a las maniobras de las cúpulas de CC.OO. y UGT.

En el año 2013, Telefónica consiguió 4.500 millones de beneficios, en el año 2014 fueron 3.000 millones y en el primer trimestre del 2015 ha conseguido 1.802 millones, un 2’6% más que en el mismo periodo del año pasado. Pese que los trabajadores subcontratados, técnicos y falsos autónomos, cobran una media de entre 500 y 800 euros, los directivos de la compañía, entre los que se encuentran personas como Iñaqui Urdangarín, el marido de la vicepresidenta del gobierno Sáez de Santamaría, Ivan Rosa, Eduardo Zaplana, ex ministro del PP o el propio Rodrigo Rato, aprobaron una subida de sueldo del 20% en el año 2014. Cesar Alierta, presidente de la compañía, cobró en el año 2014 de Telefónica 6,7 millones de euros, 2’2 millones de euros en concepto de salario, más otros 4.5 millones de euros en otras retribuciones y dietas, sin contar los dividendos en las acciones. Mientras, los trabajadores subcontratados trabajan entre 10 y 12 horas, teniendo que poner coche y gasolina una media de seis días a la semana. La vergüenza de este sistema de injusticias no conoce ningún tipo de límites.

El apoyo de la izquierda que lucha

Los trabajadores subcontratados de Telefónica no sólo han cosechado el apoyo de diversos movimientos sociales, también dirigentes y partidos políticos de izquierdas están apoyando sus reivindicaciones. Por ejemplo, Pablo Iglesias dio todo su apoyo a los trabajadores de Telefónica el pasado 1º de Mayo y PODEMOS les invitó para que plantearan su conflicto en el Europarlamento el día 5 del mismo mes. También Barcelona en Comú, de mano de Ada Colau se ha comprometido a suspender y no renovar la contratación con Telefónica si no respeta las condiciones laborales de sus trabajadores. A este acuerdo se sumaron ERC y las CUP. También Izquierda Unida ha respaldado las movilizaciones de los trabajadores de Telefónica en diversos actos electorales a lo ancho del litoral, como ha hecho PODEMOS y las candidaturas de unidad popular.

La lucha sigue hasta vencer

Un punto de Inflexión en su lucha fue la ocupación del edificio de Telefónica del Portal del Ángel en Barcelona. Esta ocupación obligó a Telefónica a reaccionar y a acordar una reunión con el comité de huelga Sin embargo, en esa reunión, Telefónica echó balones fuera sin aportar soluciones, alegando que el problema está en que hay contratas que dicen que ya tienen un acuerdo con CC.OO. y UGT. El papel jugado por las direcciones de las principales centrales sindicales ha sido lamentable, desoyendo en todo momento las reclamaciones de los trabajadores y firmando en primer lugar un preacuerdo con la empresa y las contratas que no solucionaba absolutamente nada, sin contar con los trabajadores. Finalmente el acuerdo se concreta en mantener el convenio del metal, como ocurre ahora y que las contratas se saltan a la torera de una forma escandalosa.

Las manifestaciones se han ido sucediendo en diferentes puntos del Estado, también sumándose a las de otros colectivos en huelga como los trabajadores de Cocal-Cola en Madrid. También las ocupaciones de tiendas como la que obligó a la empresa a sentarse a negociar se están sucediendo en Bilbao y de nuevo en Barcelona. Desde el día 23 de mayo los trabajadores de Telefónica ocupan la sede del Mobile World Center llenando sus paredes de pancartas reivindicativas y exigiendo una reunión con los máximos responsables de la empresa para poner solución al conflicto que lleva ya dos meses y no da señales de finalizar. Los preacuerdos firmados por las cúpulas de CC.OO. y UGT supusieron un resurgir de la lucha de los trabajadores, enfadados por el hecho de que no se les tuviera en cuenta. Además, por si no fuera suficiente la negociación a espaldas de los trabajadores, éstos denuncian que las subcontratas alegan que no pueden hacer frente a las mismas por causas económicas. Los trabajadores han dicho que no van a renunciar a ninguna de las mejoras que les brinda el convenio del metal: fuera destajo, 1407 euros brutos al mes, 8 horas de jornada, 2 días libres, vacaciones, coche de empresa, etc.

La revolución de las escaleras continúa su lucha. El pasado 27 de mayo un amplio grupo de trabajadores de las subcontratas de Telefónica de Madrid se presentó a las puertas del local donde se celebraba el Consejo Federal de Industria para entregar a los miembros de éste, un llamamiento de la Asamblea de técnicos y falsos autónomos subcontratados de Telefónica-Madrid dirigido a los dos grandes sindicatos, CC.OO. y UGT. Varios delegados sindicales de los que estaban en el consejo les expresaron su solidaridad y su indignación con lo que estaba haciendo la dirección de su sindicato. También han conseguido cerrar tres días consecutivos el museo de telefónica de la Gran Vía, ante el miedo de los miembros de seguridad que creían que iban a ocupar la tienda. La lucha no parará hasta que sus reclamaciones sean resueltas. Telefónica puede jugar al desgaste e intentar romper la lucha, pero enfrente tiene a unos trabajadores dispuestos a plantar cara hasta el final.

¡Viva la lucha de los trabajadores subcontratados y falsos autónomos de Telefónica!
¡Por unas condiciones de trabajo dignas para la clase trabajadora!
¡Viva la revolución de las escaleras, viva la marea azul!

Caja de Resistencia

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  • Galicia: ES76- 2080-0085-8430-4001-6800

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  • Huelva: ES04-2100-7173-73-0100075570

  • Jaén: ES04-0073-0100-5105-3626-8138

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  • Sevilla: ES81-2100-7337-3102-0005-0792

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