La información cada vez más documentada del caso Bárcenas y la implicación con los máximos dirigentes del PP ya son un escándalo de repercusión internacional. The Washington Post, Le Figaro, The Times, Le Monde o The New York Times, son algunos de los medios de mayor renombre que ponen negro sobre blanco lo que ya todos sabíamos: Que el PP se ha estado financiando ilegalmente durante más de 20 años gracias a los donativos de grandes empresarios; que además con parte de estos donativos, que eran la “tajada” que se entregaba al PP por las obras públicas concedidas, se pagaban además sobresueldos a la cúpula del PP, esos mismos que han dicho hasta la saciedad que “no venían a la política para enriquecerse”. Si algo queda claro de todo esto es que el Partido Popular es el agente directo de los grandes poderes económicos, de la banca, de los empresarios, y que gobierna en su exclusivo beneficio.

Bárcenas ha confesado ante el juez lo que desde el PP se estaba tratando de evitar a toda costa durante los últimos meses. Primero pagando abogados, despacho, chófer y aparcamiento a Bárcenas. Después con una comunicación fluida, amistosa y reconfortante entre el mismísimo Mariano Rajoy y Bárcenas, para finalmente, según el propio Bárcenas, recurrir a las amenazas puras y duras a través de intermediarios “Si hablas, tu mujer irá a la cárcel. Si callas, Alberto Ruiz-Gallardón será destituido en el último Consejo de Ministros antes de vacaciones y tu tema se archivará en septiembre por nulidad”

Tras todo este baile entre Bárcenas y sus compañeros de partido, finalmente el ex–tesoresro del PP ha optado por comenzar a tirar de la manta. Y lo ha hecho a lo grande. En primer lugar entregando la semana pasada los papeles originales de la contabilidad “B” del Partido Popular que la prensa hizo públicos el pasado mes de febrero, y que todos los dirigentes del PP decían que no existían y era una invención; y después declarando ante el juez que no sólo existía una doble financiación, sino que también añadía que en 2010 él mismo entregó 50.000 euros en billetes de 500 euros y sobres marrones a Maria Dolores de Cospedal y a Mariano Rajoy.

Ahora desde la dirección del PP se empeñan en decir que Bárcenas es un delincuente y un mentiroso. Es curioso que hasta que no ha empezado a hablar las consideraciones de los dirigentes de la derecha hacia él eran muy distintas. Sin embargo quienes ahora llaman a Bárcenas mentiroso son los mismos que decían que Rajoy llevaba sin comunicarse con Bárcenas desde navidades. Desgraciadamente para el Partido Popular con la publicación este domingo por parte del diario El Mundo de los SMS entre ambos, se puede ver cómo Rajoy y Bárcenas mantenían una cordial relación con intercambios de mensajes hasta al menos el 14 de Marzo de 2013. Con las últimas informaciones periodísticas y su declaración ante el juez, Bárcenas está dejando claro al menos dos cosas: Uno, que por supuesto es un delincuente, y dos, que en la dirección del Partido Popular abundan las personas de su misma condición. 

Mentiras, tratos de favor y corrupción 

Parece ser que esta es la moneda de cambio habitual que se mueve en las altas esferas de la sociedad, donde los máximos dirigentes del PP se codean con la élite de multimillonarios que pagan por adelantado los servicios que a corto plazo les prestaran alegremente desde el gobierno. Por eso cuando se trata de destruir la sanidad y educación públicas, recortar las prestaciones por desempleo, dinamitar los convenios colectivos, continuar desahuciando a los más desfavorecidos, o dejar sin becas de comedor a niños de 8 y 9 años, a estos mercenarios del gran capital no les tiembla el pulso lo más mínimo.

Si algo está quedando especialmente claro con todo este escándalo es el fraude del sistema democrático bajo el que vivimos, donde demagógicamente y cada cuatro años se intenta dar la apariencia de que con nuestro voto individual vamos a determinar algo, cuando ahora podemos ver con total nitidez cómo la realidad es muy distinta. Son los grandes empresarios y banqueros los que toman las decisiones y escriben de antemano las leyes que luego sumisamente este gobierno pone en marcha. Es la dictadura del capital financiero, desnuda, la que aparece ante los ojos de millones de jóvenes y trabajadores que tenemos que soportar ataques, recortes e insultos, mientras nos sermonean con eso de que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”.

Por una alternativa de izquierdas consecuente

Ante el alcance de estas revelaciones, la reacción de la dirección del PSOE en absoluto ha estado a la altura de las circunstancias. Como ya sucediera en febrero de este año, cuando se publicaron en la prensa por primera vez los “papeles de Bárcenas”, Alfredo Pérez Rubalcaba ha vuelto a pedir, no la dimisión del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas, sino únicamente la dimisión de Mariano Rajoy.

Es del todo incomprensible que ante la aparición de cada vez más pruebas que implican a toda la dirección del Partido Popular en estas prácticas, desde Ferraz se trate de crear un cordón sanitario para que el escándalo se quede limitado únicamente a la persona de Mariano Rajoy.

Cada vez parece más claro cómo el problema de fondo en la dirección del PSOE es que si ellos fueran colocados en el Gobierno, la política que llevarían adelante no se diferenciaría tanto de la que tenemos que soportar actualmente. De hecho los llamamientos constantes por parte de Rubalcaba a los pactos con el PP son una cantinela que día sí y día también hemos tenido que oír durante los últimos meses, algo que no para de ahondar la desafección de los trabajadores y la juventud hacia el Partido Socialista.

Si el PSOE quiere reconciliarse con los cerca de 5 millones de votantes que dejaron de apoyarles en las elecciones de 2011, debería dejar de dar balones de oxígeno a un gobierno moribundo que se mantiene en el poder por la inercia parlamentaria y por la falta de un llamamiento desde la izquierda para salir a la calle masivamente y exigir la convocatoria de elecciones anticipadas.

Desde el Sindicato de Estudiantes también queremos señalar el silencio de los dirigentes de CCOO y UGT ante esta situación escandalosa. ¿Acaso no hay motivos para impulsar la movilización masiva contra un gobierno deslegitimado y contrario a los intereses de la mayoría de la sociedad. ¿A que esperan Toxo y Méndez? Estamos convencidos de que si por parte de CCOO y UGT se organizará una Huelga Genera de 48 horas exigiendo la convocatoria de elecciones inmediatas, a este gobierno no le quedaría más remedio que dimitir de manera inmediata y ceder ante un clamor cada vez más sentido entre toda la población .

Los llamamientos que desde Izquierda Unida se están haciendo exigiendo la dimisión del Gobierno son el camino que, además de confluir con el sentir de todos los movimientos sociales en lucha, necesitamos para poder acabar con esta situación de pesadilla. Izquierda Unida debe llamar a la movilización en las calles, en confluencia con todas las Mareas. Hay que ocupar las calles, las plazas, como hicimos con el 15M, como se ha hecho en Egipto y en Brasil, para obligar a dimitir al peor gobierno que hemos tenido que soportar en 35 años y crear las condiciones que den paso a un gobierno de izquierdas que aplique una política de izquierdas, en primer lugar deshaciendo todos los recortes y ataques que este último año y medio han hundido las condiciones de vida de millones de personas en todo el Estado, y en segundo lugar legislando a favor de la mayoría y no de los ricos y privilegiados de toda la vida.

El Sindicato de Estudiantes contribuirá con todas sus fuerzas a esta lucha para lograr la dimisión del gobierno.