El jueves pasado se celebró una nueva Asamblea de profesores, de representantes de zona y de centros, para decidir definitivamente acerca de la huelga en la enseñanza pública madrileña frente a los brutales recortes del Gobierno de Esperanza Aguirre. Finalmente en dicha Asamblea no se tomó una decisión definitiva, quedando pendiente para el lunes cuando se produzca una nueva reunión de todos los sindicatos de la enseñanza madrileña.

En la Asamblea de, y según datos facilitados por los sindicatos, la opción mayoritaria por parte de los profesores (con un 57,3%) era convocar tres días seguidos de huelga, 20, 21 y 22 de septiembre. Frente a la postura de los sindicatos a favor del hacer huelga el 14 de septiembre, los profesores argumentaron que esa fecha no era la que quería el profesorado, y que además ese día en muchos Institutos sólo hay presentaciones (lo que quitaría fuerza a la huelga al quedar reducida en la práctica a unas horas) y además en 19 localidades madrileñas es festivo.

En la reunión se desprendió que el sentir manifestado por el profesorado en la masiva Asamblea del día 31 de Agosto, representaba ampliamente al conjunto de los profesores madrileños, ya que la propuesta de tres días de huelga fue ampliamente aclamada también en esta ocasión. A pesar de todo esto, los dirigentes sindicales apelaron a la falta de consenso impidiendo que se saliera de una “asamblea decisoria” con un fecha concreta y clara de huelga.

Desde el Sindicato de Estudiantes creemos que esta política de dilaciones no contribuye a fortalecer la lucha, generando enorme insatisfacción entre el profesorado, tal y como pudo percibirse entre los representantes de zona y centros. Es evidente que los profesores quieren luchar, y lo quieren hacer en serio, tal y como han demostrado las masivas asambleas, y la inmensa concentración celebrada el 7 de septiembre. Frente a esta situación los dirigentes sindicales deberían transmitir confianza, y basándose en la enorme disposición a luchar que existe entre el profesorado, y a través de la participación democrática, algo enormemente positivo y que ha dado enorme fuerza al conflicto, orientar la lucha haciéndose eco de las propuestas que se han puesto encima de la mesa mayoritariamente por los profesores.

Ayer debería de haberse concretado ya un calendario de paros y movilizaciones, concretamente los tres días de huelga planteados mayoritariamente por el profesorado. Plantear que no había aún consenso para decidir supone dar un respiro a la Comunidad de Madrid, cuando había representantes elegidos en cientos de asambleas representando a miles de centros y profesores.

Otro de los argumentos que machaconamente se repitieron desde la mesa, fue la necesidad de la unidad sindical. Evidentemente dicha unidad es muy positiva, pero para ello es necesario que todos los sindicatos también expresen de forma abierta, transparente y honesta, sus perspectivas para el conflicto y hasta donde están dispuestos a llegar. La unidad, y las supuestas diferencias que se puedan dar entre los diferentes sindicatos, no deben suponer postergar decisiones que son asumidas por el conjunto del profesorado. Si algún sindicato no esta de acuerdo con lo que plantea mayoritariamente el profesorado, lo que debe hacer es decirlo, y eso sí, tras la decisión adoptada mayoritariamente, acatarla y trabajar por el éxito de la misma. Por otro lado creemos que la voz de estudiantes y padres debería estar presente en las Asambleas, siendo esta la mejor forma de contrarrestar las calumnias y la campaña mediática orquestada por la Comunidad de Madrid.

Es evidente que existe desconfianza hacia las direcciones sindicales, producto de los errores cometidos en el pasado, así como de la tibieza que a estas alturas siguen manteniendo los dirigentes sindicales a nivel estatal respecto a plantear una lucha seria y decidida contra los salvajes recortes que venimos sufriendo día a día. En este sentido, y en relación con el sector educativo, es necesario plantear ya una jornada de huelga a nivel estatal, ya que los distintos recortes planteados por diferentes Comunidades Autónomas son parte de una estrategia coordinada para destruir la educación pública en beneficio de los empresarios de la privada-concertada.

Desde el Sindicato de Estudiantes creemos que los sindicatos de clase, construidos con el sacrificio y sudor de millones de trabajadores, son instrumentos fundamentales para los trabajadores de cara a defender nuestras condiciones de vida y los derechos que tanto ha costado conquistar, y que están cercenando a marchas forzadas. Frente a la salvaje campaña antisindical impulsada desde los medios de comunicación y la derecha, que en última instancia busca imponer los recortes sin que los jóvenes y los trabajadores respondamos en la calle, los dirigentes sindicales deben responder rompiendo inmediatamente con la política de pactos y paz social, con la que sólo se han cosechado retrocesos, y practicando un sindicalismo democrático, de clase y combativo. De esta manera el conjunto de la clase obrera y sus organizaciones podrán hacer frente con fuerza y confianza a la patronal y a la derecha, abriendo el camino para derrotar los ataques y planes de ajuste.  

Desde el Sindicato de Estudiantes estamos participando en todas las movilizaciones del profesorado, convocando a los estudiantes a participar en las huelgas, manifestaciones y asambleas planteadas de cara a echar atrás los recortes de Esperanza Aguirre. Por otro lado hemos convocado a los estudiantes a una huelga a nivel estatal el 6 de octubre para frenar los mayores recortes sufridos por la educación en 30 años y en defensa de una educación pública, gratuita y de calidad. Llamamos a los sindicatos de clase a unirse el 6 de octubre convocando a los profesores de todo el Estado a la huelga, y hacer frente así, de forma contundente y colectivamente, a la batería de medidas impulsadas de forma coordinada para acabar con la educación pública.