Tras veintidós meses de lucha emblemática en las calles por parte de los trabajadores de Coca-Cola en Fuenlabrada en defensa de sus puestos de trabajo, tras haber ganado cuatro sentencias judiciales a su favor (tres en la Audiencia Nacional y una en el Tribunal Supremo), la multinacional contraataca tratando de criminalizar al portavoz de los trabajadores.
Juan Carlos Asenjo ya ha visto durante todo este conflicto como a él y a algunos de sus compañeros se les intentaba criminalizar judicialmente con las acusaciones más peregrinas, pero en este mismo tiempo estos trabajadores también han visto cómo una tras otra finalmente caían por su propio peso las delirantes imputaciones que se les hacían, siendo desestimadas sistemáticamente por los juzgados.
Aprovechando que el conflicto provocado por la multinacional entra en una nueva fase, la empresa no ha dudado en volver a intentar criminalizar a toda la plantilla a través de los ataques a su portavoz. En esta ocasión se trata de la denuncia que hace la multinacional contra él por haber levantado el “Campamento de la Dignidad” a las puertas de la factoría en Fuenlabrada. Campamento que ha servido de reunión para los cerca de 300 trabajadores despedidos ilegalmente a través de un ERE fraudulento, y con el que han mantenido viva la solidaridad de un gran número de colectivos sociales. Además gracias a la existencia de éste campamento los trabajadores de la plantilla, junto a vecinos y trabajadores solidarios con ellos, han podido evitar los distintos intentos de la empresa por desmantelar la fábrica a escondidas, con nocturnidad y alevosía. ¡Quien debería ser juzgada por todos sus atropellos es la multinacional!, y no los trabajadores que lo único que hacían era defender sus puestos trabajo.
El esperpento de la nueva denuncia judicial se completa con la estridente indemnización que demanda la multinacional, nada más y nada menos que ¡ocho millones de euros! Esta es la demanda económica de una empresa que antes de proceder al ERE ilegal que puso en la calle a más de 1.253 trabajadores, obtenía unos beneficios por su facturación en el Estado español de más de 900 millones de euros.
Esta nueva demanda pretende hundir el ejemplo de lucha que estos compañeros han mostrado durante casi dos años de manera ininterrumpida. Desde el Sindicato de Estudiantes sólo podemos redoblar nuestro apoyo y solidaridad con los trabajadores de Coca-Cola en Lucha que han estado a nuestro lado en las movilizaciones en defensa de la educación pública y que defienden con su lucha, no sólo su puesto de trabajo sino también el futuro de la juventud. Nosotros continuamos a su lado apoyándoles para continuar reivindicando, tal y como ellos hacen, que la reapertura de la fábrica a la que se ha visto obligada la fábrica por la presión de la movilización, lo sea para volver a convertirse en un centro productivo y no un mero almacén logístico.