limpieza ucmDesde hace muchos años el gobierno del PP en la Comunidad de Madrid ha convertido la universidad pública en un pozo lleno de deuda. En el caso de la UCM la deuda asciende a 143 millones de euros. Los impagos a la universidad por parte de la Comunidad de Madrid, a la que la universidad ha ganado 62 sentencias pidiendo ese dinero impagado unido a los grandes costes de las empresas adjudicatarias, ha llevado a una situación insostenible.

 

A pesar de que el mismo rector de la universidad, José Carrillo, ha reconocido en multitud de ocasiones que la reducción de matrículas, producto de los sucesivos aumentos de tasas, afecta a la situación económica de la universidad; el rectorado ha seguido aplicando la misma política priorizando en el pago de la deuda a las empresas privadas antes que en garantizar mejores medios para la UCM. La utilización del dinero para reparar algunas facultades que se están cayendo para financiar la deuda contraída de la UCM, los recortes en reprografía, la eliminación de oficinas de registro en algunas facultades, el aumento de ratios por clases, no tener profesores en algunas asignaturas, etc. conduce a una política común: elitizar la universidad pública y hacerla accesible sólo a los que se la puedan pagar.

Durante estos dos últimos años, los trabajadores de limpieza han sufrido intentos de la empresa para despedir y reducir las condiciones laborales de la plantilla. En esta ocasión la UCM acordó con SOLDENE un contrato por 4 millones de euros, sustancialmente más bajo al ofrecido por el resto de empresas potencialmente adjudicatarias.

Si los propietarios de SOLDENE han podido hacer una oferta tan a la baja, ha sido porque ya tenían previsto un fuerte recorte a sus trabajadores. Recortes que supone la eliminación de sus condiciones laborales y el despido de 6 trabajadoras. Estos despidos se han producido con nocturnidad y alevosía ante el miedo de una respuesta por parte de la plantilla como la que se produjo en el curso 2012-2013.

La única forma, tal como lo demuestran las últimas victorias en los conflictos laborales, de vencer es a través de la lucha contundente. Juntos, los estudiantes y trabajadores, debemos exigir a las autoridades de la UCM la internalización del servicio de limpieza y demás servicios externalizados. En resumen, la contratación directa de los trabajadores de limpieza por la universidad cuyo ahorro podría destinarse a la mejora de las condiciones laborales y de la UCM.

Por ello, tal como explicamos en la asamblea del 7 de octubre, animamos a los compañeros de limpieza a participar en la huelga del 21, 22 y 23 de octubre unidos por una universidad pública al servicio de los trabajadores e hijos de trabajadores y nos ponemos a su entera disposición para apoyarles y difundir entre los estudiantes el conflicto en el que se encuentran.

¡Basta de recortes y precariedad!
¡En defensa de unas condiciones de trabajo dignas!
¡Obreros y estudiantes, unidos y adelante!