Paro brazos caídos 20 de setembro_5La huelga de profesores de infantil, primaria y secundaria del miércoles 21 en Galiza fue un éxito. Por tercera vez en poco más de dos meses, miles y miles de profesores llegados de todos los rincones de Galiza, colapsaron las calles de Compostela. Así empieza el curso político en el País.

Los sindicatos del profesorado cifran el seguimiento del paro en el 75%, afectando de una forma más masiva a infantil y primaria. De hecho, muchos fueron los colegios en los que la práctica totalidad del profesorado secundó la huelga.

La manifestación reunió a cerca de 15.000 profesores, lo que implica que casi la mitad del profesorado no universitario gallego asistió a la misma. La abrumadora mayoría de los trabajadores de la enseñanza que se manifestaron en Compostela tuvieron que trasladarse ahí por sus propios medios (algunos viajando durante más de dos horas de ida y otras dos de vuelta) además de perder en torno a 100 euros de sueldo por secundar la huelga. Estos hechos muestran la disposición a luchar por parte del profesorado, lo que sitúa la movilización en excelentes condiciones para obligar a la Xunta a retroceder.

Por su parte, la Xunta continúa con su campaña de mentiras. El Conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda considera que los profesores han de ser “igual que consecuentes” que el resto de ciudadanos y hacer un esfuerzo en época de crisis. Sin embargo, el Conselleiro debe creer que los empresarios de la escuela privada-concertada no deben realizar también ese esfuerzo ya que este año les ha premiado con más conciertos educativos que el año pasado y les ha hecho un último regalito en agosto, de 220.000 euros. El Conselleiro debe considerar también, que los banqueros, que este año han tenido beneficios record gracias al dinero que el Estado les ha trasvasado (recortándolo, por ejemplo, de la educación pública), tampoco deben compartir ese esfuerzo.

Por su parte, el Director xeral de Centros de la Consellería de Educación, José Manuel Pinal, afirmó que al aumentar a los maestros de infantil y primaria el horario lectivo de 21 a 25 horas semanales se logran 60.000 horas de trabajo más cada semana. En realidad, el Director xeral debería decir que al obligar a los profesores a atender la llegada y salida de los autobuses escolares, recorta 60.000 horas semanales el tiempo destinado a clases de refuerzo, atención a alumnos con necesidades especiales, tutorías, etc.

Cómo continuar

La huelga ha sido un éxito. Pero es evidente que va a ser necesaria una presión mucho mayor para obligar a la Xunta a retroceder. La siguiente fecha es el 27 de septiembre, día en el que se celebrará la segunda jornada de huelga. Es necesario que ésta sea aun más exitosa que la del día 21. Y se puede conseguir. De hecho, si bien en la huelga del 21 el profesorado de infantil y primaria paró masivamente, el seguimiento de la huelga por parte del profesorado de secundaria fue más desigual. Uno de los motivos que explican esto es que el grueso del ataque se ha concentrado esta vez en infantil y primaria (800 de los mil docentes menos este curso se concentran en esos dos tramos educativos). Pero este no es el motivo central. En realidad, lo que explica que en secundaria el paro no haya sido mucho más exitoso ha sido la escasa preparación por parte de los sindicatos del profesorado. En prácticamente ningún instituto se celebraron asambleas de profesores para explicar los motivos de la huelga y la propaganda, salvo excepciones, brillaba por su ausencia. Es cierto que el curso acababa de empezar, pero los sindicatos de la enseñanza poseen una gran cantidad de delegados, que debían haber recorrido de forma militante los institutos convocando asambleas y llamando a la huelga. Esto no ocurrió. En todos los IES hay decenas de profesores afiliados a CIG, CC.OO, UGT y STEG. Hubiese sido perfectamente posible convocar reuniones de afiliados por centro o por concello para discutir y preparar la huelga. El hecho de que a pesar de esto, un sector importante del profesorado de secundaria hiciese huelga, refleja la posibilidad de paralizar completamente los institutos. Muchos de ellos, que asistieron a la manifestación, afirmaban que si bien en su centro en concreto no había habido recortes muy duros, estaban ahí en defensa de la educación pública y en solidaridad con sus compañeros. El punto de partida para paralizar completamente la educación el día 27 es muy bueno. Pero los dirigentes sindicales tienen una gran responsabilidad. Deben poner en marcha toda su ingente maquinaria y recursos, que son muchos, para organizar, antes del día 27, asambleas masivas de profesores por centro de estudio, localidad, comarca, etc e inundar con propaganda no solo los centros de estudio, si no las calles de todos los concellos del país. Y tienen los medios para hacerlo.

Desde el Sindicato de Estudiantes nos ponemos a su entera disposición para colaborar en el éxito de la huelga del 27 y llamamos a los estudiantes de secundaria a sumarse a esta nueva jornada de huelga.

Y tras el 27 de septiembre, la lucha debe continuar hasta obligar a la Xunta a paralizar completamente los ataques. El 6 de octubre, el Sindicato de Estudiantes convoca huelga general estatal de estudiantes de educación secundaria y llama a los dirigentes sindicales del profesorado de Galiza a sumarse a esta fecha, para dar una respuesta unificada a los ataques contra la educación pública y luchar conjuntamente con nuestros compañeros del resto del estado que, como en Madrid, Castilla la Mancha o Navarra, también están llevando a cabo extraordinarias movilizaciones.