El gobierno del PSOE ha lanzado una ofensiva en todos los frentes contra conquistas históricas de la clase obrera. La reforma laboral, que facilita y abarata el despido, y el plan de ajuste, aprobados en 2010 han sido el principio de esta avalancha de ataques.
Ahora pretenden retrasar la edad de jubilación a los 67 años y recortar las pensiones, recortar o eliminar las ayudas al desempleo, y restringir aún más los derechos laborales con la reforma de la negociación colectiva. En definitiva, quieren volver a las condiciones laborales del siglo XIX. No hay dinero para educación, pensiones, pero si lo hay para los banqueros. Los 150.000 millones de euros regalados por Zapatero a la gran banca en los dos últimos años, se ampliaran con un nuevo regalo a las cajas de ahorro, en las que inyectaran miles de millones de euros, para “nacionalizar” las pérdidas y convertirlos en bancos.
El gobierno recien formado de la derecha catalana CiU se ha sumado a esta política reaccionaria, con un plan drástico de recortes sociales, empezando con una reducción de 850 millones en el presupuesto de la sanidad pública.
Ante esta situación, los dirigentes sindicales de CCOO y UGT deberian convocar un plan de movilizaciones con una nueva Huelga General. Lamentablemente, su actitud está siendo diametralmente opuesta: promover un gran pacto social con el gobierno, el PP y la patronal, para acordar “las inevitables reformas estructurales”. Esta estrategia sindical, basada en la negociación sin presión y en la desmovilización de los trabajadores, está condenada de antemano. El gobierno sale ganando con esta política sindical, ya que tanto si hay acuerdo como si no lo hay, los dirigentes sindicales estan ayudando a presentar los ataques como medidas “indispensables” para el “interes general”.
Consideramos que la política de pacto social de los dirigentes sindicales no es el reflejo del ambiente que existe entre los trabajadores y la juventud, ni siquiera reflejo de lo que sienten la mayoría de los afiliados de CCOO y UGT. Hay ganas de luchar, como se demostró con el éxito rotundo de la Huelga General del 29 de septiembre y la masiva participación en las manifestaciones, con más de un millón y medio de manifestantes.
Creemos que es necesario dar un giro sindical a la izquierda. Los dirigentes sindicales deberian salir de las mesas de negociación y convocar una nueva Huelga General de 24 horas. En este sentido, el Sindicato de Estudiantes apoyamos todas esas acciones de protesta que conduzcan a romper la dinámica de pacto social auspiciada por los dirigentes sindicales, poniendo de manifiesto la disposición a la lucha de los trabajadores. En esta dirección está la jornada de lucha del 27 de enero. Especialmente la convocatoria de Huelga General en Euskal Herria por parte de la mayoría sindical vasca (ELA, LAB y otros sindicatos) y la convocatoria de Huelga General en Galicia por parte de CIG, en las que el Sindicato de Estudiantes se ha sumado a la convocatoria. En Catalunya la CGT ha convocado huelga y movilizaciones. El Sindicato de Estudiantes apoyamos la manifestación y hacemos un llamamiento a los estudiantes a participar masivamente.
¡Obreros y estudiantes, unidos y adelante!
¡Únete al Sindicato de Estudiantes para luchar por un futuro digno!
• No al plan de ajuste. Ni Reforma Laboral ni Reforma de las Pensiones. ¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
• Jubilación a los 60 años, con el 100% del salario y contratos de relevo para la juventud en paro
• En defensa de la educación pública, científica, democrática, laica y gratuita. No al recorte de las gasto educativo. No a la privatización de la enseñanza. ¡No a Bolonia!
• Un puesto de trabajo digno al finalizar los estudios, o subsidio de desempleo indefinido de 1.100 euros al mes.
• Ningún recorte en salarios, sanidad, educación y pensiones. Aumento drástico del gasto público en los servicios sociales para dar empleo a cientos de miles de trabajadores y jóvenes licenciados en desempleo
• Aumento drástico de los impuestos a las grandes fortunas, a los beneficios empresariales y a la banca.
• Nacionalización de la banca bajo el control democrático de los trabajadores y sus organizaciones.