Libertad presos políticos · Basta de represión policial
La determinación de millones de jóvenes, de trabajadores, de ciudadanos para conquistar la república por la que el pueblo catalán votó masivamente el 1 de octubre de 2017 y conseguir la libertad de los presos políticos, ha desbordado al régimen del 78.
Enfrentando la mayor campaña de mentiras, desinformación y criminalización, el pueblo catalán ha dado una lección de dignidad. La ola de movilizaciones en las calles desde el 14 de octubre, la toma del aeropuerto del Prat, las imponentes Marxes per la Llibertat, la huelga estudiantil de 72 horas convocada por el Sindicat d’Estudiants, y la huelga general del viernes 18 de octubre que paralizó Catalunya, tienen una trascendencia histórica.
En la huelga general, las manifestaciones batieron récord de participación: más de un millón en Barcelona, y otro millón más en el resto de capitales catalanas y en cientos de localidades. La huelga general fue masiva en la enseñanza pública y la administración; en el comercio (60-80% de seguimiento); en el transporte de viajeros y en el puerto de la capital, dónde los estibadores salieron en una columna masiva hacia la manifestación. Las calles más importantes de Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona apenas tuvieron circulación de vehículos, y hubo cortes de piquetes en más de una decena de carreteras. Según cifras de la patronal PIMEC, en la industria cerraron el 30% de empresas y el 68% de los trabajadores secundó la huelga, mientras que en el sector servicios cerró el 40% de empresas y el 83,8% de los trabajadores pararon.
Estos datos cobran mayor relevancia si tenemos en cuenta que las direcciones de UGT y CCOO no apoyaron la huelga y se refugiaron en las faldas del régimen del 78, de la patronal y de los medios de comunicación.
¡Basta de criminalización contra la juventud! ¡Basta de calumnias y mentiras!
Hemos asistido al levantamiento de un pueblo que lucha contra una sentencia infame y reclama una república que rompa con el régimen del 78. Una sentencia, que como ha señalado también públicamente la PAH, va dirigida contra todos los movimientos sociales y contra los que luchamos en las calles contra la austeridad, los recortes, los derechos de la mujer trabajadora o el cambio climático. Hoy son condenados por sedición los presos políticos catalanes, mañana lo serán trabajadores en huelga o activistas sociales que traten de impedir un desahucio.
La respuesta masiva y pacífica de millones de trabajadores y jóvenes, se ha encontrado con una campaña salvaje de mentiras, calumnias y propaganda españolista, que desde el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria denunciamos alto y claro. Se ocultan conscientemente las enormes movilizaciones de estos días - el Sindicat d’Estudiants organizó dos manifestaciones, el jueves 17 y el viernes 18, con la participación de más de 400.000 jóvenes que marcharon sin ningún incidente – y los medios de comunicación solo muestran contenedores quemados, muchos de ellos por la acción de infiltrados, para poder acusar impunemente al pueblo y a la juventud catalana de ejercer una “violencia” compulsiva. Numerosas organizaciones de derechos humanos han denunciado públicamente la violencia y los abusos policiales, incluidas agresiones a 46 periodistas. Sin embargo, medios de comunicación como La Sexta, omiten cualquier información que contradiga la campaña nauseabunda del Ministerio del Interior de Grande Marlaska.
Es la forma del régimen del 78, del Gobierno del PSOE rendido a él, de Cs y el PP de introducir confusión para ocultar que son ellos los únicos que haciendo uso de lo que llaman “violencia legítima”, impiden a porrazo limpio la democracia y agreden salvajemente a jóvenes indefensos. Su objetivo es intentar aislar la lucha del pueblo de Catalunya del resto de la población del Estado para evitar que se extienda.
Pero defendiendo el orden capitalista, su violencia legal, atacando los derechos democráticos y criminalizando la lucha del pueblo catalán por la república… sólo se refuerza a la extrema derecha y la reacción. Lo que engorda a Vox y al PP y los hace avanzar es la política de Pedro Sánchez, no la movilización del pueblo catalán. En lugar de escuchar a todo un pueblo que reclama su derecho legítimo a decidir, el gobierno del PSOE, de la mano del aparato del Estado, se lanza contra todas aquellas organizaciones que denuncian esta situación. La medida de la Audiencia Nacional de cerrar las webs de “tsunami democratic” por “terrorismo”, no sólo es una agresión a la libertad de expresión, es un aviso a navegantes.
¡Por la república de los trabajadores y la juventud!
El pueblo catalán y la juventud han dado una lección a todos: a los que exigen más represión policial o el estado de excepción y a la derecha catalanista, que instalada en el Govern, se llena la boca de “desobediencia” pero al mismo tiempo manda a los Mossos a reprimir y mantiene a un Conseller de Interior que tendría que haber sido ya destituido.
Pero también a una izquierda parlamentaria que se pone de perfil, se lava las manos y nos pide que seamos sumisos y aceptemos la injusticia del sistema. Por eso lamentamos que los dirigentes de Unidas Podemos no hayan denunciado a los responsables de esta situación y exigido el fin de la represión, defendido el derecho de autodeterminación y la república, y combatido esta campaña de criminalización. En lugar de ponerse a la cabeza de las movilizaciones de solidaridad de miles de personas que ha habido en todo el Estado – ocultadas por los medios de comunicación - llamando a la clase obrera y la juventud a apoyar a sus hermanos y hermanas catalanes, Pablo Iglesias y Alberto Garzón nos piden que aceptemos la legalidad del orden monárquico aunque sea injusto.
Lo que estamos viviendo en Catalunya es el rechazo masivo a un régimen con gravísimas taras reaccionarias. El rechazo masivo a años de recortes, desahucios, paro crónico, marginación en nuestros barrios, privatización de la enseñanza y la sanidad públicas… mientras los bancos son salvados con dinero público, los políticos corruptos son amnistiados, los violadores son condenados a penas ridículas por una justicia clasista y patriarcal, y nuestros derechos democráticos reprimidos por la ley Mordaza.
Es necesario que toda la izquierda política y sindical combativa, y los movimientos sociales, levantemos un plan de acción que genere el apoyo masivo de la población dentro y fuera de Catalunya. Luchamos por una república socialista que nacionalice las palancas de la economía, la banca y los grandes monopolios, y que ponga fin a los recortes, la falta de vivienda pública y asequible, la precariedad, la violencia patriarcal y la destrucción del medio ambiente. Luchando por este tipo de república es como haremos de esta causa la de cientos de miles de jóvenes y trabajadores en todo el Estado, acabando definitivamente con el corrupto régimen monárquico del 78, su austeridad, su justicia patriarcal, y todas sus lacras.
Para enfrentar la represión del Estado y hacer realidad esta república, necesitamos una alternativa revolucionaria que defienda este programa y lo lleve a la práctica.
¡Únete al Sindicato de Estudiantes!
¡Únete a Izquierda Revolucionaria!