¡Dignificación de las condiciones laborales ya!
Por unos servicios 100% públicos. Basta de hacer negocio con nuestros derechos
En la madrugada del martes 2 de noviembre, un grupo de trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), procedentes de diversas zonas del Estado han iniciado una concentración permanente frente al Ministerio de Trabajo en Madrid.
Desde el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas queremos trasladar todo nuestro apoyo y solidaridad con las compañeras en lucha por la dignificación de sus actuales y lamentables condiciones laborales, así como por conseguir el carácter 100% público del servicio que prestan. Nos sumamos y suscribimos todas y cada una de las reivindicaciones que en tantas ocasiones La Plataforma Unitaria de Sociosanitarias de Atención a Domicilio como la Asociación Servicio Doméstico Activo (SEDOAC) han hecho públicas y cuya falta de respuesta hasta el momento las ha llevado a impulsar esta acción de protesta de carácter estatal, acompañada de movilizaciones en las distintas zonas del Estado:
1. Evaluación real de los riesgos laborales en el lugar de trabajo. Ya está bien de que este trabajo se realice sin ningún tipo de prevención poniendo en riesgo su integridad física y además sin reconocer las enfermedades profesionales que se derivan de la realización del mismo, que destrozan sus cuerpos, su herramienta de trabajo, que es utilizada por las empresas como mera carne de cañón para la explotación y la obtención de jugosos beneficios privados.
2. Revisión del epígrafe de jubilación para la jubilación anticipada. Porque es inadmisible que las compañeras se vean obligadas en muchas ocasiones a abandonar anticipadamente su trabajo por la puerta de atrás y sin derechos. Sus cuerpos no aguantan más, se encuentran totalmente inhabilitadas para desarrollar su trabajo y para tener unas condiciones de vida dignas y, para colmo de las infamias no pueden acceder a pensiones que les permitan vivir dignamente.
3. Reinternalización del servicio. Por el carácter 100% público, no solamente en la titularidad del servicio sino también en su gestión. Los servicios públicos tienen que estar en manos públicas, esa es la única forma de hacer frente a la ofensiva de las empresas privadas que encuentran en la negación de nuestros derechos un nicho de mercado y una fuente de beneficios privados inagotables pasando como una apisonadora sobre las condiciones laborales de las trabajadoras y la calidad del servicio que prestan.
4. Contra una nueva figura de “asistente personal” que sirva como excusa y coladero para profundizar en la privatización del servicio de ayuda a personas con diversidad funcional y para la desregulación, aún mayor, de las condiciones laborales de quienes lo lleva a término.
Es completamente inaceptable que este atropello a los derechos laborales de estas compañeras y el desmantelamiento de los servicios públicos que prestan se esté produciendo bajo el Gobierno de coalición PSOE-UP, autodenominado “el más progresista” y “el más feminista de la historia”. El maltrato institucional al que se ven sometidas es profundamente procapitalista y machista, ya que significa mantener en la completa precariedad e indefensión laboral y económica a un sector completamente feminizado y poner en bandeja a las empresas la impunidad total para explotarlas y sacar provecho de esta indefensión.
El Servicio de Ayuda a domicilio es en primer lugar un derecho del que deberían poder beneficiarse todos y todas aquellas personas que lo necesiten, independientemente de su capacidad económica.
Es un derecho básico por tanto para todas las familias trabajadoras, especialmente necesario para las mujeres trabajadoras que son las que, debido a la precariedad que sufren, abandonan el mercado laboral para dedicarse a los cuidados de los y las dependientes de su familia. Por tanto, hacer políticas de clase y feministas empieza por reconocer los derechos laborales de estas trabajadoras, así como expulsar a las empresas privadas que mercadean con los derechos de la clase obrera para su lucro personal y privado.
Exigimos, por tanto, además de estas justas reivindicaciones, el incremento drástico en las partidas presupuestarias que hagan de estos derechos una realidad. Las compañeras del Servicio de Ayuda a Domicilio llevan décadas organizando a las plantillas, defendiéndose de todos los ataques a las que les han sometido tanto la derecha como muchos gobiernos municipales en manos de la izquierda parlamentaria, luchando incansablemente en las calles por la remunicipalización del servicio. Su actitud de batalla en defensa de la justicia social es y ha sido siempre un ejemplo a seguir, anteponiendo antes que nada la calidad del servicio que prestan y su extensión a todas las familias que lo necesiten.
Desde el Sindicato de Estudiantes y Libres y combativas hacemos un llamamiento a todos los colectivos feministas, sindicatos de clase y colectivos sociales y de la izquierda en general a apoyar todas las acciones que las compañeras están impulsando y adherirse a sus justas reivindicaciones. Basta ya de seguir maltratando a este colectivo de trabajadoras, basta ya de jugar con los derechos de la clase obrera, por un SAD 100% público y de calidad, por unas condiciones de trabajo dignas.
Que viva la lucha de la mujer obrera
Compañeras, ¡no estáis solas!