Por un futuro digno para la juventud

El pasado 17 de octubre la multinacional estadounidense del aluminio, ALCOA, anunció su intención de cerrar las factorías de Avilés y A Coruña con el consiguiente despido colectivo de sus 317 y 369 trabajadores respectivamente. A estos despidos hay que sumar todos los puestos de trabajo indirectos, entre 600 y 700 según los sindicatos, que dependen de la empresa matriz. El cierre de estas plantas amenaza el futuro de cientos de familias trabajadoras y de generaciones de jóvenes de las comarcas afectadas.

Desde el Sindicato de Estudiantes queremos trasladar nuestro total apoyo y solidaridad a la plantilla de Alcoa, a todas las familias afectadas por este cierre y nos ponemos a total disposición para impulsar todas las movilizaciones que sean necesarias para frenar este cierre. El desmantelamiento industrial al que estamos asistiendo es una condena a nuestras posibilidades de tener un puesto de trabajo digno y con derechos el día de mañana, hoy estamos estudiando pero mañana queremos trabajar, por eso la lucha de los y las trabajadoras de Alcoa es también la de los miles de estudiantes que nos veremos afectados si se consuma este cierre.

Este anuncio de cierre se produce, según la dirección de la empresa, por la pérdida de beneficios. Sin embargo según las estimaciones del propio comité de empresa, el grupo Alcoa obtendrá en este ejercicio cerca de 174 millones de euros de beneficio. Por si eso no fuera suficiente, se trata de una empresa que ha recibido de distintas formas, en los últimos diez años, 1.000 millones de euros de dinero público. Tras años de llenarse los bolsillos con dinero público ahora pretende dejar en la calle a cientos de familias.

Como ya hemos visto en otras muchas ocasiones, esta situación tiene su origen en las políticas privatizadoras de los distintos gobiernos PP y PSOE que han regalado empresas públicas a multinacionales como Alcoa que continuamente amenazan con la deslocalización. En este caso la empresa pública del aluminio, INESPAL, fue vendida en 1998 a ALCOA bajo el gobierno de Aznar. El resultado de la venta de INESPAL arrojó unas pérdidas para el Estado de 456 millones de euros. Es decir, ¡¡ les pagamos por comprar la empresa pública!!.

Es una auténtica tomadura de pelo mantener estas empresas en manos privadas, mientras se gastan ingentes cantidades de dinero público en ellas que van a parar en forma de beneficios a los bolsillos de empresarios privados. Lo más beneficioso para los y las trabajadoras es que estos sectores vuelvan a ser públicos, renacionalizándolos y manteniendo todos los puestos de trabajo en condiciones dignas. Lo mismo sucede con las empresas del sector eléctrico, sólo así podremos conseguir una factura de la luz barata y acabar con la pobreza energética, y suministrar a las empresas públicas energía barata para que así sus beneficios redunden en la mayoría de la población y no en los bolsillos de cuatro multimillonarios.

Al calor de la noticia del cierre todos los grupos políticos, incluidos los responsables de su privatización, han puesto el grito en el cielo. Lloran lágrimas de cocodrilo cuando en última instancia han sido sus políticas de beneficiar a los empresarios las que han llevado a esta situación. La solución no es destinar más dinero público para subvencionar empresas privadas. Desde el Sindicato de Estudiantes entendemos que sólo renacionalizando la empresa vamos a conseguir parar esta agresión a nuestro futuro. Pero también sabemos que la única manera de conseguirlo es a través de la movilización en las calles. La lucha es el único camino, y en ese camino los y las trabajadoras de Alcoa cuentan con nuestro total apoyo y esfuerzo para contribuir al máximo en todas las movilizaciones que sean necesarias para parar este chantaje y esta condena a nuestro futuro y el de toda la comarca.