¡¡NUEVOS ATAQUES A LA MINERIA ASTURIANA!!

Hay que organizar ya la respuesta

El reciente anuncio de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones industriales), respecto a sus planes para HUNOSA ha vuelto a hacer saltar la alarma social en las cuencas. No es para menos. En un principio la SEPI planteaba el cierre de los 13 economatos, la privatización de la térmica de la Pereda y la desaparición de los pozos Candín, Pumarabule y Figaredo, además de la destrucción de 2.662 puestos de trabajo, de los cuales el 92% estaban directamente relacionados con tareas de extracción, lo que hace inviable cumplir los objetivos de producción previstos.

Ahora, tras reunirse con los sindicatos, ha renunciado a dos de sus proyectos originales: el cierre de los economatos y la privatización de la térmica. A nadie se le escapa que estas dos medidas eran muy secundarias y que el ataque de fondo es el cierre de los pozos y la destrucción de empleo. Ya tendrá tiempo el Gobierno de desmantelar los economatos y privatizar lo que quiera cuando la fuerza de los trabajadores sea menor.

De hecho, la contratación de cerca de 400 nuevos mineros que debía haber finalizado en diciembre, y que era un compromiso firmado en los últimos acuerdos mineros, aún no se ha efectuado. Respecto a esto, ya han declarado que no tienen ninguna intención de cumplir este punto del acuerdo.

La experiencia nos ha demostrado a lo largo de los últimos años que, frente al desmantelamiento de la minería, no se ha desarrollado ninguna alternativa industrial seria, salvo la creación de algunos puestos de trabajo aquí y allá, en condiciones casi siempre precarias, que no pueden absorber, ni de lejos, el impacto que ha supuesto la destrucción de empleo en la minería y, anteriormente, en la siderurgia. Ahora de nuevo el Gobierno ofrece a cambio nuevos planes de industrialización que, muy probablemente, no tiene ninguna intención de cumplir.

Hoy por hoy, de la minería depende el desarrollo de las cuencas, la viabilidad de muchos sectores auxiliares y pequeñas empresas y el futuro de gran parte de la juventud. Esta empresa representa uno de los últimos referentes en Asturias en cuanto a la estabilidad y la calidad de empleo. Por último, sus trabajadores continúan siendo uno de los sectores más organizados y conscientes del movimiento obrero, y parte fundamental de nuestra fortaleza frente al Gobierno y la patronal.

Por todos estos motivos, frente a los que vocean un día tras otro contra la empresa pública, y tratan de dividirnos y enfrentarnos, nosotros defendemos a capa y espada la necesidad de mantener e incrementar los puestos de trabajo, de recuperar el terreno perdido y de avanzar en la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores y sus familias.

En el Sindicato de Estudiantes hemos demostrado que queremos y sabemos estar al lado de los trabajadores, porque entendemos que nuestro futuro está unido al suyo. Los estudiantes de hoy somos los trabajadores de mañana, y por eso apoyaremos e impulsaremos, en la medida de nuestras fuerzas, todas las movilizaciones que se convoquen. No somos ingenuos ni idealistas. El trabajo en la mina es duro, y nadie trabaja allí por gusto. Pero la alternativa del paro o de la emigración a no se sabe dónde, es mucho peor. Debemos defender lo que tenemos, en tanto en cuanto no se produzcan inversiones y se desarrollen alternativas que nos garanticen un puesto de trabajo digno. Las declaraciones de intenciones y las buenas palabras del Gobierno no nos merecen ningún crédito, puesto que nos han demostrado demasiadas veces que son sólo papel mojado.

Pero la experiencia de las últimas luchas mineras en el año 98 está aún muy reciente. Entonces los jóvenes de las cuencas salimos a la calle masivamente a luchar por nuestro futuro y pedimos a los dirigentes de CC.OO y SOMA que convocasen una huelga general en las comarcas mineras y no aceptasen ninguna destrucción de empleo; y cada prejubilado fuese sustituido por una nueva contratación o por puestos de trabajo alternativos inmediatos y garantizados por el Estado. Pero al final no se llamó a la lucha y acabamos viendo como se aceptaban nuevas reducciones de empleo.

Sólo si las direcciones de UGT y CCOO preparan desde ya un plan integral y sostenido de movilizaciones se podrá evitar el cierre a medio plazo de la minería. Debe abrirse un proceso amplio de asambleas para discutir dicho plan en todos los pozos y consultar a los trabajadores todos los aspectos relacionados con la negociación. Creemos además que dentro del calendario de movilizaciones es imprescindible avanzar hacia una Huelga General en las comarcas mineras, para demostrar nuestro rechazo a estos ataques y la voluntad decidida de ir hasta el final en la defensa del futuro de las cuencas.

·         ¡NO AL CIERRE DE POZOS!

 

·         CONTRA LA DESTRUCCIÓN DE PUESTOS DE TRABAJO

 

·         ¡INCORPORACIÓN DE NUEVOS TRABAJADORES, PARA SUSTUIR A QUIENES SÉ PREJUBILEN!

 

·         POR UNA VERDADERA REINDUSTRIALIZACIÓN PARA LAS COMARCAS MINERAS

 

·         ¡FRENTE A LOS ATAQUES: OBREROS Y ESTUDIANTES, UNIDOS Y ADELANTE!