Este sábado 14 de abril, como cada año, los jóvenes y trabajadores celebraremos la conmemoración de la proclamación de la II República. Este día no es simplemente un acto sentimental y nostálgico, sino una reivindicación viva de una sociedad más avanzada. La consigna de III República representa el fin de los privilegios, la construcción de una sociedad igualitaria, donde la Justicia sea efectiva para todos y todas, y las libertades, el bienestar y el progreso sean una realidad para las familias trabajadoras.

La Monarquía es una institución profundamente injusta, de carácter medieval, que la sociedad rechaza de una forma cada vez más contundente. La inimputabilidad del Rey o el mantenimiento de la Ley Sálica inaugurada por el primer Borbón Felipe V son claros ejemplos de que estamos ante una institución ventajista, clasista y machista que debe ser enviada al trastero de la historia.

Por eso no es de extrañar que en los últimos años, a raíz de los repetidos escándalos de corrupción y tráfico de influencias protagonizados por diversos miembros de la Familia Real, el rechazo social hacia la Monarquía sea cada vez más fuerte.

La Monarquía española no sólo cuesta una enorme cantidad de dinero a las arcas públicas, sino que representa una embajada ante el mundo de lo más criminal del capitalismo español: relaciones empresariales ventajosas, evasión de capitales, negocios armamentísticos con dictaduras que no vacilan en armar grupos terroristas en Arabia Saudí o Marruecos...

En los últimos meses y a raíz de las movilizaciones del pueblo catalán en pro de su derecho a decidir, hemos tenido que volver a ver al Rey Felipe VI hacer una amenazante intervención el día 3 de Octubre dando carta blanca a intervenir la Generalitat a golpe del artículo 155. Esto no es ninguna novedad. La propia restauración borbónica fue impulsada por Franco durante su dictadura como forma de sucesión de la misma, tal como ya se vio años después con la demostrada implicación de la Casa Real durante el fallido golpe de Estado del 23F.

Por eso el movimiento republicano español, que siempre ha estado muy latente, está cobrando un vigor extraordinario en los últimos tiempos: las encuestas reconocen que en Catalunya se considera republicana el 80% de la población, mucho más que los que se consideran independentistas.

El apoyo del Rey al PP, a sus recortes salvajes, a sus desahucios,  a sus tejemanejes judiciales,  a su desprecio insultante a los más de 150.000 españoles que permanecen en nuestros barrancos y cunetas sin obtener una reparación material y moral por su incumplimiento de la Ley de Memoria Histórica…  es evidente para un sector cada día más extenso de la sociedad. De hecho en diversas encuestas de Metroscopia se aprecia perfectamente: en 1996 la República era la forma de estado preferida por el 13% de los encuestados, mientras que la monarquía contaba con el apoyo del 66%. En diciembre de 2011  la República era preferida por el 37% y la Monarquía por el 49%, llegando en 2014 a ser 2/3 de los españoles los que se consideran republicanos.

Pero para conseguir acabar con esta institución franquista es necesaria la movilización en la calle y construir bajo esa base una III República de carácter revolucionario que garantice la igualdad de todas y todos, el avance social y el progreso material dónde las relaciones entre los distintos pueblos del Estado español sean verdaderamente libres e igualitarias.

¡!!!!!!!!ABAJO LOS BORBONES!!!!!!

¡!!!!!!!ESPAÑA, MAÑANA, SERÁ REPUBLICANA!!!!!!

¡!!!!!!!ACUDE A LAS MOVILIZACIONES EN TU CIUDAD!!!!!!