El 17N, miles de jóvenes salimos a las calles de Sevilla al igual que en otras ciudades del Estado, confluyendo y unificando nuestros conflictos con los de los profesores en Madrid, que ese día también fueron a la huelga. Dejamos claro que queremos responder juntos, porque no hay 17 realidades distintas, sino una única realidad, los ataques a la educación pública, a las conquistas de los trabajadores y a sus hijos.

La manifestación en Sevilla se desarrolló en medio de un ambiente combativo. Más de 4.000 jóvenes salimos a la calle, movilización a la que también acudieron sindicalistas de CCOO, UGT y CGT. Entre las consignas coreadas, muchas referencias a la lucha que están llevando los estudiantes chilenos junto a la clase trabajadora. Se podía escuchar a lo largo y ancho de la manifestación la consigna “la educación no se vende, se defiende”, lema tomado de las movilizaciones chilenas, donde gracias al apoyo y la movilización de los trabajadores junto a los estudiantes se ha podido aguantar tanto tiempo en la calle. Pero no sólo se gritaba contra los recortes en educación, sino contra la crisis que ha generado el sistema capitalista y que estos quieren cargar sobre nuestras espaldas. Por eso se gritaba con fuerza “está crisis no la pagamos”.  Otro de los puntos más intensos de la manifestación fue cuando se comenzó a cantar “hace falta ya una huelga general” en una clara referencia a lo que deberían plantear los dirigentes sindicales. 

Al final de la manifestación se planteó una concentración para mañana 23 de noviembre frente al parlamento, el día de la votación de la modificación de la LAU, que pretende dar más poderes a los empresarios en la universidad y que estos sean los que decidan la viabilidad de las carreras y planes de estudio.

De nuevo los jóvenes nos movilizamos al igual que hicimos el 6 de octubre, aunque esta vez también con una fuerte presencia de jóvenes de universidad. Nos movilizamos contra los recortes demostrando otra vez que hay fuerza en la calle para detener los ataques, y que sólo falta que los dirigentes de CCOO y UGT hagan caso a su base social y convoquen una huelga general dentro de un plan de lucha ascendente. Tanto a nivel de educación como en todos los sectores contra todos los ataques que se están produciendo.

Desde el Sindicato de Estudiantes pensamos que la movilización es la única manera de detener los ataques. Los capitalistas están organizados, recortan en educación, sanidad y servicios públicos, en condiciones laborales, de forma coordinada y no sólo a nivel estatal. Lo estamos viendo en Grecia e Italia. Quitan y ponen gobiernos a su antojo para garantizar que los recortes se llevan a cabo. Pero la clase obrera y los jóvenes somos muchos más, y lo hemos demostrado en las calles. Por eso los dirigentes sindicales tienen que abandonar la política de pactos y del mal menor, y adoptar una política de clase, revolucionaria y combativa ¡Sólo luchando contra este sistema que es incapaz de ofrecernos unas condiciones dignas de existencia, por una alternativa verdaderamente socialista, podemos parar los ataques!