El comienzo del curso escolar este año vuelve a ser un duro reto para profesores, padres, madres y alumnos. Al gasto medio por estudiante de la “vuelta al cole” (de 421 euros en infantil, 698 en primaria, 899 en la ESO y 848 en bachillerato), inasumible ya por muchas familias teniendo en cuenta que según la EPA hay casi 700.000 familias sin ingresos, hay que sumarle la intención del gobierno del Partido Popular de imponer el copago en los tramos de educación no obligatoria, como ya pasa en Madrid y Cataluña con tasas en la FP de 400 euros por curso. En la práctica esto significa privatizar la enseñanza superior y que sólo estudie Bachillerato o FP quien pueda pagarlo.
Además, el ministro Wert ya ha planteado un decreto para reducir a 3 los años del grado convirtiendo este título en papel mojado ante el mercado laboral y aumentar a 3 los años de master cuyo coste oscila ya entre los 4.000 y los 6.000 euros. Si a esto le sumamos que la multimillonaria secretaria de estado Monserrat Gomendio ha declarado ya que habría que acabar con las becas y sustituirlas por créditos bancarios, estamos antes el cierre definitivo de las puertas de la universidad para la mayoría de los estudiantes y el consabido recorte en las plantillas de profesores e investigadores.
¡No a los recortes vengan de dónde vengan!
Lamentablemente los recortes no sólo vienen de la mano del PP, el gobierno de coalición del PSOE e IU en la Junta de Andalucía también los está aplicando. En estos dos años hemos sufrido un recorte de más de 850 millones en educación que han supuesto el cierre de colegios, la supresión de plazas en FP, de líneas de primaria, de ESO, de bachillerato y de programas educativos, así como el despido de 4.502 profesores, 840 trabajadores del personal administrativo y, este curso, 850 maestros/as. Sin embargo, mientras Andalucía se convierte en la segunda comunidad autónoma que más recorta en prestaciones sociales tras Catalunya, se garantizan las partidas presupuestarias para pagar los intereses de la banca, que han aumentado un 90%. Es inadmisible que un gobierno votado por miles de trabajadores y jóvenes, castigue a las familias trabajadoras.
Por todo ello, desde la el Grupo de Trabajo de Educación PODEMOS Málaga creemos que la movilización de toda la comunidad educativa es imprescindible para frenar el desmantelamiento de la educación pública. Por eso apoyamos la huelga general estudiantil convocada por el Sindicato de Estudiantes de los días 21, 22 y 23 de octubre y llamamos a toda la ciudadanía de Málaga a participar.
Primero ha sido Gallardón, ¡ahora tenemos que echarlos a todos!.
Porque PODEMOS, ¡claro que PODEMOS!