Frente a los recortes: organización y extensión de la lucha

El viernes 18 de mayo, el pleno del CADUS de la US aprobó un paro académico de 15 días contra los recortes a la educación pública. Durante la semana previa, en las 25 facultades de Sevilla se realizaron asambleas masivas para discutir cómo organizar la respuesta contra los recortes. De las 25 facultades, 23 se posicionaron con mayoría absoluta a favor del paro, demostrando la disposición de la juventud a luchar hasta el final contra los recortes; algo que ya pudimos ver en la huelga general del 29-M, en la jornada de lucha del 10 de mayo o en las masivas manifestaciones del 12-M. Desde el Sindicato de Estudiantes hemos estado participando activamente en todo este proceso, y estaremos presentes en las acciones que se realicen en los días de paros, llamando a participar al mayor número de estudiantes para continuar impulsando la lucha contra los recortes.

Los últimos ataques contra la educación pública son la culminación de una ofensiva constante que el PP ha llevado adelante desde su llegada al poder contra los servicios públicos y los derechos de los trabajadores. Los miles de profesores despedidos en Madrid, Castilla - La Mancha o Galicia a inicio de curso, eran sólo el anticipo de los planes generales del PP para intentar degradar y destruir la educación pública en todo el Estado. Al recorte de 623 millones de euros en educación recogidos en los Presupuestos Generales del Estado, el gobierno de la derecha ha sumado un recorte adicional de 3.000 millones de euros que se traducirá, entre otras cosas, en el despido de entre 50.000 y 100.000 profesores en todo el Estado, en la masificación de las aulas en primaria y secundaria —llegando a superarse los 40 alumnos por clase en bachillerato— y en la subida brutal de las matrículas universitarias, castigando especialmente a los estudiantes que no aprueben todas las asignaturas en primera opción, y al conjunto de estudiantes extracomunitarios. Estos ataques sin precedentes se completan con la reducción de hasta 166 millones de euros en becas, junto con el endurecimiento de las condiciones para el acceso a las mismas.  Todas estas medidas supondrán un grave incremento del fracaso escolar en la educación secundaria, así como la imposibilidad para muchas familias trabajadoras de hacer frente al pago de unas matrículas universitarias desorbitadas. Por tanto seremos los hijos de los trabajadores y las familias más humildes quienes pagaremos especialmente las consecuencias de todos estos ataques con nuestra expulsión del sistema educativo.

Pero este ataque sin precedentes a la educación pública, no es algo aislado, se enmarca en una ofensiva salvaje contra todos los derechos del conjunto de la clase trabajadora. El recorte añadido de los 7.000 millones de euros en sanidad —que aparte de introducir el copago está suponiendo el cierre de plantas y hospitales enteros— o la reforma laboral, que dinamita los derechos conquistados por nuestros padres hace 40 años para asegurar los beneficios de los empresarios a base del retroceso de nuestras condiciones de vida, son parte de un mismo ataque. Todos estos ataques y recortes se producen porque desde el Gobierno se dice una y otra vez que no hay dinero, pero todos sabemos que la realidad es bien distinta. Mientras a la sanidad y educación públicas, que prestan servicios fundamentales a millones de personas en todo el Estado, se le retiran 10.000 millones de euros de sus presupuestos, pocas semanas después, y sin el menor sonrojo, el PP aprueba una partida presupuestaria de 11.000 millones de euros para rescatar las cuentas de beneficios de los grandes directivos y empresarios al frente de Bankia y otras entidades bancarias. Para los banqueros, especuladores y grandes empresarios el Gobierno del PP tiene fondos ilimitados, para la educación, sanidad y servicios públicos ataques, represión y criminalización.

Todos estos ataques, que niegan el presente y el futuro de la juventud, responden a una política general  que afecta a todos nuestros derechos sociales. Los gobiernos de todo el mundo tienen un objetivo: que la crisis económica, lejos de pagarla sus responsables -los grandes capitalistas, banqueros y especuladores- la paguemos las familias trabajadoras.

La huelga general del 22 de mayo es el primer paso.
¡Tenemos que organizar Comités de Lucha en todas las facultades para extender la lucha!


Frente a todos los recortes sociales los estudiantes y trabajadores no nos hemos quedado de brazos cruzados. El éxito de la huelga general del 29-M, de la jornada de lucha del 10 de mayo —con un respaldo muy amplio en Andalucía, donde hubo manifestaciones con 5.000 jóvenes en Sevilla, 4000 en Granada o 2.500 en Málaga—, así como las impresionantes manifestaciones del pasado 12-M, con más de un millón de personas inundando las calles en todo el país, son una firme demostración de la disposición a luchar contra estos ataques de la mayor parte de la sociedad.

Somos muchos los que estamos dispuestos a luchar. Apoyándonos en las movilizaciones que ya se han celebrado y en la convocatoria del 22 de mayo debemos conseguir dar un nuevo paso adelante. Necesitamos organizarnos aún más durante el parón de 15 días, conseguir la coordinación de todos los sectores y desplegar así toda nuestra fuerza. La unidad de estudiantes, profesores y PAS, sumada al apoyo activo del conjunto de la clase obrera, es el mejor camino a seguir para detener estos recortes, demostrando conjuntamente nuestra fuerza, como hicimos exitosamente el pasado 29-M. Esa ha sido una de las claves de la extraordinaria masividad y resistencia del movimiento estudiantil en Chile, que ha podido resistir la represión y la criminalización gracias a su capacidad para conectar con el movimiento obrero y ganarlo para la causa de la defensa de la educación pública, algo que les ha hecho cada día más fuertes en la calle.

Por eso desde el Sindicato de Estudiantes proponemos que estos 15 días de parón sean de acción y movilización coordinada con el profesorado y el PAS, para extender y fortalecer la lucha.  La formación de Comités de Lucha conjuntos en defensa de la enseñanza pública en cada facultad y en cada instituto, encargados de realizar asambleas masivas, de garantizar la participación del mayor número posible de estudiantes, pero sobretodo de fortalecer la lucha, ganando la simpatía activa de la clase obrera yendo a las grandes empresas, a los hospitales, mercados, a los puntos neurálgicos de la ciudad y del transporte público para explicar la lucha que estamos llevando adelante repartiendo miles y miles de hojas, pegando pancartas por toda la ciudad informando en nuestros barrios con mesas en las principales plazas, vinculando así el ataque a la educación pública con el ataque al conjunto de la clase trabajadora, invitando a todos los sectores y empresas en lucha a las movilizaciones que convoquemos para que vengan con sus pancartas y puedan dirigirse a todos los que nos manifestemos, pedirles a su vez que ellos nos abran las puertas de sus empresas para explicar cuales son los ataques y la lucha que estamos llevando adelante. Necesitamos que todos los trabajadores en Sevilla sepan porqué luchamos y cuál va a ser el futuro de la educación pública sino extendemos la movilización.

Toda esta campaña tiene que servir también para exigir a los dirigentes sindicales la convocatoria de una nueva huelga general, en la que podamos confluir el conjunto de la clase trabajadora y redoblar y reforzar la respuesta que ya hemos dado durante estos meses. Las movilizaciones educativas, las del 12 mayo, la huelga general del pasado 29 de marzo, el parón de 15 días en la US muestran que es necesario dar continuidad a la lucha  unificando y endureciendo la respuesta. Por eso desde el Sindicato de Estudiantes pensamos que es necesario exigir  a las direcciones de CCOO y UGT  que convoquen, en unidad de acción con resto de los sindicatos y todos los colectivos y organizaciones implicados en esta lucha, una nueva huelga general, en este caso de 48 horas, que dé paso a un plan de lucha contundente, sostenido en el tiempo y ascendente hasta parar todos los ataques. Ese es el camino para vencer.

¡Defendamos la educación pública!
Sí hay dinero, lo tienen los banqueros


No a la privatización de la universidad pública. Retirada inmediata de la LAU.
No al encarecimiento de las tasas universitarias. La educación no es un lujo ni un negocio, sino un derecho. Aumento drástico de la política de becas.
No a los recortes en la educación pública. Para garantizar la calidad de la educación pública, con medios materiales y humanos suficientes, es necesario alcanzar una inversión del 7% del PIB.
No sobra ningún profesor. Readmisión de todos los despedidos y un plan urgente de contratación que permita acabar con la masificación en las aulas.
Ni un euro del dinero público a la enseñanza privada. Fin de la política de subvenciones para aquellos que entienden la educación como un negocio.
Basta ya de regalar dinero a la banca. Ni un euro de dinero público para los responsables de la crisis económica.
Por un puesto de trabajo digno al acabar los estudios. Es falso que sobren licenciados, son muchas las necesidades sociales en educación, sanidad, infraestructuras, vivienda… que los jóvenes con formación podemos satisfacer.

¡Únete al Sindicato de Estudiantes!