El pasado 26 de Octubre se celebró una reunión de la Comisión Permanente del Consejo Escolar del Estado en la que se discutía el decreto, que entrará en vigor este mismo curso, por el que se pretende imponer una prueba de acceso “voluntaria” a la universidad a los estudiantes que hayan superado la formación profesional de grado superior, cuyo contenido será el mismo que en la Selectividad.
La respuesta del Consejo Escolar del Estado a este ataque ha sido rechazar ampliamente la propuesta del Ministerio de Educación, representado por el Secretario de Estado de Formación Profesional, Miguel Soler.
El argumento utilizado por el Ministerio para impulsar esta propuesta, no es otro que el de la falta de plazas en la universidad para tener un criterio “justo” en la selección de alumnos.
Desde el Sindicato de Estudiantes hemos defendido nuestra rotunda oposición a la implantación de una nueva traba para que los hijos de los trabajadores, y en este caso los propios trabajadores, podamos mejorar nuestra cualificación a través de la universidad. Precisamente en un momento en el que las cifras de paro juvenil son las más altas de la UE y donde el frente educativo se convierte en muchas ocasiones en la única tabla de salvamento con la que tratar de salir de situaciones realmente duras, nos encontramos con un ataque frontal también en este terreno.
Como hemos explicado en la reunión la solución a los problemas de falta de plazas no pasa por la expulsión sistemática de los estudiantes que intentan acceder a una carrera, sino que pasa por una mayor inversión y por la creación de más plazas públicas que puedan cubrir la demanda y necesidades existentes en la sociedad.
La propuesta de ésta nueva Selectividad es un escándalo en sí misma, pero aún más lamentable e injusto es que se pretenda examinar a estudiantes de FP de contenidos que hace como mínimo dos años que no estudian. Esta medida hará que muchos jóvenes ni siquiera se planteen la posibilidad de continuar mejorando su formación, a la vez que obligará a muchos otros a tener que prepararse la prueba a través de una academia privada, lo que supondrá un nuevo negocio para los que ven en la educación una lucrativa empresa.
Por último queremos destacar la intervención tan negativa que ha tenido el representante de universidades por parte del gobierno de Aragón, Jesús Jiménez, posicionándose totalmente a favor de esta Selectividad, y dejando ver que está en contra de la creación de nuevas plazas para solucionar el problema de los no admitidos.