Hoy han comenzado las pruebas de selectividad en muchas Comunidades Autónomas. El Sindicato de Estudiantes vuelve a exigir al MEC la eliminación de esta prueba arcaica y antipedagógica, que supone una criba injusta en el acceso a la universidad e impide a muchos estudiantes poder cursar la carrera que deseen.

Hoy han comenzado las pruebas de selectividad en muchas Comunidades Autónomas. El Sindicato de Estudiantes vuelve a exigir al MEC la eliminación de esta prueba arcaica y antipedagógica, que supone una criba injusta en el acceso a la universidad e impide a muchos estudiantes poder cursar la carrera que deseen.

Para los hijos de los ricos no, y para los hijos de los trabajadores sí

Pero este curso la selectividad viene marcada por el agravio discriminatorio. Con la aprobación de los Reales Decretos de desarrollo de la LOE, el Ministerio de Educación permite a partir del pasado 1 de junio que alumnos matriculados en centros privados asentados en el Estado español a los que solo pueden acceder unos pocos, como los colegios británicos por ejemplo, no tengan que enfrentarse a la selectividad. El Sindicato de Estudiantes considera este grave hecho como un agravio discriminatorio, que solo beneficia a los hijos de los ricos que pueden permitirse estudiar en centros de este tipo, de élite y con tarifas prohibitivas para la mayoría, y como una burla a los miles de estudiantes que a partir de hoy en todo el país están teniendo que enfrentarse a unas pruebas ya de por sí injustas como las de selectividad.

¡Basta de cribas económicas y sociales!

El Sindicato de Estudiantes exige al gobierno del PSOE que ponga los medios necesarios para terminar con las trabas económicas y/o sociales que impiden a muchos estudiantes acceder a la universidad o acabar una carrera. El hecho de que muchos países europeos prescindan de esta prueba y el MEC sufra contradicciones de este tipo, demuestran la inviabilidad de la selectividad. La selectividad debe ser derogada de inmediato y esta medida debe acompañarse de un plan serio de inversión en la enseñanza universitaria para aumentar las becas, acabar con el sistema de multas a los repetidores que condena al fracaso a aquellos estudiantes que, por ejemplo, tengan que compatibilizar estudios y trabajo. La universidad no puede ser concebida tal y como ahora mismo la concibe el MEC: como un instrumento más al servicio de un mercado laboral cada vez más precario, especialmente para la juventud. Precisamente todos los pasos que ha dado el MEC en el último periodo han ido, lamentablemente, encaminados a avanzar en este camino, en lugar de luchar por una universidad pública donde los hijos de los trabajadores puedan cursar sus estudios sin tener que padecer una carrera de obstáculos. Prueba de ello es su insistencia en las bondades de los planes de Bolonia y los Reales Decretos de Grado y Postgrado.

Por una educación pública de calidad, ni un duro a la educación privada

Sólo la lucha por una educación pública de calidad, tanto en infantil, primaria y secundaria, como en educación superior, garantizará una formación digna y acorde con las necesidades sociales. Una de las excusas que informalmente mantienen los responsables de la Administración educativa para no eliminar la selectividad es la sospecha de que en los centros privados se “inflan” las notas de los estudiantes en el bachillerato, lo cual crea desventajas con respecto a los estudiantes de la educación pública. La única forma de evitar esto es acabar con la educación privada concertada, y para ello es necesario que haya una única red educativa, pública, con inversión suficiente para cubrir todas las necesidades reales. Con una educación pública en las mejores condiciones serían inútiles los centros privados.

¡BASTA DE AGRAVIOS DISCRIMINATORIOS! ¡DEROGACIÓN DE LA SELECTIVIDAD!
¡POR UNA UNIVERSIDAD PÚBLICA Y DE CALIDAD PARA LOS HIJOS DE LOS TRABAJADORES!
¡BASTA DE TRABAS ACADÉMICAS Y SOCIALES EN EL ACCESO A LA EDUCACIÓN SUPERIOR!

Madrid, 12 de junio de 2007
Comisión Ejecutiva Estatal del Sindicato de Estudiantes