¡Que la crisis la paguen los capitalistas!

Con el estallido de la crisis capitalista mundial, todos los guiños del gobierno del PSOE a la izquierda han desaparecido por completo. En lugar de tomar medidas en defensa de los parados, de las familias trabajadoras, de la juventud, que somos las auténticas víctimas de la crisis, el gobierno del PSOE ha cedido vergonzosamente a las presiones de la patronal (CEOE), de la gran banca y del FMI.



En estos dos últimos años, el gobierno ha entregado miles de millones de euros de dinero público a la banca privada que, como todos sabemos, no es ninguna víctima de la crisis, sino parte responsable de la misma. Pero ahora, cuando este trasvase de riqueza para beneficiar a una minoría de especuladores y grandes capitalistas no ha resuelto nada, el gobierno ha planteado, siguiendo los dictados de esos mismos capitalistas, una ofensiva para recortar salvajemente el gasto social en educación y sanidad, reducir los salarios de los empleados públicos, aumentar la edad de jubilación y llevar a cabo una contrarreforma laboral que, lisa y llanamente, abarata el despido y refuerza aún más el poder de los empresarios. Medidas que intentan ser presentadas como sacrificios necesarios y equitativos. Nada más lejos de la verdad.

LOS BENEFICIOS DE UNA MINORÍA, A COSTA DE LOS SACRIFICIOS DE LA MAYORÍA

Desde que la crisis económica estalló, la tasa de desempleo supera los cuatro millones de parados; hay un millón de hogares con todos sus miembros sin poder trabajar; el desempleo juvenil se acerca al 60%, y la mitad de los trabajadores con empleo ganan menos de 1.000 euros al mes. Pero también en estos meses, la crisis ha hecho más ricos a los ya ricos. Por ejemplo, los 584 consejeros ejecutivos y altos directivos de las empresas del Ibex 35 cobraron en 2009 una media de 989.000 euros, el nivel más alto alcanzado nunca y que equivale a 113 veces el salario mínimo. Las mayores empresas españolas del Ibex-35 han tenido en el primer trimestre de 2010 un incremento de beneficios del 32%; y según la consultora Merril Lynch, el número de ricos en el Estado español ha experimentado un crecimiento espectacular: ni más ni menos que 16.000 más que en 2008, un aumento del 12,5%. Los capitalistas piden una y otra vez más esfuerzos y sacrificios a los trabajadores, mientras que ellos actúan como auténticos parásitos sociales. Un claro ejemplo de este comportamiento lo podemos ver en el presidente de los empresarios, Díaz Ferrán, que ha llevado a la quiebra a varias de sus empresas dejando a cientos de trabajadores en la calle después de no haberles pagado en meses, y acumular una deuda de 16 millones de euros con la Seguridad Social. Pero Díaz Ferran sigue siendo un respetable hombre de negocios, y no ha tenido que presentarse ni una sola vez ante los tribunales.

Entonces, ¿de que sacrificios, de que equidad hablan Rodríguez Zapatero y los ministros? Las medidas anunciadas solo servirán para atacar aún más las ya precarias condiciones de vida de la mayoría de la población: el recorte del 5% en los sueldos de los empleados públicos (muchos de los cuales ya trabajan en precario); la congelación de las pensiones de los jubilados (muchas de ellas de unos escasos 700 u 800 euros mensuales); la supresión de a ayuda de 2.500 euros a las familias por cada hijo; el recorte de las ayudas a la dependencia y de los gastos en farmacia; la amenaza de rebajar drásticamente la cuantía del subsidio de desempleo, y los recortes en educación y sanidad que supondrán en la práctica la privatización progresiva de estos servicios sociales… ¿Qué tienen de progresistas? Absolutamente nada. El propio Zapatero ha reconocido públicamente que la reducción en el gasto social será de 15.000 millones de euros el próximo año 2011. ¡Es inadmisible que desde el gobierno se justifique este recorte después de haber regalado 150.000 millones de euros a la banca!

NO A LA CONTRARREFORMA LABORAL.  POR UN FUTURO DIGNO PARA LA JUVENTUD AL TERMINAR LOS ESTUDIOS

Por si esto fuera poco, el gobierno del PSOE ha hecho suya una de las principales reivindicaciones de la patronal y la derecha, aprobando una reforma laboral que da una nueva vuelta de tuerca en la precariedad y la temporalidad laboral y recorta derechos fundamentales de la clase trabajadora.

El gobierno ha defendido esta reforma laboral argumentando que va a crear empleo. Sin embargo, el contenido de la misma supone, entre otras muchas cosas, el abaratamiento del despido, la extensión de las Empresas de Trabajo Temporal a la construcción o la administración pública, donde hasta ahora no podían entrar, o facilitar a los empresarios que no respeten los convenios colectivos. ¿Cómo es posible que después de la destrucción de 4.600.000 puestos de trabajo la patronal siga diciendo que le resulta difícil despedir a los trabajadores? Lo peor de todo es que sea el propio gobierno el que se haga eco de esta demagogia y facilite aún más el despido. Es decir, muy lejos de lo que el gobierno argumenta, la reforma laboral significa un aumento de la temporalidad, de la precariedad, de la presión y el chantaje sobre las plantillas para que acepten peores condiciones, y un despido barato y rápido para que los empresarios puedan mantener sus beneficios privados a buen recaudo, mientras miles de familias se quedan en paro, son desahuciadas o no llegan a fin de mes.

Pero, por si esto fuera poco, la Reforma Laboral ha sido endurecida tras su paso por el Senado este verano mediante las enmiendas presentadas por el propio PSOE, y avaladas por la derecha entre las que incluyen , entre otras cosas, el tope de 30 días para los parados para rechazar la realización de cursos, lo que supone un primer paso para obligarles a aceptar cualquier curso o cualquier trabajo que se les ofrezca bajo la amenaza de perder el subsidio de desempleo.

Además, a la vez que se endurecía la Reforma Laboral se anunciaban ataques al sistema de pensiones en los próximos meses, sugiriendo medidas ya conocidas, como la ampliación de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, y otras nuevas pero en la misma línea, como ampliar de 15 a 20 años trabajados el tiempo necesario para el cálculo de las pensiones.

EL PROBLEMA ES EL CAPITALISMO. TRABAJADORES Y ESTUDIANTES UNIDOS EN LA LUCHA

La crisis que estamos viviendo es una crisis general del sistema capitalista. Por eso todos los gobiernos que aceptan la lógica del capitalismo, por encima de los intereses generales de la mayoría de la sociedad, están aplicando planes de ajuste salvajes.

Los capitalistas están organizados internacionalmente en su ofensiva. Los trabajadores y los jóvenes también debemos unirnos para dar una respuesta unificada y contundente, siguiendo el ejemplo de los trabajadores y los jóvenes griegos, que han protagonizado las mayores movilizaciones hasta el momento en Europa. Este es el único camino para frenar la ofensiva patronal y luchar por una alternativa socialista al sistema capitalista: que los recursos y la riqueza producida por la mayoría de la sociedad no engorden los multimillonarios beneficios de una ínfima minoría, sino que se utilicen para cubrir las necesidades fundamentales de la población. Y para que eso sea así es necesario luchar por nacionalizar la banca y los grandes monopolios. Con las palancas fundamentales de la economía bajo el control de la clase obrera sería posible planificar de forma armónica la economía: se lograría fácilmente suprimir la lacra del desempleo, no existiría ningún impedimento para garantizar una vivienda pública decente y asequible, así como una enseñanza y una sanidad gratuita y de calidad para todos. Esta es la verdad que los grandes medios de comunicación ocultan sistemáticamente.

Por estas razones, desde el Sindicato de Estudiantes llamamos a todos los estudiantes, a toda la juventud, a apoyar y participar activamente en la huelga general del 29 de septiembre. Desde el SE reiteramos nuestra propuesta a CCOO y UGT de realizar asambleas conjuntas de estudiantes y profesores en los centros de estudio para preparar y asegurar el éxito de la huelga general. Una huelga general que debe ser el principio de una campaña de movilizaciones contundentes y continuadas contra los planes de ajuste y las contrarreformas. No vamos a permitir que se cargue sobre nosotros el peso de la crisis. La movilización es la única vía con la que parar los ataques del gobierno, la CEOE, la banca y la burguesía internacional.

Porque la lucha de los trabajadores es nuestra lucha, el gobierno del PSOE tiene que sentir el próximo 29 de septiembre la presión de la clase obrera, de los parados y de los jóvenes, de la mayoría de la sociedad, para obligarles a dar un profundo giro a la izquierda en su política.

 


¡El 29 de septiembre, todos a la huelga general!

• No al plan de ajuste. No a la reforma laboral.
• Por una educación pública, científica, democrática, laica  y gratuita.
• Un puesto de trabajo digno al finalizar los estudios o subsidio de desempleo indefinido de 1.100 euros al mes.
• Ningún recorte en salarios, sanidad, educación y pensiones.
• Aumento drástico del gasto público en los servicios sociales para dar empleo a cientos de miles de jóvenes y trabajadores y jóvenes licenciados en desempleo.
• Aumento drástico de los impuestos a las grandes fortunas, a los beneficios empresariales y a la banca.
• Nacionalización de la banca bajo el control democrático de los trabajadores y sus organizaciones.
• En defensa de los puestos de trabajo;  contra el paro, nacionalización de las empresas amenazadas de cierre, bajo control de los trabajadores y sus organizaciones.


¡TODOS A LAS MANIFESTACIONES!