En la tarde del pasado martes, 5 de diciembre, en vísperas de un puente festivo en la enseñanza de 5 días, el Ministerio de Educación y Ciencia dio a conocer los acuerdos a los que llegó con la jerarquía eclesiástica en relación a la asignatura de religión católica y, en concreto, el resultado de la última reunión celebrada con los obispos ese mismo día.
La Comisión Ejecutiva Estatal del Sindicato de Estudiantes, quiere manifestar lo siguiente:
1. Los puntos de acuerdo alcanzados entre el MEC y los obispos suponen un paso atrás y dan al traste con las expectativas depositadas por millones de jóvenes y trabajadores que aspiraban a una educación laica. El Gobierno del PSOE no está cumpliendo con sus promesas electorales y está capitulando de una forma escandalosa ante las exigencias de los obispos, recuperando uno de los aspectos más reaccionarios que el PP incluía en su Ley de “calidad”.
2. Esta concesión en relación a la asignatura de religión es un paso más en las concesiones generales a la Iglesia católica, que se añade al acuerdo al que el Gobierno llegó con la jerarquía eclesiástica en materia de financiación, ahondando en la inyección de millones de euros de las arcas públicas a las arcas de los obispos.
3. El Gobierno ha anunciado a bombo y platillo que “la religión será voluntaria”. ¡Faltaría más! No pretenderían además hacer que fuese obligatoria. El MEC quiere situar el debate en otro plano, para así ocultar las tremendas concesiones que hacen a los obispos: la religión será evaluable en la secundaria y contará para repetir curso.
4. Por si fuera poco, el MEC ha complacido a los obispos anunciado la creación de una asignatura “ladrillo”, basada en la alternativa que proponía la derecha en la LOCE, a la que en su día el PSOE se opuso, y que en la práctica será también religión. No puede entenderse de otra forma, ya que el papel de las religiones a lo largo de la historia ya se estudia en las asignaturas de Filosofía y la propia Historia. La única función de esta falsa alternativa será hacer que los estudiantes se vean obligados a cursar la asignatura de religión, que tradicionalmente ha sido una “maría” que sólo sirve para transmitir adoctrinamiento católico reaccionario, pero que aprueba todo el mundo. La opción de no cursar ninguna de las dos asignaturas caerá en desuso por las complicaciones que trae a los propios centros y porque muchos padres preferirán que sus hijos cursen alguna de las dos asignaturas antes de que no tengan nada que hacer.
5. El Sindicato de Estudiantes sigue exigiendo que la religión salga del horario lectivo. El Gobierno está siendo cómplice de la barbarie que supone que la Iglesia católica siga planteando dentro de los centros de estudio sus posturas reaccionarias con los métodos anticonceptivos (rechazando el uso del preservativo), con los homosexuales (calificándoles de “enfermos”) y en tantos otros temas. Una educación pública de calidad exige que la religión esté fuera del ámbito académico.
6. Además, el MEC, al no enfrentarse a la jerarquía eclesiástica y no sacar la religión de los centros de estudio, ha caído en la política del “café para todos”, haciendo que otras religiones aparte de la católica estén también dentro de las aulas. Rechazamos la presencia de cualquier religión dentro del horario lectivo y nos oponemos a la firma de cualquier convenio con entre el Estado y otras entidades religiosas. El Gobierno debería derogar de inmediato los acuerdos con el Vaticano.
7. Después de navidades, el Sindicato de Estudiantes emprenderá acciones de información y protesta en todos los centros de estudio.
¡POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA DE CALIDAD Y LAICA!
En Madrid, a 12 de diciembre de 2006.
Comisión Ejecutiva Estatal del Sindicato de Estudiantes.