En las últimas horas el Ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha vuelto a repetir el conocido mantra de aquellos que no saben cómo justificar nuevos recortes contra la universidad pública; el ya muy conocido y desgastado “argumento” utilizado hasta el aburrimiento por el ex ministro José Ignacio Wert, de que hay “demasiados universitarios y pocos alumnos de Formación Profesional”
Esta afirmación no es sino una nueva confesión de cuál es el proyecto político que contra la escuela pública tiene el Partido Popular. Para el nuevo ministro los objetivos marcados por Wert y los suyos siguen muy presentes. Para ellos lo fundamental es que sólo los hijos de los ricos puedan acceder a una educación de calidad, para los demás ahí nos dejan los empleos precarios, el paro y los constantes recortes a los servicios públicos y nuestros derechos más elementales. Las afirmaciones Méndez de Vigo dejan claro que más allá de las apariencias, defiende la misma política franquista que su antecesor.
Pero estas declaraciones no sólo revelan las intenciones reales del PP, sino que son un nuevo intento por confundir a todo el que puedan. Según los propios datos del Ministerio de Educación la tasa de acceso a la universidad en el Estado español es de un 52%, mientras que en la Unión Europea este porcentaje es del 56% y asciende al 58% en los países de la OCDE. Es decir, que no sobran universitarios, sino que para equipararnos con el resto de Europa lo que hace falta es un plan que al menos garantice unas posibilidades de acceso similares.
En estos cuatro años han quedado claros los planes que tiene el PP para la universidad pública: recorte de presupuestos, subida de tasas, recortes en las becas, encarecimiento de las matrículas a través del Decreto 3+2… Todas estas medidas impulsadas por el PP han provocado que más de 70.000 estudiantes hayan sido expulsados de la universidad por el único hecho de no tener recursos económicos suficientes.
Todos estos y otros muchos ataques fueron la causa que hizo que los estudiantes, padres, madres y profesores saliéramos a la calle a defender la educación pública en contra del intento del ministro Wert de destruirla. Precisamente fue esa enorme movilización la que impidió al PP tomar medidas aún más lesivas contra la educación pública. Si el PP pretende continuar con su política para convertir la educación en un negocio lucrativo para unos pocos y que sólo los hijos de los ricos puedan estudiar en buenas condiciones, se volverá a encontrar con la respuesta masiva en las calles de toda la comunidad educativa.
Basta de ataques contra la universidad pública
La Lucha es el único camino