En estos últimos días estamos viendo como el gobierno del Partido Popular, de la manera más autoritaria, está ignorando el clamor social de los jóvenes y trabajadores que nos manifestamos en las calles exigiendo acabar con una monarquía parasitaria, heredera de la dictadura franquista, y nos está tratando de imponer a un nuevo rey, que en definitiva la única función que tiene es la de defender sus intereses y los de los grandes empresarios y banqueros, como bien ha aprendido de su padre, Juan Carlos I.
Desde que se produjo la abdicación del rey se han sucedido por todo el estado numerosas manifestaciones con cientos de miles de personas en las calles pidiendo un referéndum y una república. Como es habitual aunque todas las movilizaciones se han caracterizado por su carácter pacífico, en todas estas manifestaciones ha habido una amplia presencia policial El pasado martes, un compañero del Sindicato de Estudiantes se dirigía a una cacerolada convocada en Sol por la Coordinadora 25S, en la cual había un despliegue policial desmedido por los alrededores. Nuestro compañero fue retenido por la policía y multado por llevar un objeto contundente, una cacerola Es una auténtica vergüenza y una barbaridad, que, mientras el gobierno ilegítimo del Partido Popular no responde al clamor social de las calles y se niega a algo tan democrático como convocar un referéndum, limiten el derecho a manifestación de los jóvenes y trabajadores que pedimos una república para el Estado español. Estos mismos que se llenan la boca cuando hablan de democracia son los que nos impiden manifestarnos y nos niegan nuestros derechos más fundamentales, ya que los únicos intereses que defienden son los de los ricos y poderosos.
Desde el Sindicato de Estudiantes hemos participado en estas manifestaciones, explicando que la república que nosotros defendemos no es una república en la que sólo se pueda elegir al jefe del estado, sino una república de los trabajadores, donde la riqueza producida por éstos se dedique a las necesidades de la mayoría de la sociedad y que no quede acumulada en las manos de una minoría de parásitos que lo único que buscan es su propio beneficio. También exigimos que se permita el derecho a manifestación y se acabe con toda la represión que el gobierno del Partido Popular está usando para intentar amedrentar a los cientos de miles que salen a las calles a luchar por una transformación social. Las multas, las penas de cárcel y la represión en las manifestaciones son sólo una muestra de la debilidad de este gobierno que tiene miedo de la fuerza que tenemos los jóvenes y trabajadores en las calles.
¡STOP REPRESIÓN! ¡SÍ SE PUEDE!