Comunicado del Sindicato de Estudiantes
¡Aulas vacías por nuestra dignidad!
¡En defensa de la educación pública que quiere destruir un gobierno corrupto al servicio de los banqueros!
¡Mañana 27, todos a las manifestaciones a las 12 de la mañana!
La primera jornada de huelga estudiantil del 26 de marzo está siendo un éxito sin paliativos. En todo el Estado, más de un millón de estudiantes han vaciado las aulas de miles de Institutos y decenas de Universidades, en un seguimiento que supera ampliamente el 80% en el conjunto de los territorios. La huelga de 48 horas convocada por el Sindicato de Estudiantes, y que ha sido votada en más de 1.000 asambleas, cuenta también con el respaldo de numerosos colectivos juveniles de izquierdas, de Izquierda Unida, de los sindicatos de profesores más representativos, y de cientos de AMPAS a los que queremos agradecer toda su implicación y sus muestras de apoyo. La huelga estudiantil en defensa de nuestras becas, contra la LOMCE, las revalidas y el Tasazo, es una nueva prueba del rechazo masivo de la comunidad educativa a este gobierno y a este Ministro. Y es la manera práctica y efectiva de levantar la Marea Verde para confluir en una nueva huelga general de profesores, padres y estudiantes. ¡Sí se puede!
La huelga esta siendo masiva en Galicia, Asturias, en Aragón, Catalunya, País Valencià, Andalucía, Extremadura y Madrid, con cifras que rondan el 90 de seguimiento en los centros de enseñanza secundaria, y superior al 70% en la universidad. En el resto de los territorios el apoyo supera en global el 70%. Mañana 27 de marzo, la huelga será todavía más unánime.
La movilización organizada por el Sindicato de Estudiantes quiere dar continuidad, en los hechos y no sólo en las palabras, al gran movimiento en defensa de la enseñanza pública, la Marea Verde, que desde hace dos años se ha puesto en pie de guerra contra un Ministro autoritario, que sólo responde a los dictados ideológicos de la jerarquía católica, y a la más rancia tradición franquista. Con su LOMCE, una ley que nace muerta, el Partido Popular y el Ministro Wert pretenden dar la vuelta de tuerca definitiva en la privatización de la enseñanza pública.
Quieren expulsar a cientos de miles de estudiantes, a los hijos de los trabajadores, del sistema educativo a través de las revalidas franquistas; quieren echarnos masivamente de la universidad a través del incremento salvaje de las tasas; quieren convertir el derecho a una enseñanza de calidad en un privilegio y un negocio. Pero también quieren degradar la calidad de la educación que recibimos con el despido de decenas de miles de nuestros profesores. En su esquema, si la juventud es sólo carne de cañón para empleos precarios mal pagados, si estamos destinados a permanecer durante años en las colas del desempleo (que ya afecta al 60% de los jóvenes), si nos obligan a exiliarnos en busca de un futuro mejor, este gobierno, que sólo gobierna para los corruptos y los banqueros, ha decidido que no va a invertir un euro más en enseñanza pública y que va a convertirla en un sistema asistencial donde imponernos sus ideas franquistas. ¡Pero no lo vamos a permitir!
El pasado 22 de marzo, más de un millón de jóvenes, de trabajadores, de pensionistas, de parados y precarios, de hombres y mujeres venidos de todo el Estado, protagonizamos una Marcha por la Dignidad que es un ejemplo de lo que somos capaces de hacer. Ninguna de las conquistas sociales nos las han regalado. Fueron nuestras madres y padres, nuestras abuelas y abuelos las que las conquistaron luchando, en las calles, en las huelgas. No fueron los prohombres de Estado los que trajeron las libertades democráticas, ni las testas coronadas, fue el pueblo, con su sacrificio, con su lucha incansable, con su sangre en muchas ocasiones, aunque ahora eso se pretenda ocultar.
La lucha de los estudiantes es también la lucha por la dignidad, y por defender una conquista que nos legó la generación que nos precedió. Esos millones de trabajadores, de profesores y profesoras, de madres y padres semianalfabetos, que consideraron que la cultura y la educación es un instrumento fundamental para la emancipación, para la libertad de los que siempre vivimos oprimidos. El Sindicato de Estudiantes recoge ese testigo y se compromete a luchar hasta el final. Y decimos alto y claro, a los dirigentes de CCOO y UGT, de STEs y de la CEAPA, que sí se puede, que no hay excusas, que debemos luchar todos unidos en defensa de la escuela pública, y que esta lucha no puede ser mera retórica, meras palabras, sino una movilización real, efectiva y masiva. Eso lo sabemos los estudiantes, como lo saben también los miles de profesores y profesoras, de madres y padres que nos están apoyando desde sus claustros y desde sus AMPAS. La lucha es el único camino. 26 y 27, los estudiantes vaciamos las aulas. El siguiente paso: huelga general de 72 horas de toda la comunidad educativa.
¡Todos a las manifestaciones mañana a las 12 de la mañana!
¡Wert Dimisión! ¡Fuera la LOMCE franquista!
¡Queremos nuestras becas! ¡No al tasazo, no a las revalidas!