El Sindicato de Estudiantes tomó la palabra en su turno y denunció no únicamente el estado de la educación pública durante el citado curso, sino también mencionó todos los ataques que se iniciaron ese curso y que está sufriendo actualmente la escuela pública: despido masivo de profesores, la masificación de las aulas, la subida de tasas, el decreto de becas… Precisamente en este momento y cuando desde el Sindicato de Estudiantes calificamos la reforma educativa (LOMCE) como “franquista” debido al carácter retrogrado y el contenido similar en aspectos como los itinerarios segregadores y clasistas o las reválidas que ya existían en los años 60, o la defensa que hace esta ley de la segregación por sexos y la imposición de la religión como materia evaluable, la presidencia de la mesa nos exigió la retirada del término franquista por considerarlo inapropiado, desde el Sindicato de Estudiantes haciendo ejercicio de la libertad de expresión y entendiendo que este calificativo es más que apropiado para las medidas que pretende imponer el gobierno del Partido Popular nos negamos a retirar este calificativo, e inmediatamente, de la forma más autoritaria y nostálgica de los tiempos de la dictadura, la presidencia decidió retirarnos la palabra expulsando en la practica de la sesión a los compañeros del Sindicato de Estudiantes, que ante esta censura, ya vista contra nuestros profesores en el curso pasado, decidimos abandonar la sala, momento en el cuál los portavoces de STES, UGT y CCOO nos mostraron su solidaridad haciéndolo constar posteriormente en la sesión plenaria.
Si el Partido Popular cree que con imposiciones autoritarias y la censura va lograr que las protestas sociales se rebajen o eliminen está completamente equivocado. Las actitudes antidemocráticas de las que nuevamente hemos sido víctimas no hacen más que llenarnos de argumentos para redoblar nuestros esfuerzos en lograr que la movilización de los próximos 22, 23 y 24 de Octubre sean lo más masivas posibles.