¡Ladran luego cabalgamos!
En esta semana que concluye, los jóvenes estudiantes hemos salido a las calles para defender la enseñanza pública de los ataques del gobierno del PP y exigir la retirada de la contrarreforma franquista del sistema educativo (LOMCE). La huelga general de 72 horas convocada por el Sindicato de Estudiantes ha sido respaldada masivamente en los institutos públicos de todo el Estado (dos millones han secundado los paros), y más de 200.000 jóvenes participamos en las más de 100 manifestaciones organizadas el 6 de febrero.
Nuestra lucha ha contado con el apoyo de miles de nuestros profesores, que nos han alentado y animado en las cientos asambleas que hemos realizado en estos días, y de nuestros padres, que ven como una conquista histórica que ellos arrancaron en luchas muy duras durante los años setenta, contra la moribunda dictadura franquista, ahora está amenazada por un gobierno nostálgico del antiguo régimen.
La movilización estudiantil, cuyo carácter multitudinario reconoce la mayoría de medios de comunicación, ha sido sin embargo ridiculizada o silenciada por los medios afines al gobierno del PP, especialmente por su portavoz oficioso La Razón, y otros que aunque en horas más bajas por atravesar una situación económica crítica, como es el caso de Intereconomía y La Gaceta, no pierden ocasión en atacar al Sindicato de Estudiantes y criminalizar a todos los que luchan contra la política del PP.
Pero si este ritual de la derecha mediática es normal, lo llamativo ha sido que en estos días de contestación social a la LOMCE, su ideólogo, el Ministro Wert, haya guardado un silencio sepulcral. No nos ha obsequiado con ninguna de sus “perlas” anteriores, como su intención de “españolizar a los alumnos catalanes”, su defensa de la escuela elitista o clasista, su apoyo a la segregación por sexos, o sus diatribas contra el Sindicato de Estudiantes por ser “radicales y extremistas”. En esta ocasión, ha estado bastante mudo, aunque por supuesto no se ha reprimido de enviar comunicados a la prensa para rebajar el seguimiento de la huelga estudiantil al “20%”, cifra que, obviamente, es una burda mentira y forma parte de la propaganda a la que este Ministerio de educación del PP nos tiene acostumbrados.
La Razón, en su desesperación vuelve a calumniar y mentir
A nadie se le escapa que la Marea Verde o las huelgas de estudiantes —como también el gran movimiento desatado en defensa de la sanidad pública, la Marea Blanca— ha coincidido en el tiempo con la explosión del caso “Barcenas”, la trama de corrupción dirigida por el que ha sido tesorero del PP durante 18 años, y que según las informaciones publicadas en El Mundo y El País, pagaba decenas de miles de euros en dinero negro a dirigentes del PP, incluidos el propio Rajoy, Cospedal y muchos otros. Un escándalo que pone de manifiesto la podredumbre del sistema capitalista, y de un gobierno que tiene la caradura y la desfachatez de exigir austeridad e imponer todo de tipo de sufrimiento a la mayoría de la población, mientras ampara en sus filas a corruptos que saquean las finanzas públicas. Un gobierno que ha perdido toda la credibilidad y legitimación, y que si sigue aprobando leyes lo hará para la minoría de privilegiados de siempre, los grandes banqueros y poderes económicos.
Cuando la indignación social se ha desbordado, cuando la juventud sale a la calle para luchar por su futuro, por su derecho a una enseñanza pública digna, a un puesto de trabajo que nos permita salir de la pesadilla en que nos ha metido este gobierno y sus amigos banqueros (pues no hay que olvidar que el paro juvenil supera ya el 55%), hay medios de comunicación que viran todos sus ataques contra los que luchamos, arrecian en sus campañas de calumnias y mentiras para criminalizarnos y, eso sí, exculpan a los corruptos y les defienden en sus tribunas públicas.
Ahora han vuelto a las andadas. En su edición de hoy 8 de febrero, dedican al Sindicato de Estudiantes, y más concretamente al compañero Tohil Delgado nada menos que ¡¡Cinco páginas!! Una llamada en la portada; una nota en la página 3; una foto en la página 7 con el título Tohil, sus amigos y el corro de la patata, y dos páginas enteras, la 38 y 39, con dos titulares: Tohil Delgado, el líder estudiantil que no estudia, y La huelga estudiantil echa el cierre con fracaso general. También tenemos que decir que en la página 26 publican otro titular llamativo: La justicia avala que Gordillo asalte supermercados, debajo de una foto del líder jornalero, por lo que es justo reconocer que no somos las únicas dianas de su ira ultraderechista.
Como ya hicieron en febrero de 2012, cuando el compañero Tohil ocupó el centro de aquella portada famosa, ahora tejen de nuevo una amalgama en la que insinúan, además, que Tohil se embolsa del Consejo Escolar del Estado la cifra de ¡¡3.240 euros!! por acudir a las reuniones de éste organismo. Pero La Razón no puede esconder que esta nueva andanada tiene motivaciones políticas muy claras. Y el propio diario las reconoce implícitamente al inicio de su artículo en la página 38: “Tohil Delgado, secretario general del Sindicato de Estudiantes, el principal agitador de las protestas contra la reforma educativa y contra el Gobierno en bloque…” Es evidente que La Razón exagera, como siempre, pero es cierto que el Sindicato de Estudiantes ha impulsado una movilización que ha conectado con el sentimiento de millones de jóvenes, y de profesores y trabajadores, que ven horrorizados como se destruyen los servicios públicos, la educación y la sanidad, como se despiden a millones y se condena a la juventud a la marginalidad, mientras este gobierno ampara la corrupción y da dinero público a espuertas a su amigos los banqueros.
No es ningún secreto que el Sindicato de Estudiantes ha exigido la dimisión del Gobierno del PP, y también ha planteado públicamente que CCOO y UGT, y la izquierda, debe organizar una nueva huelga general hasta conseguirlo, para que un gobierno de izquierdas responda realmente a las necesidades de la mayoría y anule la reforma laboral, impida la aplicación de la reforma franquista de la educación y la privatización de la sanidad y los servicios públicos, y haga que los responsables de la crisis (los banqueros y los grandes empresarios), paguen realmente sus consecuencias. Y es esto, estas ideas en concreto y el apoyo que concitan, lo que ha vuelto a provocar este nuevo intento de criminalización.
El compañero Tohil, que es licenciado en Sociología, tiene un compromiso militante en defensa de la enseñanza pública desde hace tiempo, cosa que no gusta al Ministerio de Educación y a La Razón. Desde que fue elegido Secretario General del Sindicato de Estudiantes él, junto a miles de afiliados, ha dedicado lo mejor de sus esfuerzos a la tarea de extender la organización e impulsar la movilización en defensa de la enseñanza pública. Y a juzgar por como nos trata La Razón no lo estamos haciendo mal. El hecho de que en los últimos cuatro años se haya dedicado a cumplir con las obligaciones para las que fue elegido democráticamente por sus compañeros, y que esto le llevara a interrumpir el estudio de otra carrera, parece ser que es un delito para La Razón. Pero en realidad, esto no es más que una excusa para desviar la atención del punto central: que la huelga estudiantil del 5, 6 y 7 de febrero ha sido un rotundo éxito, como lo fue la que organizamos los pasados 16, 17 y 18 de octubre. En esa ocasión no sólo el Sindicato de Estudiantes sufrió la furia de La Razón y del Ministro Wert, también la CEAPA fue víctima del acoso, como lo fue meses antes por las famosas “camisetas verdes”, con las que supuestamente, y según el PP y La Razón, estaban “enriqueciéndose” y defraudando a Hacienda.
Pero hay más. La Razón, como es su estilo, intenta dar la impresión de que Tohil se embolsa dinero público y vive como un parasito. ¡Hay que tener desvergüenza! Los mismos que trivializan el mayor escándalo de corrupción conocido, calificando el caso Barcenas como “el de las fotocopias”; los mismos que aplauden con entusiasmo todas y cada una de las medidas que adopta este gobierno para empobrecer a las familias trabajadoras, para destruir nuestro derecho a una educación y una sanidad pública, intentan comprarnos con los corruptos a los que defienden. Y lo hacen diciendo que Tohil ha cobrado del Consejo Escolar del Estado en dos años ¡¡3.240 euros!! En el calentón de la trama que estaban urdiendo, recibiendo las pertinentes informaciones desde el Gobierno y el Ministerio de Educación, los periodistas de La Razón no se molestaron en contrastar nada. La Razón vuelve a mentir y a publicar una información que es falsa. Así es el periodismo amarillo de ultraderecha.
Pues bien. Tohil Delgado, ese gran “agitador”, ese “rojo” peligroso, “vago” y “parasito”, en realidad recibió del Consejo Escolar del Estado la cantidad de 0 euros en 2011, y 546,10 euros en 2012; total en dos años: 546,10 euros, que, hay que subrayar no recibió Tohil sino el Sindicato de Estudiantes. ¡¡Esto si que merece dos páginas en un diario de tirada estatal, faltaría más!! ¡¡Vaya con Tohil, este vago, que es un ni ni! La Razón es así, no lo pueden remediar.
La mayoría de los jóvenes, que vivimos la lacra del desempleo masivo, que dependemos para sobrevivir de trabajos esporádicos y precarios, y de las ayudas de nuestras familias, somos unos sinvergüenzas si luchamos, si vamos a manifestaciones y hacemos huelgas. Deberíamos comportarnos como esclavos, con sumisión…o afiliarnos al PP para recibir las mieles del poder. La Razón no puede soportar al Sindicato de Estudiantes, pero le parece estupendo que el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Ana Botella, gaste 10 millones de euros al año en más de 200 cargos de confianza, de los que 176 son designados por el PP, en su mayoría familiares o elegidos entre lo más granado de las Nuevas Generaciones. El Sindicato de Estudiantes ya ha llevado a La Razón a los tribunales en tres ocasiones, y hemos obtenido victorias. Ahora lo volveremos a hacer.
En cualquier caso, lo fundamental es entender por qué intentan criminalizar al Sindicato de Estudiantes. En la página 40 de la edición de hoy también desvelan la razón de ello cuando desplieguen el siguiente titular: “El PP pedirá que los menores no puedan hacer huelga”. Esa es la razón de estos ataques. Temen a la juventud consciente que lucha por sus derechos, que se moviliza. Los jóvenes de 16, 17 y 18 años si podemos ser explotados, expulsados del sistema educativo, desahuciados junto con nuestras familias, pero para la derecha no deberíamos tener derecho a la libertad de expresión. Que sepa La Razón y este gobierno que no lo vamos a aceptar, que vamos a seguir luchando por lo que es justo. Vamos a seguir movilizándonos con más fuerza e intensidad por nuestro futuro, por la enseñanza pública, por un puesto de trabajo digno, y contra la podredumbre de un sistema que solo sirve los intereses de una minoría de privilegiados, y del que un diario como La Razón es un cualificado portavoz.
Comisión Ejecutiva del Sindicato de Estudiantes