Después del éxito de la movilización del pasado 9 de febrero en la que decenas miles de estudiantes salimos a la calle contra los planes del PP y del anuncio de una nueva jornada de lucha estatal para el 2 de marzo, el Ministerio de Educación (MEC) ha tenido que retroceder en su intento de endurecer la prueba de selectividad. La movilización del 9 de febrero puso muy nervioso al gobierno ya que demostró, una vez más, el rechazo de la mayoría de los jóvenes a la política de la derecha. Se vieron obligados a hacer algunas concesiones para este curso, intentando evitar cualquier tipo de conflicto en la calle que es lo que más temen. Intentaron despistarnos haciendo concesiones en algunas comunidades autónomas, como Madrid y Euskadi, donde atrasaron las fechas de los exámenes. Esto era totalmente insuficiente: si no se modificaba el Decreto los estudiantes que repitiéramos 2º, estuviéramos en 1º o en secundaria no ganábamos nada.
Lo que durante más de tres meses nos han negado y nos decían que era "totalmente imposible" de hacer – la modificación del Decreto a través de una Orden Ministerial o de un nuevo Decreto -– ahora lo hemos conseguido. El 24 de febrero el Ministerio de Educación se ha comprometido por escrito a modificar el Decreto antes de la selectividad de junio del 2000. Estos cambios serán para todas las Comunidades Autónomas y para este y próximos cursos. Está claro que el único lenguaje que entienden es el de la lucha, si no hubiéramos salido a la calle la derecha hubiera podido llevar sus planes adelante.
EL MEC HA RETROCEDIDO
El compromiso arrancado al Ministerio garantiza que habrá dos opciones diferenciadas (a elegir una) en los exámenes de Historia o Filosofía y de Lengua castellana. Esto es un paso adelante para algunas Comunidades, como Asturias, Cataluña, Castilla-León y Canarias, que ya habían perdido la opcionalidad en lengua en cursos anteriores. La estructura del examen de Historia para este año será la misma del año pasado. Aquellos estudiantes que elijamos la doble vía de acceso no tendremos que examinarnos de más asignaturas (el tope serán cuatro asignaturas, mientras que el MEC quería que fueran cinco) y, por último, se deja claro que las únicas materias que pueden entrar en el examen de selectividad son las cursadas en 2º de Bachillerato, en ningún caso las de 1º como pretendían hacer este curso algunas comunidades autónomas, como Castilla-León.
En cuanto al sistema de corrección, a pesar de que tras la primera revisión se tenga derecho a una nueva reclamación, el Sindicato de Estudiantes sigue considerando injusto que se haga la nota media entre la nota obtenida y la de la revisión y que se permita la rebaja de la nota tras la revisión. Por eso vamos a seguir presionando para conseguir retirar esto. Durante el proceso de elaboración del nuevo decreto tenemos que enviar resoluciones exigiendo que se echen atrás en este punto. Además, hemos hecho un llamamiento a IU y PSOE para que si tras las elecciones hay un Gobierno de izquierdas, se comprometan entre otras cosas, a retirar este punto.
Este curso hemos frenado un ataque, hemos impedido que se empeore la selectividad existente, y esto es una primera victoria. Pero nuestro modelo no es éste. El Sindicato de Estudiantes defiende la supresión de la selectividad y la inversión en creación de 250.000 nuevas plazas universitarias que permitan la entrada en primera opción en la carrera solicitada. Esto no es ninguna locura, no estamos pidiendo nada disparatado. Tenemos que decir que sí hay dinero para invertir en la educación pública pero la derecha prefiere dedicarlo a otras cosas. La educación, más aún la superior, paraellos es un despilfarro. No necesitan licenciados en paro, lo que quieren es mano de obra barata y poco cualificada para ser explotada a la carta por el empresario de turno. Nos dicen que sobran licenciados, sin embargo ¿no hacen falta médicos y enfermeras para mejorar el funcionamiento de la sanidad pública? ¿no son necesarios más profesores para poder reducir la masificación en los colegios, institutos y facultades? Hay un montón de necesidades sociales que cubrir en los barrios obreros pero desde el punto de vista de los grandes empresarios y banqueros esto no es rentable.
FORTALECER EL SINDICATO DE ESTUDIANTES LA MEJOR GARANTÍA PARA DEFENDER NUESTROS DERECHOS.
La única forma de conseguir todas nuestras reivindicaciones, como ha quedado claro en esta lucha, es la organización y movilización. Nadie nos va a regalar nada, incluso lo que hoy hemos conseguido tratarán de quitárnoslo, por eso es necesario fortalecer el Sindicato de Estudiantes. Una organización combativa, de izquierdas y democrática que está implantada en todo el Estado. Conseguir la supresión de la selectividad, el aumento de los presupuestos para la educación pública, o que se nos reconozcan derechos básicos como el de huelga y reunión en hora lectiva sólo será posible si tenemos más fuerza. Por eso tenemos que construir el Sindicto de Estudiantes en todas las ciudades, pueblos, barrios e institutos; el primer paso tiene que ser transformar los comités de lucha creados durante esta lucha en asociaciones del Sindicato de Estudiantes en cada centro. Cuanto más afiliados seamos, estaremos en mejores condiciones de responder futuros ataque y seguir luchando por una educación pública de calidad para los hijos de los trabajadores y un futuro digno.