NO A LOS RECORTES EN LA EDUCACIÓN PÚBLICA
 El Gobierno ha dado a conocer sus planes para la próxima reforma de la Formación Profesional (FP) que pretende aprobar antes de finales de año. Según han anunciado, la medida "estrella" será la posibilidad para los trabajadores de entre 21 y 55 años de obtener el título de FP tras acreditar tres años de experiencia laboral y superar una prueba práctica evaluada por "un grupo de expertos".  Parecería una medida pensada en beneficiar a los trabajadores, sin embargo, realmente supondrá un grave ataque a la Formación Profesional.

Para empezar, la reforma planteada por el gobierno lo que provocará es que muchos jóvenes dejen de cursar la Formación Profesional. Al fin y al cabo si con tres años de trabajo le van a dar el título, ¿por qué no incorporarse lo antes posible al mercado laboral y abandonar los estudios? Todos los años faltan plazas públicas de FP. De esta manera, al desincentivar la matriculación, el gobierno se ahorrará construir las plazas públicas necesarias, ahondando en el negocio que ya tienen las academias privadas. Y de paso, más jóvenes dejarán de estudiar para, sin ninguna formación, ser explotados a placer en el mercado laboral.
Nosotros no despreciamos la experiencia laboral de un trabajador. Pero en la FP también se imparten conocimientos teóricos muy importantes. Con esta medida, lejos de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores sin cualificación, se deteriorará la de aquellos que tengan un título de FP. Efectivamente, se irá hacia dos títulos de Formación Profesional, uno el concedido en la FP de primera, en las costosas academias privadas, y otro de segunda, reservado para aquellos jóvenes y trabajadores que no tengan ni dinero, ni tiempo para estudiar.
Desde luego el Estado debería de dar toda las facilidades del mundo a un trabajador para obtener el título de FP. Podría ser a través de una FP para adultos pública y de calidad y de becas-salario dignas que permitiera al trabajador acudir a las clases.
La Formación Profesional está en peligro. Ya hoy muchos compañeros no consiguen matricularse a los ciclos formativos porque no hay suficientes plazas públicas. Además en numerosos módulos no hay los medios materiales adecuados para impartir la formación.
Detrás de esta situación está la privatización de la educación pública. Para los empresarios, la educación es un negocio al alcance de quien tenga dinero para pagársela. Los capitalistas quieren solucionar la crisis económica a costa de cargar su peso sobre los hombros de los trabajadores. En esa línea, lo que quieren es mano de obra barata para poder sobre-explotar. Esa ecuación excluye el que los hijos de los trabajadores tengan una educación pública de calidad.

¡DEFENDAMOS UNA FP PÚBLICA DE CALIDAD!