Entrevista a Sara y Patricia, estudiantes de FP Superior y miembros del Comité de Lucha

El explosivo movimiento que se estaba iniciando contra la imposición del selectivo a los estudiantes de la FP Superior tuvo efecto inmediato. La Generalitat Valenciana y los rectores pretendían adelantar a este año esta grave medida de carácter estatal. En la asamblea del 5 de mayo se juntaron 60 estudiantes, formándose un Comité de Lucha.

El 7 llegó el anuncio de que la Generalitat reculaba. Aun así, se mantuvo la convocatoria a asamblea para el 11. A ésta acudieron 74 estudiantes, y se formó un comité de centros para seguir coordinados y continuar la lucha. Publicamos a continuación un extracto de la entrevista a dos activistas destacadas de esta movilización

Pregunta.- Contadnos los motivos de la lucha.

Patricia.- La cuestión es que nos pusieron una prueba de acceso a la Universidad, que no existía, a dos meses de la prueba, sin tener el temario. A raíz de eso nos empezamos a juntar y movilizar, y vas atando cabos y empiezas a pensar en las injusticias que se cometen. Por ejemplo, no sólo es que sea la FP, sino que los de Bachiller están siempre examinándose de lo mismo, que es improductivo, que no es pedagógico, y que no tiene sentido.

Sara.- Pensamos que la selectividad, tanto para Bachiller como para FP, es una forma de evitar que entre un número masivo de personas en la Universidad, de esta forma se reduce el gasto público y se consigue que los únicos que puedan acceder son los que puedan pagársela, los hijos de los capitalistas, y que ahora, con toda la crisis, los de FP, sobre todo, seamos los que trabajemos en condiciones de salarios nefastos. Somos los que tenemos que sacar al país de la crisis con nuestro esfuerzo, dándolo todo, para luego cobrar cuatro duros.
 
Patricia.- Durante muchísimos años hemos estado con seis meses de prácticas, sin cobrar nada, teniendo que recuperar horas, incluso doblar. Encima teníamos un cupo de plazas limitado para entrar a la Universidad, que era un 20% de media, y nunca hemos abierto la boca. Esta prueba nos supone que, haciendo 8 horas al día de prácticas, tenemos que pagar una academia para prepararnos un temario que no es el nuestro, que no hemos dado.

Sara.- Uno de los puntos de esta lucha es que parece que la FP sea donde acaba todo el mundo que no quiere estudiar. La gente nos infravalora. Muchísima gente de los que están cursando la FP tiene el Bachiller. La Prueba de Acceso a la Universidad es una prueba equivalente a los conocimientos de Bachiller, por tanto no hace falta volver a pasar un examen para comprobarlo.

Pregunta.- El Gobierno no tiene interés en promover a los hijos de los trabajadores a la Universidad. ¿Por qué pasa esto? ¿Tiene relación esta medida con el proceso de Bolonia?

Patricia.- Para empezar, no hay mucha oferta en FP. La mayoría acaba en centros concertados, pagamos 600 euros. Con esta reforma y esta Prueba de Acceso a la Universidad, tienes que pagarte una academia, te presentas, pagas unas tasas de examen, y luego llegas a la Universidad y resulta que con Bolonia han tenido la feliz idea de que tengamos 40 horas presenciales. Lógicamente, si todos los días entras a las 8 y sales a las 8, tú no puedes trabajar. La gente que trabaja tiene que dejar la asignatura. Y ahora, con la subida de las tasas, cuando repites unos créditos, pagas casi el triple. Por ejemplo, una asignatura de seis créditos, que pagabas a 80€, si la repites tienes que pagar 330, y si la vuelves a repetir son 660. Al final el que va a superar la Prueba es el que se pueda pagar la academia, y el que va a sacarse la carrera es el que no tenga que trabajar. Claro que está relacionado.

Sara.- Por no hablar del tema de las especialidades. Cuando acabas la carrera tienes que conseguir una especialidad, si quieres conseguir trabajo. En Magisterio por una especialidad tienes que pagar 12.000 euros. ¿Y si no tienes, qué pasa? Te los prestan. Ya no es una beca, ¡encima los tienes que devolver!

Pregunta.- ¿Cómo se desarrolló la lucha?

Patricia.- Esto fue indignación pura y dura. Enseguida salió el tema en las redes sociales, en los institutos, y Sara, que estaba en el Misericòrdia, convocó una primera asamblea. No asistió mucha gente, pero había profesores, apareció el Sindicato de Estudiantes… Este tipo de cosas te hacen pensar, y cuando empiezas a pensar acabas pensando cosas que, normalmente, tú eres estudiante, vas a la tuya, y no lo pensarías. Pero de repente te das cuenta, está ahí, y no te puedes quedar indiferente. Te das cuenta de que tienes un sistema de criba constante, y vas pagando tasas, cada vez que te examinas pagas tasas, para que luego reduzcan las plazas. ¿Todo el dinero que estamos pagando a dónde va? ¿A trajes? Pues no, me niego. La gratuidad de llegar a la Universidad lo deberíamos tener todos, no sólo es para los hijos de los ricos.

Pregunta.- ¿Cuál ha sido la aportación del Sindicato de Estudiantes?

Patricia.- El Sindicato de Estudiantes surgió como una seta, ¡flop! Y nos vino muy bien, porque sin su ayuda no hubiéramos podido hacerlo. El informar a la gente, el enseñarnos cómo organizarnos, ‘las asambleas hay que hacerlas así’…

Sara.- Yo llamé al Sindicato para organizar una concentración, no teníamos ni idea. Les informé de que teníamos una asamblea el día 5 de mayo. Para los que dicen que el Sindicato de Estudiantes sólo ha apoyado a los de FP, decir que no es cierto. Desde un principio, en los folletos que hemos repartido ha salido la injusticia que se está cometiendo en el endurecimiento de las pruebas de acceso para los de Bachiller. Hemos repartido los papeles a gente de Bachiller, les hemos animado a que vinieran a las convocatorias, a las asambleas.

Patricia.- La ayuda del Sindicato de Estudiantes ha sido imprescindible, pero hemos tenido que movernos nosotros. Sin la ayuda del Sindicato no hubiéramos ido a ningún lado, pero la gente tiene que moverse. Ellos solos no pueden pelear por ti. Va a llegar un punto que va a ser tan insostenible que vamos a acabar como la revolución estudiantil de Francia. La gente, hasta que no se le hinchan los cojones, con perdón, no se mueve de verdad. El año que viene, que entran los grados, por lo menos en Ciencias de la Salud, la gente va a empezar a levantarse, va a decir ‘esto no es lo que me han vendido, me han engañado, encima no puedo trabajar, me han subido las tasas, no sé cómo pagarlo, si me dejo créditos el año que viene tengo que pagar más’, etc. Se van a ver con el agua al cuello y va a haber una movilización muy bestia.

Pregunta-. Lo que habéis conseguido, ¿es el fin de la lucha, o sólo una victoria parcial?

Patricia.- Esto es como una guerra. Tú puedes ganar una batalla, pero te quedan veinte mil.
 
Sara.- Es una victoria parcial. Lo que pretendemos es seguir animando a la gente a que luche, a que estas injusticias se erradiquen. Lo que no se puede permitir es ir recortando, recortando y recortando y no permitir a la gente que se culturice y que pueda crecer como persona y profesionalmente. Todo el mundo se tiene que unir, luchar para conseguir las cosas.

Pregunta.- ¿Qué más problemas veis, a nivel de material, profesores y medios?

Patricia.- Me fastidiaría mucho que el recorte presupuestario que va a haber ahora les afecte a los centros de FP.

Sara.- Lo que deberían hacer también es ofertar más plazas a FP, que hay un número mínimo de plazas, por falta de profesores. En mi clase éramos 30 personas, igual haciendo grupos más pequeños se aprendería mucho más, y más en FP, donde te enseñan a trabajar en grupo.

Pregunta.- Esta movilización ha coincidido con las medidas anunciadas por Zapatero. ¿Pensáis que hay alguna relación entre ellas y el intento de dificultar el acceso a la Universidad?

Patricia.- Por supuesto. Tú empiezas a atar los cabos y al final todo acaba en las grandes fortunas que hacen unos poquitos, porque… tú piénsalo… teniendo que recortar el déficit público, aumentar las tasas universitarias y reducir el presupuesto de institutos de FP les viene de perlas. Ya me dirás tú un jubilado, que ha trabajado toda su puñetera vida, qué culpa tiene de la crisis. Al final es lo de siempre: los bancos tendrían que devolver las ayudas que se les ha dado, para empezar. Menos presupuestos para el Ejército y la Casa Real. Y así un larguísimo etc. Las millonadas que cobran los sindicatos mayoritarios… Luego está el tema de los paraísos fiscales, fortunas españolas que están en el extranjero…
 
Pregunta.- ¿Es posible cambiar la sociedad?

Patricia.- Es posible cambiar en la medida que tú creas en el cambio. Si tú no haces nada no va a bajar el Espíritu Santo a ayudarte, no va a hacerlo por ti. Y para eso lo primero que tiene que haber es conciencia social. Tiene que pasar algo, y probablemente ese cambio no surja si no hay una protesta.

Sara.- Tenemos que ser nosotros los artífices de ese cambio. Si todos somos tan conformistas que nos callamos, realmente no vamos a conseguir nada, al contrario. Si ven que no abrimos la boca lo que van a hacer es ir recortando, recortando y recortando.