‘Dejamos claro que no nos pararían a base de palos’
(A continuación publicamos la entrevista realizada, por el periódico El Militante, a la compañera del Sindicato de Estudiantes en el primer aniversario de las impresionantes movilizaciones de la Primavera Valenciana)
Hace un año se produjo la llamada primavera valenciana. Las imágenes de estudiantes de 14, 15 o 16 años golpeados por la policía y el ascendente ambiente de lucha encendieron la indignación popular. Cientos de personas ocuparon la calle Xàtiva en solidaridad con los reprimidos, a partir del mediodía del 16. Desde entonces y hasta el martes 21, el centro de Valencia fue un escenario en el cual una multitud de jóvenes, la gran mayoría estudiantes de instituto, cortaba pacíficamente la calle, y la policía (y el Gobierno del PP detrás) intentaba impedir por todos los medios esta lección de determinación, acorralando a los manifestantes, identificándolos, y aporreándolos salvajemente.
Desde entonces la lucha continúa, en los tribunales y en la calle. 116 personas han sido multadas por su participación en esas manifestaciones, y 41 están procesadas por ello, mientras la denuncia colectiva de las 23 organizaciones agrupadas en la Assemblea per les Llibertats i contra la Repressió (entre ellas el Sindicat d’Estudiants) fue archivada. Además, como indica dicha Assemblea, ‘la represión policial continúa en el País Valenciano. No fue un incidente puntual y aislado hace un año’. De hecho, desde entonces hemos podido sufrir la brutal represión el 14-N; las detenciones arbitrarias de cuatro participantes en una marcha de la lucha barrial del Parc Alcosa (Alfafar), discapacitados y otros sectores; etc.
Entrevistamos a Ainoa Murcia, estudiante del IES Joanot Martorell en ese momento y miembro de la Ejecutiva Estatal del Sindicato de Estudiantes. Ainoa (en la fotografía que ilustra esta noticia) participó en las concentraciones y fue víctima de la represión como tantos otros.
El Militante.- ¿En qué contexto se produjo la Primavera Valenciana?
Ainoa Murcia.- El inicio del curso pasado, coincidiendo también con el inicio del gobierno del Partido Popular, se vio marcado por un fuerte ambiente de lucha y rechazo a todos los ataques y recortes que estaba sufriendo la educación pública a nivel de todo el Estado, pero que además en el País Valencià nos venían por dos frentes, tanto desde el gobierno central como desde la Generalitat. Tras 20 años de gobierno del PP la educación pública valenciana se encuentra en peor estado que en el resto de comunidades.
Y en este contexto de lucha y movilizaciones, con manifestaciones como la del día 21 de enero, en que salieron a la calle 160.000 personas (en Valencia y Alicante) por la educación pública, las decenas de concentraciones que se producían a diario en los centros educativos por parte del profesorado y de los estudiantes, o las manis que el día 26 recorrieron toda la Comunitat Valenciana con unos 200.000 manifestantes en contra de los ataques a los servicios públicos, es donde se enmarca el estallido de la llamada Primavera Valenciana.
El día 15 de febrero, justo un día antes de la convocatoria del Sindicato de Estudiantes en contra de los recortes en educación en el País Valencià, los estudiantes del instituto Lluís Vives salieron otro día más a realizar una concentración a las puertas de este. Aquí comenzaron las detenciones y cargas policiales, que continuaron y se acrecentaron hasta el día 20 del mismo mes.
EM.- La represión contra estudiantes, y contra los viandantes que observaban y recriminaban la actitud de la policía, fue brutal. ¿Qué pretendían?
A.M.- El objetivo de esta dura represión policial contra los estudiantes, que en su mayoría no superaban la mayoría de edad, era bastante claro.
Por un lado, pretendía amedrentar y atemorizar a los estudiantes a base de porrazos y agresiones para frenar toda la oleada de movilizaciones y contener así la explosión social que se está desarrollando, donde en muchas ocasiones la juventud juega un papel muy importante. Además esto también les servía para asustar a nuestros padres, que preocupados por la brutalidad de las cargas podrían intentar impedirnos participar en la lucha.
Por otro lado, buscaban provocar altercados durante las protestas para así criminalizar el movimiento, criminalizar la lucha de los jóvenes que peleamos por una buena educación y un futuro digno. Por ello no es casual que las primeras cargas se produjeran antes de nuestra convocatoria del día 16, donde se preveía una masiva asistencia, y así fue, con una manifestación de 20.000 estudiantes en Valencia.
EM.- ¿Tuvo éxito la represión?
A.M.- Por supuesto que no. A pesar de la brutalidad de las cargas policiales y del ambiente de terror que intentaron instaurar en todo el centro de Valencia (con decenas de lecheras recorriendo las calles) los jóvenes continuamos saliendo a la calle con determinación. Cada día se unían más estudiantes y, con ello, la represión aumentaba, pero dejamos claro que no nos pararían a base de palos. Además, un factor importantísimo que sumó fuerza a las protestas fue el respaldo por parte de los los padres, abuelos, trabajadores...
Con este ambiente de lucha firme, el día 20 todas las organizaciones de izquierda convocaron de urgencia una movilización para el día siguiente, 10.000 personas en Valencia salimos el 21 de febrero a la calle en contra de la represión, consiguiendo así frenar las cargas policiales.
También recibimos el apoyo de miles de trabajadores y estudiantes de todo el Estado con concentraciones en varias ciudades, lo que se vio reflejado en la posterior jornada de lucha que se convocó desde el Sindicato para el día 23 en solidaridad con los compañeros de Valencia, y en la huelga general de estudiantes de todo el Estado del día 29 (con una manifestación monstruo en Valencia de 60.000 jóvenes). Esto demostró una vez más que cuando nos tocan a uno, nos tocan a todos, que no tenemos miedo y menos cuando estudiantes y obreros unimos nuestras fuerzas.
EM. - Antonio Moreno, jefe superior de la Policía de Valencia, se hizo famoso con sus declaraciones, tildando a los jóvenes manifestantes de 'el enemigo'. ¿Qué tienes que decir?
A.M.- Moreno no hizo otra cosa que decir lo que realmente piensa la derecha, y la policía como aparato represor del sistema. Claro que somos su enemigo en cuanto a que nos oponemos completamente a este sistema corrupto que nos condena a una vida de miseria, el capitalismo. Por ello, como enemigos suyos en la lucha de clases, cada vez se hace más necesaria la organización y la lucha consciente por una alternativa revolucionaria.
Hoy más que nunca se hace visible la decadencia y el desmoronamiento del sistema capitalista, la movilización recorre las calles a nivel mundial. Así, desde el Sindicato de Estudiantes, tras la convocatoria de la reciente Semana de Lucha, llamamos a continuar con la movilización, organizada y contundente, dispuestos a derribar al gobierno del PP y a luchar por la transformación socialista de la sociedad.