Hoy se cumple un año de la brutal agresión policial a cientos de estudiantes valencianos, fundamentalmente de institutos, y de la ejemplar respuesta que miles de jóvenes dieron a todo el mundo. El 15 de febrero la policía cargó contra un grupo de estudiantes del IES Lluís Vives, que, como otros de muchos centros del País Valenciano, se concentraban a la hora del patio todas las semanas para protestar por el brutal recorte de presupuestos en la educación pública. La represión fue el resultado de una medida calculada por los mandos policiales y por los responsables políticos del PP, y no simplemente el calentón de algún elemento fascista.
De esta forma intentaban provocar al movimiento estudiantil, dar una imagen violenta de él, y convertir en un problema de orden público la impresionante movilización de toda la comunidad educativa, y en general de la mayoría de la población, contra los salvajes recortes decididos en enero de 2012 por la Generalitat del PP, y contra la reforma laboral. Hay que recordar que durante los meses de enero y febrero multitudinarias manifestaciones de incluso cientos de miles de personas abarrotaron las calles del centro de Valencia con asiduidad. Atacando al que ellos consideraban el sector más vulnerable, los jóvenes de instituto, pretendían crear confusión, criminalizar la lucha, asustar a los padres y a los hijos, y desinflar el impresionante movimiento que cuestionaba la gestión del PP en el País Valenciano, y en todo el Estado. En particular, la carga policial del 15 de febrero fue un intento descarado de desactivar la huelga convocada para el día siguiente por parte del Sindicato de Estudiantes.
Sin embargo, la actitud de los jóvenes valencianos fue muy distinta de la esperada. Sin acobardarse, sin a la vez caer en las provocaciones policiales, los estudiantes dimos un ejemplo de seriedad y madurez, de entender la importancia de nuestra lucha, de impedir que ninguna medida represiva nos sacara de la calle. La masiva huelga del día 16, con su manifestación de 20.000 personas en las calles de la ciudad; y la ocupación, pacífica pero determinada, de las calles del centro de Valencia, pese al acoso policial, a las identificaciones, a los porrazos; han marcado un hito. La creación de un clima de terror, con la presencia intimidatoria de la policía por todo el centro, registrando y cacheando a todo joven que se aventurara por allí, no les sirvió de nada. Fue cuando Antonio Moreno, el jefe superior de policía, en un ataque de sinceridad, se refirió al movimiento de la juventud como a ‘el enemigo’. Sí, somos el enemigo de los recortes, de los ataques a la educación pública, de los privilegios a los banqueros y capitalistas, de todos esos que se lucran a nuestra costa.
La respuesta social a esa represión les obligó a dar marcha atrás. Cada vez más, los paseantes recriminaban a los policías su actitud. El martes 21 una manifestación convocada de urgencia por todas las organizaciones de izquierda reunió a diez mil personas. Ante esta situación, tuvieron que retirar a los guardianes del orden burgués. El día 23, 2.000 estudiantes se concentraban de nuevo en la Conselleria d’Educació. Por último, el día 29 de febrero, una masa de 60.000 estudiantes valencianos, secundada por miles y miles de jóvenes de todo el Estado (el Sindicato de Estudiantes convocó huelga a nivel estatal), se manifestó repudiando la actuación policial y los recortes.
Hoy continúa la lucha. En primer lugar, porque 230 estudiantes han recibido notificación de multa por el grave delito de haberse manifestado. Es imprescindible retirar las multas a estos compañeros. En segundo lugar, porque los graves recortes que motivaron la movilización masiva han dejado paso a un ataque mayor: la prevista aprobación de la ley Wert, la LOMCE. Una ley que implica eliminar la democracia en los centros de estudio (prohibiendo el derecho de huelga), presionar a los estudiantes para que nos dejemos adoctrinar en el dogma católico, y expulsarnos a los hijos de trabajadores del sistema educativo público para que sólo los privilegiados accedan a la Universidad y estudios superiroes en general.
El aniversario de la Primavera Valenciana sólo se puede celebrar luchando. En este sentido llamamos a participar en todas las acciones de conmemoración. Y especialmente llamamos a participar en la manifestación que, convocada por la conocida como Assemblea d’El Micalet (donde participa desde el primer día el Sindicat d’Estudiants), se realizará el viernes 15, a partir de las 18 horas en la calle Xàtiva, a la altura del IES Lluís Vives