http://sindicatodeestudiantes.net/images/fotosarticulos/crisis.jpgEn el invierno de 2009/2010 cualquier joven de un barrio trabajador sabe que ganarse la vida no está nada fácil, y no es raro oír historias de degradación y desesperación cotidiana.
No es que antes de la crisis las cosas fueran fáciles para mucha gente, todo lo contrario, pero con trabajo duro se podía ir tirando e incluso tener sus pequeños “caprichos”.

Pues bien, visto que el paro crece sin cesar para los trabajos poco cualificados, donde la competencia es brutal, la formación es una necesidad vital para el joven, se supone, porque de lo contrario cabría pensar que al sistema le “sobra” gente, gente que en la miseria solo engrosa las filas de la marginalidad y cumple la función de tirar a la baja los salarios.
 Pensemos entonces que la salida individual pasa por la formación. No son pocos los que escuchan la radio, ven la televisión y atienden a los consejos de estos. Se preparan para atravesar esta mala racha en positivo, estudiando y aprovechando para formarse. ¿No será la formación, la investigación y las nuevas tecnologías lo que contribuirá a sacarnos de esta situación? Además, ¿Qué otra cosa hacer? Si se tiene para vivir, ayuda de la familia, o ayudas públicas, pues mejor estudiar para el futuro que seguir de brazos cruzados.

Como dicen, se trata de recuperar la “confianza”, que viene a significar el aumento del consumo y la inversión, privada se entiende. Pero la inversión, después de alimentar hasta el colapso burbujas especulativas sobre el precio de la vivienda o el crédito, continúa escaseando en sectores productivos y en investigación. ¡Es el gobierno quien ha actuado para evitar el colapso!; ayudas a la banca, mas inversión en obra pública, poner la investigación de universidades e instituciones al servicio de la magna causa de colocar a las empresas españolas entre las más punteras, etc.… todo en un intento de crear las condiciones para la recuperación de manos de los auténticos tenedores de la economía; los capitalistas, los cuales buscan el beneficio privado a corto plazo por encima de todo.

La situación en Madrid

Aquí gobierna la derecha, representando descaradamente los intereses de los empresarios como principales garantes de la economía (de su economía, cabria subrayar), y se enfrenta a la línea política del gobierno central, el cual  intenta conciliar los intereses de patronal y trabajadores mediante una política neokeynesiana apoyada por las cúpulas sindicales. Aquí, en Madrid, las cifras no dejan lugar a dudas y, por el contrario, en las formas y los modos del gobierno autonómico se manifiesta la retorcida política capitalista sin disfraces, pura y abiertamente de manos de sus defensores ortodoxos, la derecha, en el plano educativo también, de forma clara y cristalina:

 En Formación Profesional (FP), donde las cifras de colocación al término son de las más altas, lejos de aumentar las plazas respecto al año pasado (15.167), y en previsión de la nueva situación (19.868 solicitantes), se ha “descuidado” gravemente la inversión dando lugar a 6.170 estudiantes que no pudieron cursar lo elegido y a 4.701 que no pudieron optar a ninguna FP, los sindicatos de profesores califícan como un mal endémico el desajuste entre oferta pública y solicitudes, y es obvio que en la situación actual el tema adquiere mayor gravedad.

CCOO de enseñanza reclama 140 grupos más de FP, y la respuesta de Educación es que no tiene sentido ofertar plazas si luego no les pueden garantizar prácticas en empresas (no remuneradas, recordemos). Una vez más, la situación económica. Una vez más los intereses empresariales contra las aspiraciones de las mayorías ¿o es que acaso será más útil mucha de esa gente sin hacer nada? Existen necesidades sociales que cubrir. Por supuesto que los índices de colocación de la FP seguirán altos, pero con artimañas y juego sucio. En la educación infantil las cosas tampoco están nada bien, donde existen 35.000 niños en lista de espera para escuelas infantiles públicas.

Ejemplos a este respecto hay muchos, en el centro Gines de los Ríos de Alcobendas, las alrededor de 400 peticiones para el curso puente hacia FP superior (para acceder sin cursar bachiller) crearon una situación con una clase de 96 alumnos en el salón de actos. El problema no era falta de aulas ¡era de falta de personal docente! Otro botón de muestra de la política de acoso y derribo contra la educación pública lo tenemos en el Álamo. Después de construirse un nuevo colegio público, éste es privatizado por la mano de la comunidad de Madrid. Esto es una demostración escandalosa de cómo la derecha, representante directa de los empresarios, se sirve de las instituciones públicas para sostener el negocio de la educación privada. Ante este atropello se demanda en los tribunales la privatización y se consigue que el tribunal Superior apruebe una sentencia en la que se anula la privatización del  colegio. A pesar de que la presión popular arranca esta sentencia, la derecha decide suprimir el centro, argumentando que no hace falta un colegio público nuevo. ¡No se podía hacer una política más descarada a favor de la destrucción de la educación pública!

 En los últimos meses hemos sabido como se ha producido una nueva bajada en la inversión, en las partidas para infantil y primaria del 3%, para secundaria de otro 3%, y para FP de ¡un 6%! en un momento en que dicha inversión se hace más necesaria que nunca para la juventud y la sociedad, que no para algunos políticos y empresarios como se pondrá de manifiesto en el aumento proporcional de la parte destinada a la concertada.

Para 2010 la consejería de educación administrará 4779 millones, una bajada de 1,1% respecto al año anterior, y se propone un descenso en todas las partidas, incluso universidades, menos en las subvenciones a la enseñanza concertada, que tendrá una subida del 6,6%. Otra perla neoliberal supone la congelación a las ayudas a las familias (libros, material escolar, comedor, y cheques guardería), aumentando el número de beneficiarios, también se produce un recorte de un 22% en infraestructuras, en el mejor momento, en medio de planes de ampliación: CCOO tras analizar las cuentas regionales recordaba que en sus previsiones está un incremento de 25.000 estudiantes para el próximo curso. Pues que vallan a la concertada les viene a decir en la práctica el gobierno de la Comunidad.
Parecen empeñados en profundizar la privatización de los servicios sociales, incluida la asistencia social y la educación, a manos de empresarios eclesiásticos o laicos sin escrúpulos. La trayectoria del gobierno regional no nos hace dudar de la veracidad de esas cifras. Afortunadamente décadas de lucha de los trabajadores en el pasado nos han legado un sector público fuerte aunque lastrado por la mala gestión y la desinversión, que deberemos defender contra la rapiña de grandes empresarios, los cuales, incapaces ya de crear empleos y riqueza, se dedican al saqueo impune de las arcas públicas.

Un espacio aparte merece la universidad en Madrid, donde ya se aplican a toda velocidad los cacareados planes de Bolonia. Pues bien, los presupuestos para las seis universidades bajan un 3.8%, con un recorte acusado en inversiones a 18,7 millones para repartir entre todos los centros (prometieron 125 millones). Lo que ello supone en mantenimiento e infraestructuras lo puede ver fácilmente cualquier estudiante de una de las universidades, como por ejemplo la complutense, con edificios en mal estado de épocas pretéritas donde los parches se acumulan sin llegar a tapar las grietas en los muros. Una buena metáfora del estado de la educación universitaria ¿Cómo se va a implantar una enseñanza participativa, formación continua y grupos pequeños si el presupuesto lejos de aumentar disminuye aún más? Pues tal y como querían, expulsando en los próximos años a gran cantidad de gente de la universidad mediante horarios imposibles y retorcidas exigencias académicas y curriculares, subida de tasas y con nula o escasa participación de estudiantes y trabajadores en la gestión de la universidad.

 Y así llegamos a término con la siguiente cuestión: Trabajar es difícil sin mucha formación, adquirir formación es difícil y lo será aún más. Es decir, a la sociedad estructurada en el capitalismo le sobran trabajadores, que no parados, y los supuestos encargados de crear empleo ven más provechoso para ellos especular y sacar tajada de la situación política que efectivamente superar la crisis. Eso no quita que tras enormes intervenciones públicas que sitúen la deuda pública a nieles históricos y preparen ataques futuros a las prestaciones sociales no pueda la economía recuperarse en alguna medida, pero eso no anula lo esencial: No se trata de buscarse la vida o de luchar. Se trata de luchar para buscarse la vida, y luchar con la conciencia de pertenecer a una clase con problemas en un mismo origen, el sistema capitalista, y con intereses en su sustitución, organizada colectivamente, por un sistema donde la planificación democrática de la economía en beneficio de las necesidades de la mayoría se imponga sobre el lucro de unos pocos.

 Un primer paso en Madrid es la organización de los trabajadores y los estudiantes concienciados para presionar a sindicatos, partidos políticos de izquierda, y asociaciones de vecinos en profundizar consecuentemente en la vía de la lucha para combatir las intenciones de la derecha y la realidad cotidiana de nuestra comunidad.
 
Desde el sindicato de estudiantes continuamos defendiendo día a día los intereses de los estudiantes de la mejor manera posible; vinculando sus problemas a su causa última, la división social en clases. La única forma de que no acabemos pagando la crisis que provocaron ellos, los capitalistas, es el camino de la lucha, aglutinando en un mismo programa a jóvenes, trabajadores y parados. Sólo la unidad de nuestra clase en nuestros barrios puede revertir la situación actual.