¡¡POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA, LAICA, CIENTÍFICA Y DE CALIDAD!!
¡¡POR UN 4º INSTITUTO PÚBLICO EN TRES CANTOS!! ¡¡BASTA DE CONCESIONES A LA EDUCACIÓN PRIVADA-CONCERTADA!!
La Comunidad de Madrid presenta unos datos en educación asombrosamente alarmantes. El porcentaje de colegios privados/concertados supera en esta comunidad al porcentaje de institutos públicos. Más de la mitad de los centros de la comunidad son privados o concertados. Sin embargo, las cifras se invierten a la hora de hablar de los alumnos que acuden a ellos, pues, es a los centros públicos adonde acude el mayor porcentaje de estudiantes.
En Tres Cantos venimos denunciando el mismo desarrollo que se está produciendo en la Comunidad, sobre todo desde la entrada en el gobierno municipal de las fuerzas conservadoras más reaccionarias del gobierno Aznar, José Folgado. Un gobierno municipal que se está caracterizando por su falta de transparencia, por su negatoria al dialogo con cualquier fuerza opositora o asociación local. Además, un gobierno que tiene un presunto caso de corrupción en sus filas, como es el caso del concejal de juventud Valentín Panojo, al cual se está investigando por ciertas concesiones.
Son tres los institutos públicos de la
ciudad de Tres Cantos, construidos para albergar cada uno un máximo de
600 alumnos. Pero en la realidad, estos centros rebasan prácticamente
en un 30% su límite, teniendo en cuenta que el número de alumnos
matriculados en cada uno de ellos oscila entre los 800 y los 850
alumnos. Esta masificación de las aulas tricantinas, provoca la
sobreexplotación de los recursos que tiene cada centro, que son los
propios para su límite, y claramente insuficiente para poder satisfacer
correctamente las necesidades educativas, e incluso a veces sanitarias,
de los alumnos, profesores y PAS de esos centros.
Todo esto ya ha
sido expuesto tanto al alcalde del municipio, como a la Dirección
Territorial Norte, siendo dadas, por parte de ambas instituciones,
respuestas negativas a la petición de construcción de un nuevo centro
público para acabar con la masificación. En su lugar, lo que se nos ha
explicado, es que Tres Cantos lo que con más urgencia necesita es un
segundo colegio privado/concertado que tenga una gran oferta deportiva
(esa misma oferta deportiva municipal que el ayuntamiento Popular se ha
encargado de destruir encareciendo los precios y eliminando servicios),
y que además oferte clases de idioma chino. Obviamente, ningún
estudiante de raza asiática y que pertenezca a una clase social
media-baja podrá entrar en ese colegio, e irá a la escuela pública. La
fractura social que producen los centros elitistas que seleccionan a
sus alumnos principalmente por el nivel económico, se ahonda así un
poco más haciendo de los discursos de “cohesión social”, algo un pelín
más frívolo en Tres Cantos.
La unidad en la lucha y los verdaderos problemas de la educación en Tres Cantos
La
unidad de los grupos políticos y sindicales de izquierdas se ha hecho
visible ante este nuevo acto, que ya viene de lejos, de regalar suelo
público a una congregación religiosa para que edifique un nuevo
concertado. Tanto PSOE e IU, como CCOO y UGT, junto a la FAPA Giner de
los Ríos y al Sindicato de Estudiantes, vamos a denunciar esta
actuación del gobierno municipal, que va directamente contra los
intereses de los ciudadanos de Tres Cantos, que sin reclamar un nuevo
concertado (el dato está en que actualmente el centro
privado/concertado Nuestra Señora de la Merced, primer centro de estas
características en la ciudad, no tiene lista de espera, a diferencia de
los centros públicos que tienen una lista de espera de 600 alumnos) se
van a encontrar que en la nueva zona urbanística de la ciudad, en vez
del tan ansiado cuarto instituto público, va a aparecer otro
concertado.
Los problemas de la educación en Tres Cantos son los
mismos que ya han sido denunciados en otros artículos publicados en la
web del Sindicato de Estudiantes. Una falta de medios económicos,
docentes e infraestructurales que provocan clases de hasta 38 alumnos,
que se remodelen baños para construir aulas, que se recorte terreno de
los patios para construir aulas, que calderas que deberían dar servicio
a un único edificio se lo den a dos, de lo que se desprende que se
estén continuamente averiando y por tanto los alumnos y profesores se
queden sin calefacción en invierno, y un largo etcétera.
Las tarimas y la figura de autoridad
Además de los problemas anteriormente mencionados, surge el problema del orden en las clases. Las aulas son pequeñas y son muchos los estudiantes en ellas, por lo que la propia actividad docente del profesor se ve perjudicada. ¿Problemas de disciplina? No, problemas de medios. Si se suma el número de alumnos al tamaño de las aulas de los centros se obtiene como resultado que los estudiantes van a hablar, debido a la sensación de agobio que produce estar en una clase de 37-38 personas y en un aula que ha sido diseñada para 20. Blanco y en botella.
Pero no sólo se resienten los estudiantes, el propio profesor debe sentir una frustración al observar que todo lo que explica no tiene auditorio debido a las condiciones materiales en las que debe dar clase. Para contraponer este argumento se habla de que en la universidad hay cientos de alumnos y no hay problemas de que los alumnos hablen y no se puedan dar las clases, por lo tanto en los institutos lo que pasa es que hay grupos de chavales que son directamente “delincuentes juveniles” que se encargan de estropear las clases. Puntualizando: si en la universidad hay cientos de alumnos es porque se han construido dependencias para albergar cientos de alumnos, y también existe aún así una masificación real de las aulas públicas universitarias. Lo otro es absurdo, pues es ridículo comparar jóvenes de entre 12 y 17 años, con universitarios de una media de edad de más de 20 años.
La solución de la Comunidad ha sido clara, hacer del profesor una figura de autoridad equiparándolo a un policía y dotándolo de los mismos atributos, por lo que más de un profesor fascista dejara salir toda su frustración personal con los chavales. En vez de buscar una solución en la mejora sustancial de la educación, construyendo más institutos públicos que permitiesen una distribución más equitativa de los alumnos, fomentando los grupos pequeños, la Comunidad de Madrid ha decidido resolverlo todo por la fuerza de la coacción.
Concentración ante el Ayuntamiento y la necesidad de organización
Para poder organizar y movilizar al mayor número de estudiantes posibles es imprescindible la existencia de una organización como el Sindicato de Estudiantes, capaz de tener presencia en todos los institutos de Tres Cantos, ya sea por afiliados o por simpatizantes en cada uno de los centros. Pero aún así es necesario una implantación real y efectiva en cada uno de estos centros, con compañeros dispuestos a trabajar por la construcción de una organización como es el Sindicato de Estudiantes, con carácter de clase, de izquierdas y abiertamente anticapitalista, por lo que hacemos un último llamamiento a que te afilies al Sindicato de Estudiantes y luches por tus derechos.