Ante la presentación ayer de la Ley de Autoridad del Profesor por parte de, Esperanza Aguirre, desde el Sindicato de Estudiantes queremos manifestar lo siguiente:
- El mensaje que se quiere trasladar por parte de la derecha, encabezada por el PP, es que las agresiones a profesores y entre estudiantes son algo generalizado dentro de la educación, concretamente en la pública, ya que esta medida va dirigida exclusivamente a los profesores de centros públicos de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, las agresiones a profesores y entre estudiantes son algo tremendamente excepcional, como señala el estudio del Defensor del Pueblo, publicado en 2007, en el que se recoge cómo desde 1999 lo que ha habido ha sido un fuerte descenso de los conflictos dentro de los centros de estudio, y donde concretamente las agresiones físicas han pasado de ser una realidad que afectaba al 2% de los estudiantes, en 1999, a un 0.7% de los mismos en el año 2006.
- En las últimas semanas se ha producido una verdadera campaña de criminalización contra la juventud, impulsada por el PP y que los medios de comunicación han fomentado ampliamente. Los recientes acontecimientos en las fiestas de Pozuelo, fruto de las provocaciones y cargas salvajes de la policía, han sido utilizadas como telón de fondo para ofrecer una imagen totalmente distorsionada de la juventud, como borrachos y delincuentes habituales. Es en este contexto en el que se enmarca esta nueva Ley de Autoridad del Profesor.
- Desde el Sindicato de Estudiantes no negamos los diversos problemas que aqueja la educación pública. Pero la solución de los mismos no pasa a través de la criminalización de los jóvenes o de convertir las escuelas en centros represivos, donde la confianza y el buen clima entre profesores y alumnos desaparezca por completo. Y sea substituido por el ordeno y mando. Los estudiantes somos los más interesados en disfrutar de una educación pública y de calidad. Y así quedó reflejado en las recientes movilizaciones contra los planes de Bolonia, donde más de 250.000 estudiantes nos movilizamos contra la privatización que estos planes imponen a la educación universitaria. Los jóvenes somos muy conscientes de las carencias de la educación pública. Pero también sabemos que la solución a estos problemas pasa por una mayor inversión, aulas desmasificadas, suficientes profesores para desdobles, psicólogos y trabajadores sociales en todos los centros y en número suficiente, etc. Precisamente la política inversa a la que el PP lleva a cabo en la Comunidad de Madrid, que ha comenzado el curso con, al menos 17 barracones.
La represión es una cortina de humo para evitar el debate de fondo sobre los recortes en educación y a nuestros derechos democráticos .
- En este contexto de crisis capitalista el colectivo de los jóvenes es uno de los principales afectados, son muchos los jóvenes, los que tenemos que compaginar estudios y trabajo, incluso abandonar los estudios para poder apoyar las economías familiares. Esta es la verdadera situación de la juventud, ante la cual lo que realmente necesitamos es una política de izquierdas que defienda los intereses de los hijos de los trabajadores y sus familias, comenzando por una educación pública de calidad, acceso gratuitito a la universidad y derecho a un trabajo digno al terminar los estudios.