El martes 14 de marzo un grupo de extrema derecha “Hogar social de Madrid” realizó una serie de acciones machistas en la universidad complutense. Colgaron pancartas y carteles por distintas facultades atacando y ridiculizando las reivindicaciones de los movimientos feministas bajo a una supuesta defensa de la “cultura” y el “lenguaje”. Sin ninguna duda se trata de una provocación por parte de este grupúsculo neonazi para tratar de infravalorar la jornada histórica de lucha del pasado 8 de marzo y así justificar la violencia y opresión estructural que millones de mujeres sufrimos.
Este 8 de marzo ha sido un éxito porque millones de personas en todo el mundo alzamos nuestra voz contra los feminicidios y las diferentes formas de violencia machista. En Madrid más de medio millón conseguimos convertir este día en una jornada histórica en defensa de los derechos de la mujer trabajadora en la que los estudiantes jugamos un papel decisivo parando de manera masiva durante una hora las clases, con acciones reivindicativas, en más de mil institutos y en decenas de facultades de todo el Estado. En la UCM fuimos miles los que vaciamos nuestras clases y nos unimos al pasacampus que recorrió ciudad universitaria. Se trata de otro ejemplo poderoso de cómo los jóvenes no nos resignamos a aceptar las condiciones de vida que este sistema nos ofrece y que las mujeres sufrimos doblemente: reformas laborales que nos condenan a la desigualdad crónica, planes de austeridad y recortes que perpetúan nuestra discriminación económica y social, gobiernos que acaban con nuestros derechos a decidir sobre nuestros cuerpos, que nos niegan una vida independiente y que extienden la lacra de la violencia machista.
Por eso esta reacción machista por parte de este grupúsculo fascista “Hogar social” no es ninguna casualidad. Es un intento desesperado por continuar con el papel que cumplen este tipo de organizaciones de extrema derecha cuando la movilización social crece y las reivindicaciones de los oprimidos avanzan. Tratan de humillar, amedrentar y agredir a los que nos levantamos para defender nuestros derechos con el fin de frenar la lucha y la organización de la que cada vez más somos participes. En concreto en la UCM no es un caso aislado. Ya este curso, durante el mes de noviembre un grupo de fascistas realizó pintadas contra el colectivo LGTBI+ en el campus de Somosaguas con esvásticas dibujadas sobre la bandera LGTBI+ que ponía “Maricones a la hoguera”. También el año pasado un grupo de Neonazis propinaron una paliza a cinco estudiantes de la Facultad de Derecho y agredieron a las compañeras del equipo de Rugby. A pesar de que estos grupos son minoritarios frente a la mayoría de jóvenes que nos movilizamos activamente contra las diferentes formas de opresión o en defensa de la Universidad Pública, estos grupos neonazis se siente legitimados para continuar con sus agresiones fascistas y la defensa de sus campañas racistas y machistas por la impunidad de la que gozan. Ninguno de los actos violentos anteriormente mencionados fueron condenados. Por eso exigimos que quienes deberían defender la Universidad pública y a sus estudiantes no pueden continuar mirando para otro lado ante este tipo de acciones. El rector de la universidad, Carlos Andradas como la Delegación de Gobierno tienen que tomar cartas en el asunto de manera inmediata. Este tipo de grupos neonazis, que promueven y alientan el machismo, el racismo y las agresiones no tienen cabida en la Universidad Pública. Por eso exigimos la disolución inmediata de estas bandas fascistas y la ilegalización de sus asociaciones en nuestras facultades. Dejar que estos grupos actúen libremente solo sirve para alentarles a que sigan en esta dinámica violenta y continúen amedrentando a los estudiantes que luchamos por acabar con todas las formas de opresión en las aulas y en las calles.
Sabemos además que la única garantía que tenemos de expulsar a la extrema derecha de todos los ámbitos de nuestra sociedad es mediante la movilización y la unidad de todas y todos los que sufrimos la opresión de género, de raza o de clase. Por eso frente a esta nueva agresión machista de “Hogar Social”, la lucha y la movilización contra la opresión patriarcal y la defensa de los derechos de la mujer trabajadora continúan más fuerte y más organizada.
¡Ninguna agresión sin respuesta!
¡Fuera fascistas de la universidad!